COVID-19: Debe vacunarse en paralelo a personas mayores y trabajadores(as)

Vie, 22 Ene 2021
Académica de la IBERO señala lo que considera debe replantearse en la estrategia de vacunación contra el COVID-19
  • Para lograr una inmunidad a nivel nacional, cualquier país necesita que cuando menos el 75% de su población cuente con anticuerpos (Pixabay).

La estrategia de vacunación contra el COVID-19 debe replantearse y, por ejemplo, considerar vacunar a la par de las personas mayores a los trabajadores(as) que, pese a la pandemia, a diario deben salir de sus hogares para ganarse el sustento económico suyo y de sus familias, opinó la doctora Gabriela Luna Ruiz, académica de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.

Debido a que el impacto económico de la pandemia ha obligado a mucha gente a romper el confinamiento, o nunca haberlo hecho, para trabajar y con ello allegarse de ingresos, la tasa de mortalidad por coronavirus resulta ser muy alta en personas en edad laboral, por lo que este grupo de población altamente vulnerable al COVID-19 debe ser vacunado con prontitud en México, subrayó Luna, especialista en temas de políticas públicas de salud.

De no vacunarse pronto a las y los trabajadores, se corre el riesgo de ir descuidando “ciertos flancos” en la estrategia de vacunación y en el combate al COVID-19. Además, recordó que, para lograr una inmunidad a nivel nacional, cualquier país necesita que cuando menos el 75% de su población cuente con anticuerpos

Para lograr alinear correctamente las condicionantes del combate a la pandemia, enfatizó que se debe continuar, y alcanzar en lo inmediato, la vacunación del 100% del personal de salud: médicos, enfermeras, paramédicos, trabajadoras sociales, etcétera, ya sean del sistema público de salud (por ejemplo, IMSS e ISSSTE) o del privado, pues ellas y ellos están en mayor riesgo de contagio, porque “son la primera línea de atención para los pacientes con COVID-19”.

Luna Ruiz, investigadora del Departamento de Economía de la IBERO, dijo en torno a permitir a la iniciativa privada adquirir la vacuna, que ayudaría a conseguir más pronto la inmunidad de rebaño, ya que las personas con posibilidades de comprar la vacuna, y que decidieran hacerlo, permitirían que las vacunas que el gobierno consiga a través de compras consolidadas lleguen antes a las personas que no pueden pagar por ellas. 

Reconoció que dejar a la iniciativa privada comprar y vender la vacuna conlleva el riesgo de mercantilizarla; no obstante, también es cierto que al dejar que únicamente el gobierno pueda distribuir la vacuna se corre el riesgo, por cuestiones políticas, de “dar prioridad a grupos clientelares, a personas afiliadas al partido”.

Añadió que la compra de la vacuna también podría ampliarse a las entidades federativas: “Quizás valga la pena plantear la opción a los estados que puedan hacerlo,  que también ellos compren o apoyen en la aplicación de vacunas. Todo abona en mejorar los tiempos de cobertura”.

En más de la estrategia de vacunación, la Doctora mencionó que no comprende por qué complicar las estrategia con un programa en el que “un grupo específico allegado al gobierno tenga que distribuir la vacuna. No sé por qué intentar hacer estrategias pseudoinnovadoras, cuando la evidencia está en que Israel ha logrado vacunar ya a una parte muy importante de su población, a través de puestos de vacunación”.  

Es así que consideró que convendría retomar las ideas que hubo hasta hace algunos pocos años en México respecto a los programas nacionales de vacunación, durante los cuales la gente podía asistir a los centros de vacunación, donde “estrictamente el personal de salud” distribuía las vacunas a lo largo del territorio, sobre todo en zonas urbanas, que es donde se debería detonar la estrategia del COVID-19, debido a que la concentración de personas aumenta el riesgo de infectocontagiosidad.

Por medio de esas campañas nacionales de vacunación, como los programas nacionales de niños saludables, por ejemplo, se lograba cubrir a cerca del 93% de la población, pues siempre habrá alguna parte de la población a la que es imposible llegar. 

Por último, pero no por ello menos importante, la profesora de la Maestría en Políticas Públicas de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México comentó que la otra gran prioridad es incrementar la compra de vacunas, que permita mantener su flujo de llegada a México.

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PEDRO RENDÓN/ICM

 

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