Aprendizaje-Servicio, metodología para ser hombres y mujeres para los demás

Mar, 23 Ago 2022
Iván Pérez, psicólogo español y exjesuita, habla sobre el Aprendizaje-Servicio, tema de su libro: ‘Aprender ayudando. APS para una ciudadanía global’
  • El desarrollo de proyectos de Aprendizaje-Servicio es una metodología que tiene muchos puntos de relación con la pedagogía ignaciana que se imparte en la IBERO.
  • En este libro el Lic. Iván Pérez del Río, psicólogo español y exjesuita, profundiza en el ApS, que propone como herramienta para educar miradas críticas, reflexivas, contemplativas y comprometidas con el mundo.

El desarrollo de proyectos de Aprendizaje-Servicio (metodología que tiene muchos puntos de relación con la pedagogía ignaciana que se imparte en la IBERO), favorece la formación integral para ser hombres y mujeres para los demás, señaló el Lic. Iván Pérez del Río, psicólogo español y exjesuita.

El Aprendizaje-Servicio (ApS) es el tema del libro de Pérez, ‘Aprender ayudando. APS para una ciudadanía global’, texto que tiene como objetivo principal profundizar en esta metodología, la cual se propone como herramienta para una tarea esencial y clave: educar miradas críticas, reflexivas, contemplativas y comprometidas con el mundo.

Aunque por lo general se asocia a la metodología ApS con el voluntariado, los proyectos de Aprendizaje-Servicio van más allá de ser una acción social, pues su fin prioritario es conseguir un aprendizaje eficaz y de calidad, donde el servicio sería el medio para alcanzar ese fin.

Pérez agregó que trabajar a partir de la metodología ApS también supone contribuir al fin general de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): llamamiento universal a la acción para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y mejorar las vidas y las perspectivas de las personas en todo el mundo.

Responder a la realidad actual, destacar las necesidades sociales urgentes y proponer acciones concretas, es algo que hacen los ODS y también el Pacto Educativo Global (promovido por el Papa Francisco), un ejercicio de mirar la realidad, detectar y analizar necesidades y responder con la práctica que también se ejerce en la metodología ApS, que implementa el sentido profundo del Pacto y de los ODS: una sociedad más crítica, más responsable, más participativa y más comprometida.

Asimismo, la metodología ApS aporta al alumnado rasgos muy necesarios para la construcción de una ciudadanía global:

1.- Trabajo en red frente a un individualismo mortífero. El trabajo en los proyectos ApS es, fundamentalmente, en red, en colaboración con otros. Ser el mejor, hoy, va de colaborar con otros, de sumar y no de competir. Cualquier centro educativo, especialmente una universidad, ha de estar conectada con el resto de universidades, con la sociedad, con la realidad social, política y económica.

2.- Pedagogía del cuidado frente a la competencia encarnizada. Los proyectos ApS impulsan al compromiso y al cuidado integral -de uno mismo, de los otros y del entorno-. Esta tarea del cuidado no es opcional, es una tarea irrenunciable para la supervivencia del ser humano. “Sólo generando una red global de cuidados haremos de este mundo uno un poco mejor para todos, uno un poco más habitable”.

3.- Pedagogía de la praxis frente a un inmovilismo baldío. La metodología ApS hace de las necesidades sociales materia de análisis y hace del centro educativo uno abierto a la sociedad y a los problemas del entorno. Además, se orienta a la acción, sale a la calle y presta un servicio a la comunidad. Este análisis y servicio buscan crear una sociedad despierta, más humana y más fraterna; derribar cualquier tipo de frontera y desigualdad; poner en valor a la diversidad; y proteger de la sinrazón y de los populismos a la libertad, la participación y la democracia.

“Ojalá que los egresados de las universidades jesuitas, a través de la práctica del ApS y de la excelente calidad de su educación, sean futuros profesionales comprometidos con el mundo y la sociedad desde estos tres parámetros: Trabajo en red y colaborativo en un entramado global, Cuidado integral como elemento vertebrador de su labor y Praxis al servicio de los otros, especialmente de los más vulnerables”, dijo Pérez del Río.

A modo de ejemplo, comentó que la Universidad Pontificia Comillas (institución jesuita localizada en Madrid, España) es pionera en la institucionalización de la enseñanza del Aprendizaje-Servicio y lleva desde el 2014 trabajando con programas de este tipo. Es además una de las pocas universidades en las que el ApS se ha convertido en una asignatura obligatoria de cierre de carrera.

Además de Comillas, en el caso concreto de España, otras universidades jesuitas, como Deusto, ESADE, Loyola Andalucía o el Centro Universitario SAFA, han impulsado e impulsan proyectos de ApS.

PRL

 

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