60% de mexicanos, sin un peso ahorrado para su retiro: investigador

Mié, 25 Abr 2018
Afirma académico de la IBERO que cuando sean adultos mayores, los gastos en salud podrían hacerlos caer en situación de pobreza
  • Dr. Miguel Santiago Reyes, investigador del EQUIDE de la IBERO.

El 60% de los mexicanos, que no está en la formalidad pero obtiene ingresos ya sea por su trabajo o por transferencias del gobierno, no tiene ni un peso ahorrado para su retiro, señaló el doctor Miguel Santiago Reyes Hernández, académico del Instituto de Investigación para el Desarrollo con Equidad (EQUIDE) de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.

Antes de 1973, la Ley del Seguro Social (pensiones) era solidaria, es decir, que los trabajadores formales cotizaban en un fondo común solidario, y cuando se jubilaban, lo que se podía hacer a partir de 25 años de trabajo, lo hacían con un porcentaje de su salario, independientemente de que ahorraran o no. 

En 1997, la Ley del Seguro Social cambió, el sistema de ahorro dejó de ser colectivo y se volvió individualizado, o sea, que cada trabajador es responsable de ahorrar un porcentaje de su salario, cercano a 5% (parte de ese dinero se incluye en un fondo para la vivienda), y el monto total de lo que haya logrado ahorrar será lo único que obtendrá cuando se decida jubilar.

Este sistema de ahorro para el retiro en cuentas individualizadas no existe para 60% de la población que está en la informalidad (entendida desde el punto de vista del mercado laboral como la carencia de seguridad social), por lo que “no cuentan con un sistema que les permita ahorrar hacia el futuro”.

El problema se agravará, porque México “va a pasar de ser un país que tenía un bono demográfico, es decir, que la mayor parte de su población eran jóvenes; a ser un país donde la mayor parte serán adultos jóvenes y adultos mayores. Para 2030, año en que se comenzarán a sentir los resultados de la Ley de 1997, casi 20% de la población tendrá más de 65 años”.

Pobreza por gastos en salud

Aquellos adultos mayores que no cuenten con ahorro para el retiro (porque no tienen seguridad social, que entre otras cosas brinda atención médica) estarán en la más alta vulnerabilidad, en la total precariedad y a expensas de transferencias gubernamentales, como las pensiones de adultos mayores no contributivas que dan los gobiernos federal y estatales. 

“Se está destinando a esta población a la más alta vulnerabilidad y pobreza en su vejez, durante la cual tendrá que sufragar gastos catastróficos para sostener su vida”, dijo Reyes Hernández, quien explicó que un adulto mayor tiene necesidades específicas que requieren satisfactores distintos a personas con edades de 15 a 29 años, de 29 a 43 o de 43 a 65 años.  Por ejemplo, un adulto mayor con diabetes u otra enfermedad crónico-degenerativa gastará gran cantidad de dinero en atención médica, fármacos y en cuidar su alimentación, distinta a la de una persona joven o un adulto mayor sano.

De hecho los servicios de salud pueden llevar a los adultos mayores a tener shocks económicos fuertes. En este grupo poblacional que no tiene seguridad social los gastos de bolsillo por cuestiones médicas, como una hospitalización u operación de emergencia, pueden llevar a las personas a caer en pobreza. 

Si los familiares del adulto mayor son quienes están corriendo con los gastos, se dice entonces que están asumiendo los riegos sociales de la población en vejez, “en lugar de que los asuma el Estado”.

“A las redes familiares de los adultos mayores enfermos y sin pensión se les está dejando la carga completa de su cuidado, atención y manutención. Pero se corre el riesgo de que en México se siga descomponiendo el tejido social, los familiares ya no quieran ayudar y dejen en total indefensión a sus adultos mayores”.

Riesgos también en Afore

Lamentablemente, el problema de la carencia de pensión no será exclusivo de las personas sin ahorros, ya que el dinero que los trabajadores formales lleguen a sumar en sus Afores (Administradoras de Fondos para el Retiro), no les va a alcanzar.

“Y esto es del conocimiento de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar); la cual sabe que a los adultos mayores que sí tienen ahorros les va a llegar una tercera parte de lo que podrían haber tenido con el sistema de pensiones anterior a 1997”.

“Por ejemplo, una persona que al jubilarse le tocará recibir 100 pesos con el anterior sistema de pensiones, con el Afore sólo obtendrá 33, es decir, que su Fondo de Ahorro para el Retiro tampoco garantizará que no va a tener problemas económicos durante su vejez”.

Texto y foto: PEDRO RENDÓN/ICM

 

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