#ANALISIS Coronavirus: China, ante el reto de contener turbulencia bursátil
Para evitar una turbulencia bursátil a nivel mundial es importante la comunicación oficial que emita el gobierno de China respecto a cómo están evolucionando los contagios y las muertes provocadas por el nuevo coronavirus que causa la neumonía de Wuhan. El silencio inicial por parte de dicho gobierno generó desinformación derivada de las especulaciones. Entre mayor conocimiento se tenga sobre lo que ocurre, mejores decisiones se pueden tomar de manera quirúrgica, de lo contrario, continuarán las especulaciones y se mantendrá la incertidumbre en los mercados.
Lo mismo sucedió en semanas anteriores con el conflicto diplomático Irán-Estados Unidos y el año pasado con el T-MEC. Por no hacer pública la información, las redes sociales asumían situaciones que no precisamente eran reales, pero sí generaron ante los medios de comunicación escenarios posibles y eso motivó más aún la incertidumbre. Por lo que -en el caso del coronavirus en China-, entre más datos se brinden de manera precisa, se tendrá una mejor estrategia de contención al impacto global derivado de este enemigo invisible.
Es importante recordar que el Índice MSCI de China cayó cuando se registró el Síndrome Respiratorio Agudo (SARS), en 2003, y tardó seis meses en recuperarse. Por lo que es inevitable que los mercados se vean afectados ahora con el coronavirus de Wuhan. Las bolsas asiáticas cayeron durante la semana pasada conforme iban avanzado los casos confirmados de contagio, mientras que algunas aerolíneas sufrieron pérdidas en la bolsa entre el 2.5 y 4.2%.
Durante el inicio de esta semana, las bolsas asiáticas siguen perdiendo entre 0.99 y 3.5%. [1] En cuanto al precio del petróleo, a nivel internacional ha caído. El lunes, la mezcla mexicana se vio afectada en un 2.52% por barril.[2]
Por lo que estaremos viendo estos movimientos durante las próximas semanas. De aquí la importancia de la comunicación oficial del gobierno chino para contener y evitar una turbulencia bursátil.
Asimismo, en 2003, el daño económico global fue de 40,000 millones de dólares. Y se registró una contracción del 0.1% anual derivada de dicho virus. Por lo que, posiblemente, la contracción por este suceso pudiera ser del mismo porcentaje, pero para el primer trimestre de este año, según estimaciones del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios de la UNAM.
Cabe destacar que la proyección del crecimiento económico mundial para este 2020, según estimaciones del Fondo Económico Mundial, se ubicaría en un 3.3%, derivado en parte, por la relación erosionada entre China y Estados Unidos (las dos economías más grandes del mundo).
En 2003, el SARS impactó un punto porcentual dentro de la economía de este gigante asiático, debido a la contracción de consumo de un 5%. En México, con la epidemia de la influenza en el año 2009, el costo fue del 0.7% del PIB.[3] Así que ningún país es ajeno a tener impacto negativo por este brote. Por lo que habrá que esperar a ver de cuánto será la afectación real por este lamentable suceso, ya que la estimación para China era del 6%. Sin embargo, dependiendo del impacto que el coronavirus genere al interior del país, será lo que afecte su economía, sin olvidar que las farmacéuticas y los proveedores de insumos de hospitales serán los grandes ganadores.
El sector turístico, derivado por las celebraciones de su Año Nuevo Lunar, se verá altamente castigado. En 2017, se estimó que viajaron al extranjero un total de 6 millones de chinos con una derrama económica de aproximadamente 15 mil millones de dólares.[4] Por lo que la afectación para este sector podría ser de $23,000 millones de dólares.[5]
Las aerolíneas, los restaurantes, los comercios minoristas, los hoteles, entre otros establecimientos, son altamente afectados por la cancelación de esta festividad en grandes ciudades chinas. Esto sin considerar el consumo local habitual de tiendas de consumo, transporte, etcétera; que el año pasado aportó 3.5 puntos al crecimiento del 6.1% del PIB chino.[6]
Por ahora, es anticipado saber cuánto afectará en estos rubros no sólo a China sino al mundo, ya que, ante la globalización, existe una interdependencia entre todos los países.
Las estrategias de China
El gobierno chino ha tomado las siguientes medidas para atender el problema:
- Envío de 1,600 médicos militares para ayudar a los hospitales de Wuhan.
- Envío de 1,350 agentes militares y civiles para apoyar en las medidas sanitarias.
- Solicitud de aumento de producción a las empresas fabricantes de trajes protectores, ya que se requieren más de ciento diez mil unidades por día y cubre bocas[7].
- Aislamiento total de la ciudad de Wuhan y otras con el exterior.
- Cierre de principales atracciones turísticas en diferentes ciudades.
- Prohibición en la venta de cualquier animal vivo para consumo humano.
- Extensión de vacaciones hasta inicios de febrero para dar tiempo a la contención del virus.
- Construcción inmediata de dos hospitales móviles para cubrir una demanda de mil camas cada uno. Ya que, de la experiencia adquirida durante el 2003, se sabe que la inmediatez en contener el contagio, es vital.
Antecedentes
El coronavirus es una cepa de la familia de virus, anteriormente se tenían identificados seis de los cuales el Síndrome Respiratorio Agudo (SARS) y el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS) fueron los que más casos de contagio se registraron.
El SARS se convirtió en epidemia en 2002, en Cantón, China, y cobró alrededor de 800 vidas después de haber tenido 8000 casos identificados de contagio. Por su parte, el MERS generó una epidemia en el 2012 que se propagó rápidamente en 27 países y ocasionó que el 35% de las personas infectadas murieran. Este coronavirus chino es totalmente nuevo, se transmite de animales a humanos y de humano a humano. No hay una vacuna, sólo tratamiento para contener los síntomas en los pacientes.
El 31 de diciembre del 2019 se detectó el primer caso en Wuhan, capital de la provincia de Hubei, en China, en donde habitan 11 millones de personas. Es un centro de negocios, y se dedica a productos ópticos, electrónica, fabricación de autos y acero, al sector farmacéutico, ingeniería biológica, entre otros. Así que, al estar aislados, sus operaciones están congeladas hasta que esto no logre estar bajo control.
La Organización Mundial de la Salud no ha considerado declarar emergencia internacional ante la epidemia del coronavirus. Su cautela de decir que el riesgo es alto, considero que corresponde más a un tema político que de salud. Pero esto no significa que no se trate de un problema de salud pública de interés internacional, el cual debe ser monitoreado con cautela para tomar las medidas correspondientes por parte de cada país.
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Referencias:
[2] Ibid.
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