COVID-19: Especialistas en teología de la IBERO ofrecen ayuda espiritual

Jue, 22 Abr 2021
La 'Línea de Ayuda Espiritual' forma parte de la iniciativa 'Ayudando a México', la cual ofrece apoyo emocional a la Comunidad IBERO y al público en general
  • Desde hace un año, un grupo de especialistas voluntarios apoyan en 'Ayudando a México'.

A partir del confinamiento por la pandemia del COVID-19, especialistas en teología de la IBERO se sumaron de manera voluntaria a la Línea de Ayuda Espiritual para atender a la comunidad de esta casa de estudios, así como al público en general, en situaciones de estrés, ansiedad, miedo, angustia, desaliento, soledad o la muerte de un ser querido.

Esta Línea de Ayuda Espiritual forma parte de Ayudando a México con apoyo emocional, una iniciativa de egresadas y egresados de Psicología de la IBERO, que también apoya la Asociación de Egresados de Psicología y Teología, así como la Asociación de Egresados de la Universidad Iberoamericana (ASEUIA) y la Dirección de Egresados y Desarrollo Profesional de esta casa de estudios, propuesta que surgió a partir del terremoto de 2017.

En entrevista, la doctora en Teología por la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, Jutta Battenberg, señaló que la espiritualidad es la que nos hace humanos, la que permite trascender y darle sentido y significado a lo que estamos viviendo. Está al margen de cualquier religión: al ser seres espirituales podemos vincularnos y apostar a que existe un ser superior.

La académica de la IBERO agregó que aceptar la muerte o la enfermedad tiene un sentido mucho más espiritual que emocional, pues nunca son oportunas y tampoco estamos preparados para recibirlas, pero ¿cómo sostenernos en la fe que tenemos para quienes somos cristianos y católicos o para quienes practican otras religiones? La espiritualidad permite trascender los problemas de la vida para salir adelante y fortalecidos.

Battenberg compartió el caso de las personas de la tercera edad quienes, aseguran, prefieren morir a no tener contacto con su familia.

La soledad para personas mayores está pensándoles mucho.  La falta de contacto físico para quienes están aislados está siendo muy significativo y se está convirtiendo en un problema a resolver”, dijo la licenciada en Ciencias Teológicas por la IBERO.

En el artículo Reflexiones sobre la línea de ayuda espiritual IBERO para la Revista Iberoamericana de Teología, la Mtra. Ruth Casa Godoy expresó que la Línea de Ayuda Espiritual dio la oportunidad de brindar escucha y acompañamiento a personas que sentían el impulso de adentrarse en la espiritualidad, de recuperar la paz, obtener un antídoto contra la ansiedad y el miedo a la muerte, la enfermedad y un futuro incierto.

“Fue un llamado espiritual para tocarnos unos a otros a través del encuentro que no permitía conocer el rostro del otro, pero sí su fragilidad haciendo que a través del amor y el espíritu de servicio se tejieran experiencias significativas y surgieran profundas reflexiones respecto al valor de la espiritualidad”, dijo.

Por su parte, la Mtra. Teresa Valenzuela, académica del Departamento de Reflexión Interdisciplinaria y voluntaria en la Línea de Ayuda Espiritual, señaló que este espacio ha permitido a las personas acercarse y hacer preguntas en momentos de vulnerabilidad, y recordar cómo hacer oración.

“Muchas veces quieren recobrar un camino para acercarse a la fe y a Dios, pero no saben cómo porque tienen dudas y desconfianza. Al estar en una situación vulnerable, estas experiencias nos hacen recordar y preguntarnos hacia dónde vamos, quiénes somos y qué hacemos aquí. Estas preguntas buscan respuestas en su tradición y recobrar un sentido de vida hacia algo divino”, explicó la académica.

Explicó que en el dolor y sufrimiento se crean espacios en los que las personas se preguntan dónde está Dios. Muchas personas se sienten mal por sentir enojo hacia Él y quieren que alguien les diga si lo que están viviendo y sintiendo es normal. Más que una respuesta existencial, lo que se da es un acompañamiento, un espacio en donde se sientan escuchados y acompañados en este dolor y sufrimiento, que hay alguien que es empático con su dolor.

Esto es muy bonito nos acerca unos a otros. Al escuchar, también participas porque compartes tu experiencia de vida y lo que has experimentado. Entras en compasión con las personas que se acercan a la línea de ayuda a conectar con la experiencia de fe de los voluntarios. No sólo das, sino acompañas y te sientes acompañado”, dijo.

Vivir despedidos

Para Jutta Battenberg, fundadora y presidenta de la Asociación de Egresados de Teología de la IBERO, la muerte es un tema absolutamente espiritual, es una constante, una estadística que se cumple porque todos vamos a morir, no sabemos cuándo, dónde o de qué. Por lo cual, habló de la importancia de aprender a vivir despedidos, es decir, contar con todos los asuntos prácticos resueltos para no dejar complicaciones a los deudos, demostrando lo valiosa y querida que es la presencia de los otros.

Aceptar que tarde o temprano llegará el final de la existencia, propia o de los seres queridos, permite disfrutar cada momento de la vida, evita apegarse a recuerdos dañinos, deja ir a los seres queridos cuando ha llegado su hora y prepara para abandonar esta dimensión de la mejor manera posible.

Las nuevas corrientes psicológicas, más humanistas, buscan que si la persona tiene algún tipo de creencia espiritual, la que sea, apoyarnos en ella porque entonces podemos ayudar a las personas de mejor forma. “Si la persona confía en Dios puede estar más relajada en que pase lo que pase va a estar bien porque no lo atraviesa sola, sino acompañada de su Dios”.

Todas las religiones son una constante. Es como confiar en que esto que uno no tiene, lo podemos tener a partir del Dios en el que creo, sea cual sea, esto que me falta me lo va a dar el dios en el que creo… y si me toca morir, tener esta certeza de que voy a un lugar mejor”, dijo.

Añadió que la muerte siempre trastoca el sentido existencial más profundo del ser. A veces, aceptar la enfermedad o muerte de un ser querido tiene un sentido mucho más espiritual que emocional.

“Las personas que fallecen siguen estando presentes para nosotros, este vínculo no se rompe, aunque no esté la presencia física”.

  • Contacto:

Línea de Ayuda Espiritual: 55 4172 0417

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Valentina González/ICM

 

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