Alumnos de ingeniería de la Universidad Iberoamericana construyeron un panel solar microescala reciclando material de recuperación, como parte de sus prácticas de Laboratorio de química general, que promueven la investigación científica y tecnológica, desde una visión de cuidado del medio ambiente.

Con la asesoría de sus profesores Virginia Cervantes, Jorge Gama y Guadalupe Castañeda, los estudiantes construyeron con material reciclado varias celdas fotovoltaicas tipo DSSV -celda solar sensibilizada con un colorante-, que usaron para fabricar el panel solar microescala, cuyo funcionamiento y eficiencia se probó con el uso de leds (diodos emisores de luz), zumbadores y motores miniatura.

Leds, zumbadores y motores se instalaron en carros, helicópteros, lanchas, casas de muñecas y otros dispositivos construidos con residuos de metal, vidrio y cartón, que comenzaron a funcionar tras su carga solar con la celda fotovoltaica y el empleo de un amplificador de corriente eléctrica (elaborado por Alejandro Gómez-Terán, Dan Nurko y Carlos Trejo, profesor y estudiantes de ingeniería electrónica, respectivamente).

La maestra Virginia Cervantes, académica del Departamento de Ingeniería y Ciencias Químicas (ICQ), explicó que esta práctica formó parte de un conjunto de tres, todas ellas orientadas a introducir a los alumnos a la innovación tecnológica con desarrollo sustentable.

De tal manera que también elaboraron una crema con protección solar ultravioleta, cuya protección eficaz, especialmente en la zona espectral UV-A, se comprobó mediante el uso de papel fotosensible.

En la generación del ungüento protector no se emplearon como materias primas sustancias contaminantes, sino que se recicló aceite vegetal comestible, además de minimizar el consumo energético, para que los alumnos tuvieran un acercamiento a los enfoques y procesos de la ingeniería y química verde.

Los futuros ingenieros tuvieron también la oportunidad de estudiar las nuevas tecnologías de conservación de alimentos, al evaluar cómo la irradiación ultravioleta es empleada en la actualidad como una tecnología verde de conservación del brócoli.

En esta práctica pudieron evaluar la capacidad antioxidante del alimento, determinar el tiempo óptimo de irradiación, además de conocer cuáles son los cambios más frecuentes en el valor nutricional y la calidad sensorial del color, sabor y textura del brócoli fresco, a temperatura ambiente, almacenado en frío y bajo tratamiento térmico de precocido.

Los resultados positivos les permitieron observar y comprobar por qué la irradiación ultravioleta es una de las nuevas tecnologías de conservación de alimentos, gracias a su efecto germicida que reduce el crecimiento de microrganismos en la comida, y que al no tener que añadirle conservadores a los alimentos es considerada verde, pues no se emplean químicos que llegan a ser tóxicos para el hombre y que dañan al medio ambiente.

Prácticas sustentables de innovación científica y tecnológica

Estas tres prácticas de laboratorio, de innovación científica, tecnológica y sustentables, fueron diseñadas por la maestra Cervantes y el doctor Javier Loredo Enríquez, director del Departamento de Educación de la Ibero.

Su pretensión es acercar a los jóvenes a la innovación científica y tecnológica que contribuya a lograr un desarrollo sustentable, encaminado a la protección del medio ambiente, la conservación de los recursos naturales y el desarrollo de tecnologías no contaminantes o limpias que permitan hacer un uso eficiente de la materia y la energía.

En ellas los estudiantes de distintas ingenierías aplican conjuntamente los conocimientos adquiridos en sus carreras, con el fin de resolver problemas propios de sus profesiones, desde un trabajo interdisciplinario que permite abordar una problemática real y compleja a partir de distintos enfoques, lo cual mejora su comprensión y resolución.

PRL/ ah