ANÁLISIS: La vuelta al ruedo de Luis Videgaray
La decisión de nombrar al Dr. Luis Videgaray como Secretario de Relaciones Exteriores de México nos deja escépticos y no sabemos si entenderla como un premio a la falta de capacidad de gestión, un acto surrealista o un proceso de codependencia de Enrique Peña Nieto con el ex Secretario de Hacienda y Crédito Público. El propio nombrado secretario reconoció su falta de conocimiento sobre la Cancillería que le ha sido encargada por el presidente.
La única base que puede explicar la decisión del nombramiento es conocer al yerno de Donald Trump e intentar por esta vía intermediar con el nuevo presidente que tendrá Estado Unidos a partir del día 20 de enero del 2017; lo que muestra una preocupación por las inversiones de las empresas extranjeras y el tratado de libre comercio de México con el país del norte, a pesar de los mensajes de certidumbre que ha enviado en sus intervenciones el secretario de Economía, Dr. Idelfonso Guajardo.
El 2017 no se vislumbra como un buen año para México, que está recogiendo un efecto de falta de voluntad política para estimular el crecimiento del mercado doméstico y falta de políticas para insertar en la cadena de valor a las micros, pequeñas y medianas empresas.
Lo que hoy sucede con la relación peso-dólar, a pesar de todas las correlaciones que se deseen realizar, es el resultado de la despreocupación por el mercado doméstico y por apostar a un crecimiento sólo en función del comportamiento de la economía de Estados Unidos. El efecto de depreciación de nuestra moneda, que incide también en el proceso de liberación del precio de las gasolinas, que por oposición a lo que algunos han señalado es más que un hecho fiscal, es el reflejo de aprobar una ley presupuestal sin observar las condiciones reales de nuestro país y los niveles impositivos adoptados.
El Dr. Luis Videgaray es un economista reconocido a pesar de su paso desastroso por la SHCP, pero no conoce el mundo de las relaciones exteriores donde es necesario manejarnos en este año con inteligencia ante los efectos de incertidumbre para nuestro país. ¿Existen objetivos claros en nuestra clase política de lo que se quiere o estamos apostando a improvisar como los músicos poetas de la bella Veracruz?
*El Dr. Jesús Amador Valdés Díaz de Villegas es profesor del Departamento de Estudios Empresariales de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.
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