La Universidad Iberoamericana celebró la graduación de 940 estudiantes con una ceremonia que encabezó el Rector de esta casa de estudios, el Mtro. David Fernández Dávalos, S. J., quien compartió con los jóvenes que terminaron sus estudios y con sus familias un decálogo sobre las intenciones que tiene esta institución educativa a través de la formación que se brinda en sus aulas.

1. Formar personas con una fe sólida, con una visión sanamente espiritual de la existencia. Independientemente de la religión que profesen o no, que sepan por qué y para qué viven y estudian, qué sentido tiene su paso en esta tierra, por qué existen. Que tengan espiritualidad que crea en el Dios de la vida, que no le quita al ser humano su libertad.
2. Esperamos haber hecho de ustedes hombres y mujeres colaboradores de la obra de Dios, que comprenden su profesión como una misión y como una posibilidad de servicio que existen para las y los demás. Que no buscan su propia realización ni su prestigio, sino ser útiles a la creación, a la naturaleza, a los seres humanos y a la sociedad.
3. Queremos formar seres humanos capaces de diálogo, que respeten las opiniones ajenas, que procuren abrirse a la verdad sin relativismo ni fanatismos, sin intransigencia, ni descalificaciones, sin creer que son los únicos poseedores de la verdad absoluta. Por eso las personas formadas en esta universidad deberían de ser un fermento de concordia de reconciliación y de paz.
4. Esperamos que salgan personas que miran positivamente a la creación, a la naturaleza, al universo, que sepan amar y cuidar la naturaleza. Que sepan contemplarla y reconocer en ella las huellas de su creador sin esclavizarse nunca a ninguna criatura. Frente a la tentación del consumismo, de la ostentación que nos amenaza, esta Universidad quiere formar personas austeras y modestas que comprendan que los bienes de cualquier índole tienen un destino universal y son de alguna manera para todos y todas. También es importante que nuestros profesionales, egresados y egresadas, tengan la genialidad de emplear los medios que correspondan a nuestra realidad social y económica, cultural, étnica, para que no se constituyan en un factor de alienación, separación de otros sino de liberación y de inclusión.
5. Queremos que sean excelentes en sus relativas disciplinas, hacer rendir sus talentos recibidos sin mediocridad. El país necesita para su desarrollo, para la superación de la pobreza, de la discrepancia y la violencia profesionales de primera calidad, serios, creativos, constantes y estudiosos. Buscar la excelencia es un modo de amar.
6. Es bueno recordar que las y los egresados de estas aulas deben tener una verdadera pasión por la justicia, procurando crear con todo su empreño una sociedad más justa y solidaria. Por eso es indispensable estudiar los mecanismos que generan la injustica, tener contacto real con los que la padecen, con las personas maginadas con los más pobres y los que más sufren.
7. Para poder vivir el ideal del Padre Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, es fundamental una formación integral e integradora, por eso hemos pretendido que los profesionales que salen de estas aulas sean especializados, pero no personas de una sola dimensión. El profesional de esta Universidad debe ser profundamente humano, capaz de apasionarse por todas las manifestaciones del espíritu.
8. La formación humanizante debería dar a los profesionales la capacidad de no escandalizarse de las debilidades humanas. Hombres y mujeres maduros que no deben cerrar los ojos ante el mal, sino combatirlo en donde esté, reconocerlo, denunciarlo y buscar los remedios, pero jamás descorazonarse, desesperanzarse o renegar de la pequeñez humana.
9. Formar profesionales libres para buscar, decir y vivir la verdad. No puede haber una sociedad justa y desarrollada construida sobre el engaño, sobre la deshonestidad o sobre la corrupción. Por eso nuestro lema: 'La verdad nos hará libres'.
10. En un mundo que se unifica, hemos querido hacer de ustedes personas con una mirada universal, que no estrechen las perspectivas por el amor a su país o a su región que son necesarios. Pero la persona que tenemos que preparar para el siglo XXI, tienen raíces en su patria, pero es un ciudadano del mundo que se deja interpelar por los grandes problemas de la humanidad.

El orador invitado a la ceremonia fue Luis Barrios Sánchez, quien gracias a su visión disruptiva e innovadora revolucionó la industria hotelera en México al crear Hoteles City Express, empresa donde es director.

Durante su mensaje, el egresado de Ingeniería Mecánica y Eléctrica de la IBERO, señaló que México requiere de personas preparadas y con valores; así como emprendedores que hagan de su proyecto de vida un éxito. De tal suerte que generen valor en la sociedad.

Asimismo, los invitó a buscar la felicidad en todo lo que hagan, pues las personas que la hallan son a quienes se les facilita el trabajo. También les pidió tener pasión, ser perseverantes, testarudos y defender sus ideas.

Durante el evento, el Rector reconoció a los 33 estudiantes de excelencia académica, de los cuales ocho egresaron del Programa ‘Si quieres,¡puedes!’ de la IBERO.

Valentina González/IBERO