COVID: Sin contrato ni salario, la mitad de recolectores de basura de la CDMX

Vie, 22 Mayo 2020
Es importante separar los residuos para evitar que las y los trabajadores del servicio público de limpieza se contagien
  • Los recolectores de basura tienen carencias salariales y de seguridad (Foto tomada de Excélsior).
  • Mtra. Tania Espinosa Sánchez, egresada de la Licenciatura en Derecho de la IBERO.

De las 24 mil personas que laboran en el servicio público de limpieza de la Ciudad de México, 10 mil de ellas son ‘trabajadores voluntarios’ (41.6%), es decir, que no cuentan con un contrato, y por tanto, no reciben un salario, ni tienen seguridad social, por lo que viven de las propinas y de la venta de materiales reciclables, dijo la Mtra. Tania Espinosa Sánchez, coordinadora para América Latina del Programa de Derecho de WIEGO (siglas en inglés de ‘Mujeres en Empleo Informal: Globalizando y Organizando’).

Durante su alocución en el diálogo ‘Trabajo informal y la crisis del Covid-19’, organizado por el Departamento de Derecho de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, mencionó que esos ‘trabajadores voluntarios’ son llamados así por el gobierno, “para negar la relación laboral que existe con ellos, señalando que ellos están ahí unilateralmente, por su voluntad, sin que el gobierno les llame, ni les necesite”.

Pero lo que el gobierno no explica, señaló la egresada de la Licenciatura en Derecho de la IBERO, es que en caso de que los voluntarios no estuvieran haciendo su trabajo, el gobierno necesitaría contratar a otros trabajadores que cubran su tramo y sus rutas, pues ellos son las personas a las que se ve empujar sus carritos de la basura, barrer manualmente las calles y recoger la basura de puerta en puerta; o que las que le reciben a la gente los botes de basura para vaciarlos al camión de recolección.

Esta negación por parte del gobierno por supuesto que tiene consecuencias negativas, la peor es que les invisibiliza y, por ejemplo, al momento de presupuestar uniformes o herramientas de trabajo, pues no hay presupuesto destinado para los voluntarios, por lo que ellos tienen que hacer sus escobas, comprar sus tambos y uniformes, o si les va bien, algún compañero de  base al que le hayan dado partida doble les regala un uniforme.

Esta situación ya ha sido analizada por la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM), que emitió la Recomendación 7/2016, donde reconoció la violación del derecho al trabajo de estas personas y la necesidad de dar por terminado el uso de mano de obra gratuita. Esa misma recomendación también estableció que se les deben garantizar las condiciones de seguridad e higiene, las herramientas de trabajo y que sus instalaciones laborales sean las apropiadas; así como realizar un censo para saber quiénes son, comentó Espinosa.

Los 'Rifados de la Basura'

La también Coordinadora del proyecto Ciudades Focales de WIEGO en la Ciudad de México mencionó que esta organización lanzó la campaña ‘Los Rifados de la Basura’, para hacer un llamado al Gobierno de la Ciudad de México a que dé cumplimiento a la recomendación de la CDHCM, “sobre todo porque en estos momentos los riesgos de trabajo a los que se exponen los trabajadores voluntarios de limpia son mucho más grandes, porque se pueden contagiar de COVID-19 y morir”.

Por otra parte, la representante de WIEGO añadió que le llamó mucho la atención que la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México haya difundido un comunicado en donde indica cuáles son las herramientas que los trabajadores voluntarios deben de utilizar para no contagiarse, pero no se las proporcionó, y entonces quedó a la discrecionalidad de cada alcaldía el proporcionarles estas herramientas, independientemente de que sean trabajadores voluntarios o con contrato.

“Se ha visto en las noticias que en varias alcaldías se había estado haciendo este reparto. Pero al mismo tiempo, nosotros desde WIGO (una red global enfocada en garantizar los medios de sustento de los trabajadores pobres, especialmente las mujeres, en la economía informal) tenemos contacto con muchos voluntarios que nos dicen que siguen trabajando igual, como si nada, porque no les han dado ninguna herramienta, y en todo caso, ellos las tienen que comprar o conseguir”.

Más allá de la contratación, la seguridad social y la dotación de las herramientas de trabajo, que son obligación del gobierno, Tania Espinosa resaltó que con ‘Los Rifados de la Basura’ también se hace un llamado a que la gente dé cumplimiento a la Norma 024, que habla de la separación de residuos, y que sigue siendo deficiente.

“Nosotros desde WIGO hacemos el llamado a la ciudadanía a separar los residuos, y les voy a explicar por qué. Estos trabajadores, como les dije, dependen de las propinas de la gente y de la venta de los materiales reciclables, entonces, para encontrar estos materiales reciclables, abren todas las bolsas que uno les entrega”.

“Si uno les entregara los materiales reciclables en una bolsa separada, contribuiríamos a dignificar su labor, porque así no tendrían que hurgar entre los residuos para encontrar esos materiales reciclables; y por otro lado, en estos momentos de pandemia, es importantísimo entregar los materiales o los residuos sanitarios en una bolsa aparte, marcada y rociada con agua clorada”.

Espinosa reconoció que el aludido comunicado de la Secretaría del Medio Ambiente establece la manera en que la ciudadanía debiera entregar los residuos al personal de limpia; sin embargo, pese a decir perfectamente que se deben seguir ciertos lineamientos para prevenir el contagio, el gobierno de la CDMX no ha hecho una campaña de comunicación masiva en donde haga saber a toda la población que eso es algo necesario e indispensable para proteger la salud de los trabajadores del servicio público de limpieza.

Al final de su participación en la mesa de dialogo, que ella misma moderó, la egresada de la IBERO dijo que en WIEGO acompañan su llamado a separar la basura con una invitación a ser generosos con la propina, porque es parte del ingreso de los trabajadores voluntarios que recolectan la basura. Y quienes se encuentren en la posibilidad, donar a los trabajadores de limpia: guantes (que no sean de látex), cubrebocas, jabón, gel antibacterial o cloro, para que puedan limpiar sus espacios de trabajo.

“Estamos en deuda con estos trabajadores, el gobierno por supuesto desde hace décadas, por utilizar su mano de obra gratuita, por explotarles, por no garantizarles sus derechos. Pero es un hecho que también lo estamos como sociedad, por no reconocerles, por no reconocer la labor esencial que hacen, por no estar al tanto de sus condiciones de trabajo y exigir una rendición de cuentas al gobierno”.

Diálogo

El diálogo ‘Trabajo informal y la crisis del Covid-19’, formó parte del seminario on line ‘El Derecho frente a la pandemia del COVID-19’, organizado por el Departamento de Derecho de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.

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Texto: PEDRO RENDÓN/ICM

 

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