El movimiento de los asteroides no es una simple curiosidad “muy interesante”. A pesar de que la mayoría de los objetos astronómicos potencialmente peligrosos para la Tierra se encuentran monitoreados, existen fenómenos físicos capaces de alterar su dinámica y con ello incrementar su peligrosidad con el paso de los siglos. El llamado 'efecto Yarkovsky' es uno de estos fenómenos, y actualmente afecta al asteroide Bennu, el cual se encuentra en una órbita que se acerca a nuestro planeta. ¹

El posible impacto de un asteroide con un planeta no es una cuestión de puntería o de suerte. Lo que determina la posibilidad de colisión es la captura del asteroide por el campo gravitacional del planeta. Si la roca pierde su energía, y se encuentra lo suficientemente cerca del planeta, ésta caerá en espiral hacia él.

En los cursos básicos de física se estudia el movimiento de los cuerpos en presencia de gravedad de una manera limitada. En este contexto se asume que la energía de los asteroides se conserva, de forma que sólo si la órbita se acerca significativamente al planeta habrá riesgo de colisión. El 'efecto Yarkovsky' es un mecanismo en el cual el asteroide pierde su energía poco a poco, de forma que no es necesario que la órbita calculada en un momento dado tenga una ruta de colisión hacia la Tierra.

Debido a su rotación, los asteroides presentan periodos de día y de noche. Durante el día absorben energía solar y durante la noche la emiten. El sentido de la rotación es importante pues la emisión de la radiación puede acelerar o frenar al objeto.

En el caso del asteroide Bennu la emisión de radiación hace que su probabilidad de captura aumente con el paso del tiempo. ² El cálculo de la nueva órbita del asteroide es complejo y requiere de mediciones precisas de las cantidades de la radiación emitidas y absorbidas por él. Actualmente la misión de la NASA Osiris Rex realiza este tipo de mediciones en Bennu, aunque la geografía de este objeto hace muy complicada la determinación de los parámetros correspondientes al efecto. ³

Entre las actividades escolares que pueden incorporarse a los cursos de física del siglo XXI se encuentra el desarrollo de prácticas relativas a la dinámica de asteroides en presencia del efecto Yarkovsky. Las capacidades de cómputo contemporáneas permiten la realización de cálculos y la visualización de movimientos de manera realista.

A su vez, los estudiantes pueden vincular la resolución de problemas de física–matemática aparentemente áridos con situaciones de trascendencia que involucran el destino del planeta. No podemos olvidar que, en términos astronómicos, unos cuantos siglos son el equivalente a segundos en la escala humana.

Únicamente los seres humanos seremos capaces de implementar medidas para evitar posibles colisiones con asteroides, como la ocurrida hace 65 millones de años, la cual terminó con los dinosaurios y numerosas especies presentes en la Tierra.

Referencias:

¹ Una descripción del asteroide Bennu puede encontrarse en el libro: A. Sandoval Villalbazo, “Ciencia de Botepronto”, página 227, Universidad Iberoamericana (2019), ISBN: 978-607-417-605-6.

² “¿Por qué a Bennu se le conoce como el asteroide de la muerte?”, Redacción de BBC Mundo, 1° de agosto de 2016.

www.bbc.com/mundo/noticias-36941679.

³ La información en tiempo real de la misión espacial Osiris-Rex puede encontrarse en la dirección electrónica :  http://nasa.gov/osiris-rex

Para leer más artículos del Dr. Alfredo Sandoval, consulte su libro 'Ciencia de botepronto: divulgación científica coyuntural al servicio de la ciudadanía​'.

PRL/ICM