La Mtra. Luz María Moreno, coordinadora de la Licenciatura en Pedagogía de la IBERO, señaló que es preocupante que el gobierno de México se enfoque en la transmisión de contenidos más que en la construcción de aprendizajes, a través del programa Aprende en casa, el cual se instituyó para mantener las clases durante la pandemia por COVID-19.

De acuerdo con la investigadora, las estrategias que el gobierno mexicano implementó al inicio de la pandemia, a través de convenios de colaboración con Google para el programa Aprende en Casa I y el reciente acuerdo con las televisoras para poner en marcha Aprende en Casa II, trata de un modelo educativo unidireccional de transmisión de contenidos y no de la construcción de aprendizajes que se hace por medio de la relación entre los actores educativos: familias, docentes y estudiantes.

Durante su clase Diseño Educativo, la Mtra. Moreno Medrano dijo que existen docentes de comunidades en el país que han sabido responder a la crisis sanitaria con dinámicas diversas, fortalecidas desde sus comunidades y sus contextos, pero que no han sido visibilizadas por el gobierno para ofrecerles recursos de formación y acceso a tecnologías.

“Es frustrante ver la cantidad de recursos que se han invertido sin que se logre responder a las necesidades educativas que tenemos en este momento, porque las y los docentes siguen trabajando sin apoyos suficientes”, comentó la académica del Departamento de Educación de la IBERO.

La docente explicó que esto muestra el fracaso de la descentralización educativa en la que teníamos muchas esperanzas en los años noventa, la cual, justamente, buscaba dar mayor autonomía a los estados y municipios para responder de acuerdo a sus realidades educativas.

En ese sentido, insistió que la pandemia ha evidenciado que la educación sigue federalizada, centralizada y sin saber cómo responder de manera pertinente a las realidades socioculturales de las comunidades.

“Si no dotamos de la infraestructura para quitar el poder del centro, para lograr reconocer que los estados pueden responder de manera autónoma con recursos, confianza y autonomía a sus necesidades educativas, se seguirán implementando estas soluciones únicas como si todos fuéramos iguales. Es algo que se tiene que discutir a profundidad y creo que muchos hacen esfuerzos pero siguen sin ser visibilizados”, añadió.

Caso Tamaulipas

La Mtra. Ana Lilia de la Cruz Ruiz, supervisora de preescolar y encargada de la Dirección de Elemental en Tamaulipas, quien participó en la clase de la maestra de la IBERO, coincidió en que la estrategia de educación que ha seguido el gobierno  ha sido centralista, pues todo ha sido a través de plataformas como la televisión.

“Esto ha impedido comunicar las alternativas locales que se han desarrollado a partir de la pandemia para continuar las clases. Se ha querido homogenizar la respuesta para todo el país y han dejado fuera a los profesores, así como su posibilidad de autonomía y organización propia que tienen”, alertó. 

Al respecto, platicó que en los tres municipios de Tamaulipas que ella supervisa, se adelantaron a lo que pasaría, pues en marzo, cuando inició la pandemia, las y los maestros grabaron videos para continuar sus clases. Las estaciones de la radio se alistaron para llegar a comunidades lejanas y los maestros crearon cuadernillos para que las y los niños continuarán con su aprendizaje. 

La docente recordó que en la mayoría de las personas que viven en las grandes urbes de este país tienen televisión de paga e internet. Pero, por poner un ejemplo, en muchas regiones de Tamaulipas no hay señal de televisión, ni siquiera a orillas de carretera. Ante esto, compartió que muchos docentes donaron televisiones para que sus estudiantes pudieran tomar clases.

La académica platicó sobre el caso del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe), cuyo objetivo es generar equidad educativa, para los niñas, niños  y jóvenes de sectores vulnerables del país y combatir el rezago educativo en educación inicial y básica. Sin embargo, durante la pandemia, este acompañamiento no se ha cubierto al 100%, al menos no en la comunidades más alejadas de Tamaulipas, en donde mil 500 niños a la fecha no han sido atendidos. 

Ante esta situación, el equipo de docentes que trabaja con la Mtra. De la Cruz se dio a la tarea de visitar esas zonas alejadas -en donde no ha habido acompañamiento de Conafe durante la pandemia- para entregar a las y los menores los cuadernillos que diseñaron para continuar el aprendizaje a distancia.

Al respecto, la Mtra. Ana Lilia de la Cruz Ruiz habló de la urgencia de poner sobre la mesa, con las autoridades, el cómo atender a las y los niños de estas comunidades en donde muchos no saben leer y la brecha educativa no se cierra, sino que se abre con dichas condiciones.

Pedagogía a la calle

La Mtra. Luz María Moreno compartió con sus estudiantes que, ante situaciones como ésta, desde la academia y como pedagogas y pedagogos en formación, pueden hacer dos cosas: ayudar a visibilizar estos esfuerzos que se están haciendo a nivel local, es decir, apoyar a profesores que están coordinando equipos de docentes con acciones muy concretas que ellos puedan necesitar. Y añadió es importante hacer evidentes estos esfuerzos que han estado negados y a los que no se les ha dado el valor ni reconocimiento que merecen.

“Es importante que quienes nos dediquemos al sector educativo saquemos la pedagogía a la calle. Sensibilizarnos ante la situación y convencernos que todos y todas podemos enseñar y aprender. Los estudiantes tienen que ser constructores de su propio conocimiento y se fortalece de manera colectiva, Lo importante en todo esto son los procesos y no los resultados en sí mismos. Tenemos que hacer comunidad y fortalecer el diálogo en el tema educativo; esto nos corresponde a los pedagogos y pedagogas, llevar estos principios a las casas, a las familias y a la calle”.

Valentina González/ICM