Este martes 8 de noviembre, Hillary Clinton, candidata demócrata, y Donald Trump, abanderado republicano, vivirán de forma definitiva la batalla electoral que cuenta: la de las urnas, más allá de las debates y de la crítica que han sostenido desde que fueron elegidos aspirantes presidenciales.

De acuerdo con la legislación electoral estadounidense, para que alguno de los dos se proclame ganador de la contienda deberá ganar 270 de los 538 electores, pues en la Unión Americana el conteo se hace de manera indirecta.

Este lunes, el sitio especializado Real Clear Politics da una ligera ventaja a Clinton de dos puntos porcentuales a nivel nacional. La demócrata también lleva la delantera a nivel estatal, que le daría 297 votos electorales por 241 que tendría Trump, más de lo necesario para llegar a la Casa Blanca.

¿Listos para llegar a la Casa Blanca?

La contienda, recordada por el alto nivel de agresión discursiva, refleja que los dos personajes han estado por encima de sus respectivos partidos, como afirmó la Dra. Ivonne Acuña Murillo en un artículo de opinión publicado en Huffington Post.

La académica del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México señaló que Trump se ha destacado por sus posturas altamente agresivas, misóginas y fincadas en el etnocentrismo, sin detalles de cómo llevará a cabo sus propuestas.

Por su parte, Hillary Clinton no ha podido conectar emocionalmente con el electorado, a pesar de ser la más preparada y con experiencia política para gobernar, por lo que ha tenido que recurrir a su esposo, Bill, y a los Obama (Michelle y Barack) para dar pasos hacia adelante.

“Para los votantes reflexivos, los menos, las propuestas de Hillary hacen sentido y hablan de su expertiz político y de gobierno; pero, para los votantes promedio, que son mayoría, el espectáculo y los escándalos dados por Trump pueden operar como un fuerte atractivo a su favor”, escribió Acuña Murillo.

El Dr. Javier Urbano, del Departamento de Estudios Internacionales de la IBERO, analizó los debates presidenciales y dejó claro que la experiencia de la abanderada demócrata había superado al magnate, pero ninguno de los dos, después de dos enfrentamientos, eliminaron la desconfianza sobre sus candidaturas.

“Son dos personajes cuyos programas y propuestas de gobierno han sido incapaces de eliminar o atenuar la desconfianza en sus candidaturas, es decir, hay un profundo cuestionamiento con relación a sus merecimientos para llegar a la Casa Blanca”, enfatizó.

Sin embargo, afirmó que “más de lo mismo (Clinton), supondría certeza en un sistema internacional que requiere como nunca la acción sin dudas y sin titubeos. La incertidumbre, la duda y el prejuicio (Trump), parece que no es un perfil adecuado en un mundo tan dinámico y cambiante y para un país que lo que requiere es un una ruta clara, no una promesa indefinida”.

Clinton y Trump, una pesadilla para México

Entre todos los temas tocados por los candidatos, que van desde expulsar a ilegales hasta la construcción de un muro en la frontera sur, uno de los más preocupantes, y en el que los dos aspirantes estadounidenses se han referido, es el análisis del Tratado de Libre Comercio (TLC).

Ambos, tanto Clinton como Trump, han hablado de eliminarlo o modificarlo, lo que sería catastrófico para los dos países, aunque en mayor medida para México, por su dependencia al mercado de los Estados Unidos, de acuerdo con especialistas.

“Más del 50 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país deriva de acciones del comercio exterior”, dijo Roberto Sánchez de la Vara, coordinador de la Licenciatura en Administración de Negocios Internacionales de la IBERO a Sin Embargo. 

Clinton ha dicho que es necesario revisar y renegociar el TLC; mientras que Trump, más radical, tiene un plan para colocar aranceles de 35 por ciento a exportaciones mexicanas y bloquear el envío de remesas hacia nuestro país.

“Si comienzan a poner barreras a las exportaciones, las compañías estadounidenses y de otros países que vienen a invertir también frenarían su inversión. Eso provocará una menor entrada de divisas, lo cual depreciará más al peso”, comentó el Dr. Pablo Cotler Ávalos, director del Departamento de Economía de la IBERO, al mismo medio.

