#ANÁLISIS Movimientos de mujeres no deben olvidarse por el COVID-19
Han pasado dos meses desde los más grandes movimientos de mujeres en nuestro país, pero desafortunadamente la crisis del COVID-19 ha concentrado la atención en la pandemia y no se ha dado continuidad al tema, como se pretendía, por lo cual no hay que dejar de hablar del tema así como reflexionarlo en esta cuarentena. Es tarea de todos.
En 1791, Olympe de Gouges (escritora y filósofa francesa) escribió la ‘Declaración de los derechos de la mujer y la ciudadana’, que incitaba así: "Hombre, ¿eres capaz de ser justo? Una mujer te lo pregunta”. Ella, que buscaba la igualdad entre hombres y mujeres, fue guillotinada, y paradójicamente en su condena se le trató legalmente igual que a un hombre.
Han pasado muchos siglos y las mujeres han ganado terreno en cuanto a las libertades e igualdad sociales y políticas, pero aún no es suficiente. Pregunto ahora: ¿hombres y mujeres, somos capaces de ser justos? Me refiero a que se han dado cambios, pero la gran revolución cultural es un tema pendiente en la vida cotidiana.
Usamos expresiones como: 'el último es vieja', 'vieja tenía que ser', 'manejas como abuelita', 'pegas como niña', 'lloras como niña'; y más insultos, las llamadas groserías que Octavio Paz denomina como las palabras prohibidas y secretas, y que con ellas expresamos nuestras brutales emociones y que son profundas en voz alta cuando no somos dueños de nosotros mismos.
Son sólo palabras, se podría pensar, pero Michel Foucault (sociólogo, filósofo y psicólogo francés) ha demostrado en su trabajo que los órdenes culturales son instrumentos invisibles de opresión. Jaques Derrida (filósofo francés) demuestra que nuestro pensamiento se rige por oposiciones asimétricas, donde un término se valora más que el otro, -hombre/mujer- y que está estrechamente relacionado con la estructura fonética y la conexión de la racionalidad del lenguaje y el significado.
Gracias al lenguaje podemos crear un mundo, un nuevo orden más igualitario, un mundo simbólico compuesto de significaciones que compartimos con nuestros congéneres. En este mundo simbólico son posibles cosas que no pueden existir en el mundo natural; así está estructurada la sociedad, el mundo de la humanidad. Se fijan que hemos cambiado ‘humanidad’ por ‘hombre’.
A través de este mundo simbólico podemos adoptar el papel de los demás y comprender la significación objetiva de un símbolo. El lenguaje constituye la base de toda objetividad y toda instrumentación, con el lenguaje podemos expresar con exactitud nuestros estados de ánimo. De este modo, el lenguaje posibilita el pensamiento y la reflexión.
Pero para quienes no saben utilizarlo, el lenguaje, o es mínimo lo que usan, o si éste es negativo hacia las mujeres, se les escapan toda una serie de hábitos simbólicos, obteniendo una participación mínima en la sociedad. Quien es incapaz de expresarse correctamente en cuestión de género le resulta muy oscuro entender, comprender e interiorizar.
Pienso que no somos totalmente justos. Mientras para algunos se ha avanzado mucho porque repensamos el voto de la mujer, se busca la igualdad salarial, la verdadera igualdad ante la ley y otras cuestiones, seguimos refiriéndonos a ellas con estos vocablos insultantes y hasta denigrantes, pronunciados lo mismo por mujeres y hombres.
En estos días que aún faltan de cuarentena, los invito a que cambiemos día con día nuestro vocabulario y las formas de comunicarnos, reflexionar; así como los significados y trascendencia de lo que expresamos para con nuestras compañeras de vida, pareja, hermanas, madres, compañeras de trabajo o la mujer que pase frente a nosotros y las que no, porque no se requiere que esté una mujer presente para darle respeto, hay que hacerlo siempre al género femenino.
Te invitamos a revisar nuestro sitio especial IBERO COVID-19
PRL/ICM
Las opiniones y puntos de vista vertidos en este comunicado son de exclusiva responsabilidad de quienes los emiten
y no representan necesariamente el pensamiento ni la línea editorial de la Universidad Iberoamericana.
Para mayor información sobre este comunicado llamar a los teléfonos: (55) 59 50 40 00, Ext. 7594, 7759
Comunicación Institucional de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México
Prol. Paseo de la Reforma 880, edificio F, 1er piso, Col. Lomas de Santa Fe, C.P. 01219




