Alumnas de la Licenciatura en Arquitectura de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México ganaron el primer lugar del concurso para la ampliación del Museo de Arte Moderno (MAM) de la Ciudad de México; convocado por el Colegio de Arquitectos y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).

La propuesta de Alejandra Álvarez Bello, Regina Kuri Martínez y Camila Ureña Peña, estudiantes de la IBERO, fue elegida como la mejor entre todos los proyectos presentados por universitarios de las 28 escuelas de arquitectura de la zona metropolitana que dieron a conocer sus ideas para la ampliación del MAM; ubicado en el perímetro del Bosque de Chapultepec y diseñado en 1964 por el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez.

El jurado destacó la propuesta del proyecto de la IBERO por integrar al MAM con el Lago de Chapultepec a través de una serie de cuerpos de agua, y de proponer en la parte inferior del Monumento a los Niños Héroes un nuevo acceso hacia el vecino Castillo de Chapultepec, y el propio Museo de Arte Moderno, que recalca el eje peatonal desde Reforma, y retoma la idea del acceso duplicado para el MAM propuesto por Ramírez Vázquez.

Las alumnas de la Iberoamericana dijeron que su proyecto busca intervenir la obra del Arq. Ramírez, con el fin de que compita con los grandes museos de arte moderno alrededor del mundo.  La propuesta es un concepto de museo subterráneo dentro del Bosque de Chapultepec que permita conservar los edificios del museo original, mantener la vegetación existente y conectar los puntos más importantes de la zona, tanto naturales como culturales e históricos.

“Al iniciar nuestra investigación del sitio nos dimos cuenta que el mayor flujo peatonal proviene del Metro Chapultepec, por lo que decidimos crear una conexión directa con el museo al extender el bosque por encima del Circuito Interior y así reforzar el eje entre la Estela de Luz y el Castillo de Chapultepec. A lo largo de esta intervención se crearon taludes que permiten generar zonas de descanso aprovechando la sombra de los árboles. Dentro de este eje colocamos uno de los dos accesos al proyecto por medio de una rampa peatonal que pasa por debajo del Hemiciclo a los Niños Héroes. De esta forma se puede apreciar este monumento desde otra perspectiva y dar inicio al recorrido escultórico”, dijeron Alejandra, Regina y Camila.

Otra conexión que consideraron importante fue con el Lago de Chapultepec. Generaron un eje principal alrededor del cual se dan espacios de convivencia en torno a cuerpos de agua que complementan al jardín botánico existente. Estos espacios se pueden utilizar como huertos, áreas recreativas o de esparcimiento.

Al ser Paseo de la Reforma la vialidad principal de su proyecto, quisieron enfatizar la entrada por medio de dos taludes que crean un eje hacia la zona de museos, los cuales se pueden utilizar para eventos o exposiciones, y que debajo contienen parte del programa, como el auditorio que tiene un acceso independiente y el restaurante con vista al lago.

Si se accede por Reforma o por el Hemiciclo se llega a la nueva zona de exposición, que se planteó entre los dos edificios existentes de forma subterránea, para no competir con la obra de Ramírez Vázquez. La propuesta pretende respetar el área, por lo que se desarrolló únicamente en los espacios que el mismo sitio dicta.

Las zonas de exhibición responden a la ubicación de los árboles del bosque y se caracterizan por una permanente conexión con el exterior por medio de patios que brindan iluminación natural. Éstos además funcionan como una extensión de las áreas de exhibición al aire libre, siempre alrededor de los árboles existentes. Se reubicaron las oficinas, bodegas y talleres a un lado de la zona de exposición de forma subterránea para que exista una conexión directa entre ellos.

El edificio existente se utilizará como cafetería, tienda y talleres recreativos en la parte baja, y como salón de eventos en la parte superior. Mientras en la Sala Gamboa estarán la biblioteca y la mediateca.

“Creemos que la propuesta permite conservar una obra emblemática de la ciudad, resolviendo los problemas del museo actual y desarrollándose dentro del bosque sin alterarlo”, consideraron las alumnas de la IBERO.

Cabe resaltar que el programa de necesidades del Museo de Arte Moderno fue elaborado por el Instituto Nacional de Bellas Artes; por lo que el estudiantado trabajó en un tema actual y real de su ciudad, para lo cual contaron con el apoyo del personal del MAM y del INBA.

El arquitecto Jorge Alessio Robles, académico del Departamento de Arquitectura de la IBERO y asesor de Álvarez, Kuri y Ureña, precisó que al ser un concurso interuniversitario, el ganador no es un proyecto que el INBA pueda llevar a cabo, al menos en el corto plazo. Empero, la propuesta representa en sí una contribución al MAM. Y a los alumnos les dio la oportunidad de: “Tener un panorama de lo que es un proyecto real, un cliente real con unas necesidades reales, en un entorno real conocido para ellos (los estudiantes) dentro de la ciudad donde viven”.

Pedro Rendón