En su momento, Gonzalo Abad Frías, académico del Departamento de Estudios Internacionales de la IBERO, abundó para El Financiero en el problema que supone si EU dejara el TLC: “Sería un golpe muy fuerte para México, tomando en cuenta que el comercio de México con Estados Unidos en un solo día se equipara a todo el comercio de América Latina por un año”.

El significado de que una mujer llegue a la Presidencia

El 26 de julio pasado se escribió un hito en la política de Estados Unidos: Hillary Clinton alcanzó los delegados suficientes para convertirse en la primera mujer en ser candidata presidencial por uno de los dos principales partidos, con altas aspiraciones a gobernar la nación.

Su abanderamiento significa, de acuerdo con la Mtra. Raquel Saed, del Departamento de Estudios Internacionales de esta Universidad, romper el “techo de cristal” y abrir el camino al resto de las mujeres, en especial de las niñas, para aspirar a cargos de alta relevancia.

Sin embargo, su papel será el de romper estereotipos de género y a las expectativas que tendrán por ser mujer, dado que “lo que se espera de ella es mucho más de lo que se esperaría de un hombre, ya que todo el tiempo se están midiendo sus capacidades y comparando con sus predecesores, todos del sexo masculino”, expresó la académica en un texto publicado en el portal Nueva Mujer.

“Haber roto este ‘techo de cristal’ es la demostración de que otras mujeres pueden llegar a ser quienes quieran y que pueden alcanzar los sueños que se propongan. Ya no está a discusión que las mujeres tienen las mismas capacidades que los hombres en todos los ámbitos, pero en lo político, este paso es una declaración de que la puerta está abierta para todas las mujeres”. 

Y este 8 de noviembre se espera un paso más en este escenario: “A Hillary Clinton le correspondió romper ese primer ‘techo de cristal’, estaremos esperando verla romper el segundo (llegar a la Presidencia)”, comentó la académica.

Régimen autoritario y México en el espectro político de EU

Esta elección ha mostrado que Estados Unidos podría estar dando un golpe de timón a un régimen autoritario, que no tendría filia partidista, es decir, no tiene que ver con demócratas o republicanos, sino con todo el aparato político y social de ese país.

Para la Dra. Patricia de los Ríos Lozano, especialista en política interna de Estados Unidos y catedrática de la IBERO, existe un grave problema de derechización muy pronunciado en el Partido Republicano, una polarización ideológica entre éste y el Partido Demócrata y una relación cada vez más complicada entre Congreso y Presidencia.

Además de la alta injerencia del dinero en la política y los efectos de la globalización que han provocado disparidad y desigualdad económica, hay un tema que está alterando en mayor medida la forma de vida de la Unión Americana: el demográfico.

“Ese elemento demográfico de que los blancos estén en peligro de convertirse sólo en la mitad de la población o en menos de la mitad, junto con la disparidad económica, está jugando para que sectores que se sienten desprotegidos, que se sienten como las víctimas de los procesos económicos de la globalización, tengan una posición política muy conservadora, como ya ha sucedido en muchos países de Europa, y que escuchen los mensajes de un nacionalismo populista de derecha como sería lo que representa Trump”.

De los Ríos Lozano aseguró que México fue tema fundamental durante este proceso a la Casa Blanca porque fue parte importante del discurso xenófono de Donald Trump, que podría derivar en problemas de violencia contra los connacionales, pues la animadversión quedará como herencia.

Dijo que nuestras sociedades, economía y geografía mantienen totalmente en relación directa a ambos países, por lo que “México es un tema ya de política interna estadounidense, no un tema de política exterior”, por lo que a pocos países como al nuestro “tienen intereses verdaderamente en seguir y tratar de ver qué se puede hacer con el resultado del proceso”.

8 de noviembre, la elección

Todo está listo para que este 8 de noviembre se celebre la votación presidencial en Estados Unidos, donde se elegirá a Hillary Clinton o Donald Trump como próximo ocupante de la Casa Blanca.

Además, se renovará la Cámara de Representantes (435 escaños) y un tercio del Senado (34 de 100).

Quien resulte ganador será investido como el presidente 45 de Estados Unidos el 20 de enero de 2017, en el Capitolio de Washington como escenario.

Estará en el cargo por cuatro años y podrá buscar la reelección por un periodo más. 

Redacción