En la Ciudad de México, el consumo de sodio alcanza los 11 gramos diarios por persona, más del doble de los 5 gramos recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ante esta cifra, la Doctora (Dra.) Alejandra Cantoral, investigadora del Departamento de Salud de la Universidad Iberoamericana (IBERO), lideró un proyecto para reducir la ingesta de sodio en los hogares mediante la implementación de huertos familiares.

El proyecto Reducción del consumo de sodio en los hogares mexicanos a través de la implementación de huertos familiares se desarrolló en 2022 y se centró en la comunidad de Santa Fe. La iniciativa, promovida a través del Centro IBERO Meneses, invitó a los residentes a participar en la creación de pequeños huertos con hierbas aromáticas como tomillo, epazote, cilantro y albahaca, que se cultivaron en guacales adecuados para cualquier espacio habitacional.

El objetivo principal fue que las familias utilizaran estas hierbas en su cocina diaria en lugar de sal y consomé en polvo. Desde el Centro IBERO Meneses, se observó que la hipertensión es un problema grave en la comunidad de Santa Fe. Muchas personas acuden regularmente a consultas de nutrición debido a este problema. Por ello, el equipo decidió iniciar este proyecto para abordar esta necesidad y así ofrecer talleres sobre el cultivo de hierbas aromáticas y su uso en la cocina diaria, proporcionando a las familias una alternativa saludable.

Antes de implementar el proyecto, se realizó una revisión bibliográfica para identificar las hierbas más adecuadas para sustituir el sodio en la cocina mexicana. Se seleccionaron seis hierbas que se adaptaron bien al microclima de Santa Fe. Las familias participaron en talleres para aprender a cultivar y cuidar estas plantas, permitiéndoles tener un fácil y constante acceso a estos ingredientes.

De la investigación a la acción

Además de los talleres de huertos, se llevaron a cabo siete talleres de cocina, cada uno enfocado en una de las hierbas del huerto y uno dedicado a la educación sobre el sodio. Estos talleres, realizados vía Zoom debido a la pandemia, tuvieron una alta tasa de participación. Las familias compartieron fotos de sus preparaciones culinarias y el progreso de sus plantas a través de un grupo de WhatsApp, fomentando la colaboración y el intercambio de experiencias.

La Dra. Cantoral explicó que estos talleres no solo enseñaron a las familias a usar las hierbas en sus comidas, sino que también aumentaron la conciencia sobre los peligros del consumo excesivo de sodio. "Vimos una reducción promedio de un gramo de sodio por día en los participantes, lo cual es significativo para su salud," afirmó. Se destacó la importancia de evitar productos como el consomé en polvo, que contiene altos niveles de sodio, y de leer las etiquetas de los alimentos para identificar aquellos con exceso.

El éxito del proyecto en Santa Fe ha motivado al equipo a considerar su expansión a otras comunidades. Se planifica enfocar futuros esfuerzos en familias con al menos un miembro con hipertensión y adaptar el programa a diferentes microclimas dentro de la Ciudad de México. Además, Cantoral destacó la posibilidad de replicar este modelo en otras partes del país, donde la hipertensión y el consumo elevado de sodio son también problemas de salud pública.