Desastres Naturales Incrementan Hasta 15% la Mortalidad en México; Efecto Puede Durar 2 Meses: Análisis IBERO
Mié, 13 Ago 2025
Con el ojo en el aumento de la temperatura a causa del cambio climático, especialistas de CENTRUS IBERO analizan la relación entre mortalidad y desastres naturales
Con base en estimaciones sobre el impacto de los desastres naturales en la vida de la población, un equipo de especialistas del Centro Transdisciplinar Universitario Para la Sustentabilidad (CENTRUS) de la Universidad Iberoamericana sugiere que la mortalidad por distintas causas cuando ocurre un fenómeno de estos en México aumenta hasta 15%, y el efecto puede prolongarse hasta dos meses.
El artículo ‘Cambio Climático y Salud en México’, firmado por el Director de CENTRUS, Dr. José Alberto Lara Pulido, advierte de datos que sugieren que la temperatura de nuestro país podría aumentar entre 1.4 y 2.5, dependiendo la región, para 2060, lo que podría incrementar la frecuencia y la intensidad de desastres naturales.
“Algunos ejemplos de las relaciones que se han encontrado entre eventos extremos y salud y mortalidad son el aumento en mortalidad y morbilidad por temperaturas extremas, ya sea altas o bajas. Las enfermedades respiratorias se incrementan con temperaturas más cálidas porque ello aumenta los alergenos. Además, las temperaturas altas favorecen la propagación de patógenos en comida y agua”, advierte el texto.
Otros efectos señalados son la contaminación de agua por huracanes y lluvias extremas; así como los accidentes mortales, los trastornos de salud mental, y las enfermades respiratorias que de éstos derivan.
Bajo este contexto, el equipo de CENTRUS generó estimaciones propias sobre el impacto de los desastres naturales en diferentes causas de mortalidad a nivel nacional con base en las declaratorias de desastres de CENAPRED para el periodo 2018 a 2023 y las estadísticas vitales de México, publicadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Con esta información se planteó un modelo estadístico que estima si cambia la tasa de mortalidad de diversas causas que pudieran estar asociadas a eventos extremos.
Las causas citadas en el análisis son accidentes, enfermedades respiratorias, mentales, desnutrición, por protozoarios, virales, intestinales, humo y fuego, de los ojos y de la boca. Por otra parte, el CENAPRED reporta tipos de eventos que son declarados por los municipios ante este organismo, los cuales son: ciclón tropical, nevadas, lluvias intensas, inundación, entre otras.
“A partir del análisis realizado se encontró que la tasa de mortalidad de todas las causas enunciadas anteriormente aumenta en conjunto en alrededor de 15%, y que este efecto perdura hasta por 2 meses una vez que ocurrió un desastre. Esto tiene claros impactos sociales y económicos. Además, generalmente estos efectos adversos se resienten más en poblaciones vulnerables como niñas y niños, adultos mayores y personas con algún padecimiento”, se lee en el artículo.
El análisis también da cuenta de algunos patrones: “La mortalidad por accidentes se incrementa en 70% con ciclones tropicales la de padecimientos de la boca en 90%, por enfermedades respiratorias se duplican, por padecimientos mentales se incrementan en 50% y las virales incrementan más del doble”.
Otros eventos en los que se encuentra un incremento en mortalidad son las lluvias intensas y las inundaciones, que provocan un incremento de mortalidad por enfermedades virales, así como en infecciones intestinales, se lee en el texto.
Sobre los problemas a la economía que causan los desastres, CENTRUS recordó que cifras del CENAPRED indican que en 2023 se registraron daños y pérdidas que ascendieron a 88,910 millones de pesos (0.3% del PIB) a causa de estos eventos: “Para ponerlo en perspectiva, este monto es superior a todo el presupuesto público dirigido a medio ambiente en un año”.
En sus conclusiones, el equipo de especialistas lamentó la desaparición del Fondo Nacional de Desastres (FONDEN) y del Fondo de Prevención de Desastres Naturales (FOPREDEN) por considerarlas “decisiones erradas ante lo que estamos viviendo en esta materia”.
Desde CENTRUS, el equipo llamó a adoptar una cultura de prevención que se refleje en programas y presupuesto dirigidos a la adaptación de las y los ciudadanos al cambio climático: “porque es bien conocido que la prevención siempre es menos costosa que la atención al desastre”.
El CENTRUS de la IBERO tiene como funciones sustantivas realizar actividades de docencia, investigación y vinculación que tengan relación con la sustentabilidad, aportando la perspectiva transdisciplinar. El CENTRUS es la catalización del compromiso que ha tenido la Universidad Iberoamericana con el tema ambiental desde hace décadas y complementa otras iniciativas dentro de su estructura que abonan en el mismo sentido. Los objetivos del CENTRUS están alineados con la planeación estratégica de la IBERP, principalmente en las áreas de interdisciplina, innovación en los programas académicos y de organización.
Texto: PRENSA IBERO/Jorge Luis Cortés
Con información de CENTRUS
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