El Dr. Enrique Pieck Gochicoa, académico del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación (INIDE) de la IBERO, constató que, durante la pandemia, el estudiantado de las telesecundarias vinculadas con la comunidad de la Sierra de Puebla (zona 016) aprovechó el tiempo para “dar sus primeros pasos en el mundo del trabajo”, para conectarse con las labores domésticas, para reforzar sus lazos con la familia y para obtener habilidades socioemocionales que en otro momento no hubiera alcanzado.

“No sólo en la escuela se aprenden cosas. No sólo la escuela educa”, expresó el académico en una video columna publicada en el canal de YouTube de la División de Investigación y Posgrado al compartir los hallazgos de su análisis cualitativo que fue publicado en el artículo Tiempos de pandemia. Percepciones de estudiantes de telesecundaria en el medio rural: los otros aprendizajes, las otras vivencias, las otras experiencias, del Número 51 Especial de la Revista Latinoamericana de Estudios Educativos (RLEEE) de la IBERO.

El académico especializado, desde hace 22 años, en la línea de investigación Educación, trabajo y pobreza del INIDE de la IBERO, arguyó que en este tiempo de pandemia las y los jóvenes de las telesecundarias “salieron ganando” porque, además de que esta pausa significó para ellos un tiempo de reflexión sobre la importancia que tiene la escuela, pudieron afrontar los saberes no formales. 

Sin embargo, las y los jóvenes cuando empiezan a ganar dinero por su cuenta existe el riesgo de que dejen de hacer tareas o que no se inscriban en el bachillerato, apuntó.

A pesar de los riesgos, de acuerdo con el análisis de 20 relatos escritos de manera libre por el estudiantado de las telesecundarias, el profesor refiere que son más los aprendizajes que han obtenido: herramientas de vida y habilidades que en otras condiciones no habrían conocido. Entre los aprendizajes se encuentran la puntualidad, la responsabilidad y el orden, incluso, las y los adolescentes comprobaron que trabajar requiere de esfuerzo, dedicación y responsabilidad.

Las y los estudiantes de las Telesecundarias informaron en sus relatos que aprendieron a manejar moto, se involucraron más en las tareas del hogar, aprendieron a cocinar, a tejer, a componer canciones, a sembrar, a trabajar la tierra y la madera, y a cuidar los huertos, por ejemplo. En este sentido, al leer los relatos, el profesor detectó los sentimientos del estudiantado: existe frustración y añoranza de volver a la escuela para convivir con sus pares y jugar basquetbol.

No todo está perdido. Ante el cierre de escuelas por la pandemia, el estudiantado de las telesecundarias vinculadas con la comunidad de la Sierra de Puebla aprendieron otras cosas, los saberes no formales, reiteró el académico.

Durante la pandemia se han realizado importantes trabajos de investigación que buscan descifrar el cómo las profesoras y los profesores han resuelto la enseñanza a distancia, pero aún faltan más trabajos que indaguen a profundidad sobre las vicisitudes que ha enfrentado el estudiantado del medio rural, expresó el Dr. Enrique Pieck Gochicoa.

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Brenda Macías/ICM