COVID-19: Meditar, una práctica para salir a 'la nueva normalidad'
La 'nueva normalidad' es una fase de nuestra vida que nos presenta retos y problemáticas nunca antes vistas. Ante esta situación, podemos o no sensibilizarnos a la nueva realidad que se está creando a partir de nuestro interior y de nuestras grandezas internas.
En efecto, saldremos de un confinamiento donde algunos nos permitimos o vimos forzados a mirar dentro y reconocer nuestro interior. Después de mirar dentro de nosotros no podemos vivir de la misma manera. Así que la invitación de este tiempo es volver a preguntarnos por el sentido de nuestra existencia.
Podremos pausar y preguntar: ¿Quién soy? ¿Qué estoy haciendo con mi vida? ¿Qué quiero? ¿Cuál es mi papel en la sociedad? ¿Qué lugar tengo en el mundo y qué lugar tienen los otros para mí? Es una nueva 'normalidad' o una nueva manera de mirar y adentrarnos a la realidad.
En ese sentido, la meditación y la contemplación son formas de despertar nuestra conciencia a la realidad presente. En la meditación caminamos hacia una nueva forma de mirar la Realidad, con todos nuestros sentidos. Si convertimos este distanciamiento, en un camino de quietud, de interiorización para ver la realidad con otros ojos, podremos mirar todas nuestras grandezas interiores y exteriores.
Con esta nueva forma de vivir desde el interior podremos caminar en una nueva dirección, salir de nosotros mismos, y descubrir poco a poco nuestro lugar en el mundo. Desde este lugar, será más fácil mirarnos los unos a los otros desde el corazón, pues podremos mirarnos con la sabiduría del Amor. Así, surgirá en nosotros un cambio en nuestro actuar en el mundo, estando cada día más atentos a él y comprenderemos que no podemos mirarnos de otra manera que no sea desde la compasión. Desde este lugar experimentaremos una 'unión transformadora', si nos lo permitimos.
Gracias a estos espacios que hemos tenido de interiorización, nos permitiremos mirar el espacio público como un nuevo lugar de encuentro, desde donde puedo contemplar mi unidad y la cercanía con TODOS y TODAS. Por tanto, creo que no podremos dejar de mirar a todos aquellos en situación de vulnerabilidad, que quedaron sin trabajo, sin comer, sin padres o sin familiares, sin salir de nosotros para darles la mano.
Entonces, espero que esta salida nos permita percibir a quienes nos necesitan y nos abramos a recibir todo aquello que necesitamos. Que este proceso vivido sea una oportunidad para humanizarnos. No perdamos de vista al Misterio de Amor, que nos habita, que está presente en el mundo, siendo aquel que nos Une y da Vida.
Recordemos como bien dijo el Rector de la Universidad Iberoamericana, el Mtro. David Fernández Dávalos, S. J.: “Seremos mejores porque habremos aprendido un poco más de humildad, de sencillez; habremos aprendido sobre nuestra unidad como humanidad, sobre nuestras limitaciones y potencialidades; seremos entonces más solidarios. Las lecciones de la historia son siempre lecciones de humildad; ahora nos toca aprender de la que actualmente estamos recibiendo”.
Te invitamos a revisar nuestro sitio especial IBERO COVID-19
*Imparte las materias Religiones del Mundo y Mística de las Tradiciones Religiosas. También imparte talleres de meditación en la Casa de Meditación, Encuentro y Paz de la IBERO.
Las opiniones y puntos de vista vertidos en este comunicado son de exclusiva responsabilidad de quienes los emiten
y no representan necesariamente el pensamiento ni la línea editorial de la Universidad Iberoamericana.
Para mayor información sobre este comunicado llamar a los teléfonos: (55) 59 50 40 00, Ext. 7594, 7759
Comunicación Institucional de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México
Prol. Paseo de la Reforma 880, edificio F, 1er piso, Col. Lomas de Santa Fe, C.P. 01219