Las elecciones en Estados Unidos (EU) son como una jugada de póker con carta alta. Aquí explico la analogía.

Recordemos que el póker se juega con 52 cartas, de la baraja inglesa, que corresponden a la cantidad de semanas del año. La elección en EU se juega con 50 cartas ya que representan a cada uno de los estados. Así como en el póker, cada carta tiene un valor de menor a mayor. En las elecciones, cada estado tiene un peso político-electoral diferente de acuerdo al número de habitantes y eso impacta en cuanto a los integrantes de la Cámara de Representantes (CdR) y, por ende, del Colegio Electoral.

En el póker hay cuatro palos: trébol, corazones, picas y diamantes, donde ninguno tiene más valor que el otro. Estos palos representan las cuatro estaciones del año, cada una tiene 13 semanas y por eso hay 13 cartas de cada palo. En el caso electoral, en el Senado cada estado cuenta con dos senadores (dando un total de 100) y en la CdR hay 435 miembros que sirven por un periodo de dos años. El número de representantes por cada estado se basa en la población de éste. A mayor población, mayor número de representantes en la CdR.

En las cartas, cada palo cuenta con valores del 1 al 10, una jota (11), una reina (12) y un rey (13). Al sumar todas las cartas se tiene un total de 91 puntos, lo que representa los 91 días de cada estación. Por lo que la suma de todos los valores de los 4 palos da como resultado 364, el número de días de un año, excepto por 1. En este caso, ya sea el demócrata o el republicano, requiere hacer una jugada de póker político juntando los 270 puntos electorales indispensables para ganar la mano con esta carta alta. Es decir, el candidato que logre obtener los 270 votos electorales, llega a la Casa Blanca.

El croupier de la mesa de póker recae sobre su sistema legislativo que marca las reglas del juego. En este caso su marco jurídico está conformado por:

1. La Constitución. En su art. 1° otorga a los estados la responsabilidad de supervisar las elecciones federales.
2. Las Enmiendas 15°[1], 19°[2], 24°[3] y 26°[4] de dicha Constitución también establecen reglas.
3. Ley para las Campañas de Elecciones Federales.
4. Ley de Derechos Civiles de 1964.
5. La Ley de Derecho al Voto de 1965.
6. La Ley de Accesibilidad para Votar para Adultos Mayores y Personas con Discapacidades de 1984.
7. Ley de Votación Ausente para Militares y Ciudadanos en el Extranjero de 1986.[5]
8. Ley Nacional de Registro del Votante de 1993.[6]
9. Ley Ayudemos a Estados Unidos a Votar de 2002.[7]
10. Ley de Empoderamiento para Militares y Ciudadanos en el Extranjero de 2009. [8]

El planteamiento que dejo aquí sobre la mesa de póker es que el 3 de noviembre en la noche no se sabrá el resultado electoral debido a diversas situaciones:

1. El conteo del voto anticipado es diferente en cada estado.
2. El conteo del voto por correo se dará, en diferentes estados, aún después de dicha fecha.
3. Los ciudadanos no votan directamente por el candidato sino por los representantes de los distintos candidatos que se comprometen a elegir al presidente. A esto se  le llama el Colegio Electoral, el cual está conformado por 538 representantes y dicho proceso se dará el 14 de diciembre. El total de 538 es el resultado del número de representantes de cada estado, dependiendo de su población, más el número dos de sus senadores. Ejemplo: California que es el estado más poblado, cuenta con 53 representantes. Si le sumamos sus dos senadores, nos da un total de 55, por lo tanto cuenta con 55 votos en el Colegio Electoral. El total de representantes en la Cámara Baja es de 435, más los 100 senadores, nos da un total de 535. Pero aún falta agregar tres representantes que corresponden a la capital del país, dando ahora sí el total de 538 miembros del Colegio Electoral.
4. En caso de que sea muy cerrada la brecha entre un candidato y otro en algún estado bisagra (Arizona, Carolina del Norte, Florida, Georgia, Iowa, Ohio y Texas) esto será como en póker. Es decir, habrá que continuar con la siguiente carta alta. Y aquí se abre el punto de quiebre de que Trump puede impugnar el resultado.
5. De los siete estados bisagra, al día de hoy Biden lidera 4 y Trump 3. Sin embargo, en caso de que Trump lidere los resultados, debemos estar preparados para que el republicano se autoproclame ganador durante la noche del 3 de noviembre.

Así que como podemos ver, como en cualquier noche de casino, la jugada perfecta de póker puede implicar que sea una noche larga y se prolonguen las jugadas hasta tener a un ganador. Lo cual puede llevar tiempo y esto pudiera implicar que se avecine un tsunami político-electoral en EU. Así que las apuestas no deben estar centradas en un candidato u otro, sino en que gane la democracia.

Twitter y Linkedin: @AribelContreras

Instagram y Facebook: AribelDiplomatique