La solución a la pobreza en el campo mexicano no está en la transferencia de tecnología e insumos por parte del gobierno, sino en utilizar los recursos disponibles de los productores agrícolas, desarrollar sus capacidades y generar en ellos cambios de actitud, consideró Alberto Castelazo y López, presidente del Consejo Directivo de la Fundación Mexicana para el Desarrollo Rural (FMDR).

En la FMDR no se ve a la pobreza como una condición de orden económico, sino sistémico, y se promueve que el desarrollo integral de las personas se haga a través de su organización, para encontrar junto con ellas proyectos productivos, agregó Castelazo durante su participación en el Foro "Campo, sociedad y empresa", realizado en la Universidad Iberoamericana.

En el acto inaugurado por el Rector de la Ibero, doctor José Morales Orozco, fueron presentados los programas creados por la fundación: Educampo, En Pro de la Mujer y Sembrando Salud, tres casos de éxito que contribuyeron a mejorar la calidad de vida de campesinos, jornaleros y mujeres, así como de sus respectivas familias.

La metodología de los proyectos -sistematizada por seis académicos del Departamento de Estudios Empresariales de la Ibero- consiste en desarrollar a las personas, aumentar su productividad, fomentar su organización e influir en su salud, por medio de un programa de educación social básica que pretende transformar al individuo que vive en una población rural, para que mejore como persona, como miembro de una comunidad y como parte de su familia; para que al final encuentre su propia satisfacción.

La FMDR opera principalmente en estados del sureste, donde la pobreza es más lacerante, pero no mediante un trabajo asistencialista, pues “la meta es ayudar para que el campesino pobre en el futuro no necesite más ayuda”, filosofía que en 50 años ha permitido a la fundación transformar la vida de 500 mil familias.

Con Educampo, proyecto que se realiza en Campeche, Chiapas, Jalisco, Veracruz y Yucatán, se aumenta el rendimiento en la producción de granos de maíz, soya y sorgo de pequeños agricultores, para que obtengan mayores ingresos y una mejor calidad de vida. Este programa actualmente trabaja con seis mil trabajadores por año y de éste han derivado 47 empresas constituidas, propiedad de los productores.

En Pro de la Mujer mitiga el rezago crónico en que viven las mujeres campesinas de la costa de Oaxaca, sobre todo indígenas, mediante actividades distintas a las domésticas, como son la producción de textiles, miel, jamaica, la venta de tostadas y la apertura de panaderías.

Ha atendido a 750 mujeres, quienes incrementaron sus ingresos en dos salarios mínimos, además de convertirlas en personajes activos dentro de sus casas al contribuir económicamente e influir en la conducción de sus familias.

Sembrando Salud promueve mejores hábitos alimenticios y la actividad física entre grupos de jornaleros donde se llegan a presentar enfermedades asociadas con la obesidad, como son la diabetes y la hipertensión. Ha atendido a mil jornaleros, de los cuales 70 por ciento disminuyó su peso y talla, y 50 por ciento su consumo de bebidas gaseosas.

Vinculación interinstitucional para desarrollar a las personas

Durante la inauguración el Rector Morales Orozco se congratuló de la organización de este foro que conjuntamente hicieron la Universidad Iberoamericana y la Fundación Mexicana para el Desarrollo Rural, una vinculación interinstitucional para promover el desarrollo de las personas.

En el caso particular de la Ibero, este tipo de alianzas con organizaciones civiles le permiten colaborar en bien de la sociedad y de los más necesitados, en lo que está centrada la Compañía de Jesús, institución a la cual está confiada la Iberoamericana.

Para Lourdes Linares Castro, coordinadora del equipo de académicos del Departamento de Estudios Empresariales que colaboraron con la fundación, resultó importante poder trabajar con una institución preocupada y ocupada por las personas, con el fin de aumentar su calidad de vida. Asimismo, dijo esperar que los programas mencionados puedan ser replicados por otras organizaciones, como es el deseo de la FMDR.

En la sistematización del modelo de la fundación participaron el director del Departamento de Estudios Empresariales, Jorge Smeke, experto en dirección y planeación estratégica; Lourdes Linares, dedicada a los negocios en la base de la pirámide; Jesús Valdés, especialista en macro y microeconomía; Rocío Gutiérrez, psicóloga dedicada a la capacitación y formación de los adultos; Carlos Sedano, cuyo expertis se centra en la mercadotecnia, y Armando Gil, comprometido con programas de responsabilidad social empresarial.

Todos esos docentes, salvo los dos primeros, presentaron los tres casos de éxito durante el foro, en el cual también estuvo en el presídium el ingeniero Carlos García Muriel, consejero y presidente del Comité de Procuración de Fondos e imagen de la FMDR.

PRL/ ah