Egresado de la IBERO emprende con helados de pintores famosos

Mar, 16 Jul 2019
Miguel Ordóñez, exalumno de Ciencias Políticas y Administración Pública, creó un concepto de postres de baja ingesta calórica
  • Al centro, Miguel Morales Ordóñez, creador del concepto Mi-ró (Cortesía).

Miguel Morales Ordóñez, egresado de la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública, desarrolló un concepto de negocio de postres de baja ingesta calórica. Estos alimentos además de ser una delicia para el paladar, son una opción saludable para personas de todas las edades que cuidan su cuerpo o que por prescripción médica deben moderar el consumo de azúcares. 

En entrevista para C+IBERO, Morales Ordóñez afirmó que Mi-ró ofrece “helados hechos al momento; es una forma diferente de hacer postres helados, una opción saludable para todos: desde niños hasta adultos mayores. La ventaja es que los clientes llegan al negocio y pueden elegir con qué se hará su postre”. 

Explicó que quienes vayan a su negocio, ubicado en Plaza Cuicuilco, al sur de la Ciudad de México, se encontrarán con una barra amplia de frutas y de chocolates sin azúcar para elaborar su helado. La ventaja es que se preparan al momento en una plancha que baja la temperatura. Agregó que estos postres son bajos en calorías. 

Tras abrir en enero de este año, Mi-ró también se ha especializado en frapés y wafles. Respecto al nombre de su proyecto, afirmó que está inspirando en pintores; por ello, el eslogan es ‘crea y congela’. La idea es que cada cliente pueda crear su propio helado y hay algunos que nacen de la inspiración de nuestro egresado. 

“El helado insignia es el Miró, en forma de rollo; hay una bola grande que se llama Klimt, servido en una canasta; el Vincent es un wafle al que puedes ponerle fruta; el wafle con helado se llama Gaudí. También tenemos una bola pequeña que se llama Picasso; y las malteadas son bautizadas como Remedios, por Remedios Varo”, expresó. 

Al cuestionarlo sobre si no es una contradicción ofrecer una opción saludable a través de postres, Miguel apuntó que el objetivo es que las personas no “se limiten en el consumo de estos alimentos; aquí la opción es saludable, son realmente muy bajos en calorías, estamos hablando de entre 50 y 60 en el helado grande, entonces esto permite que alguien por dieta o salud pueda consumirlos sin castigar el sabor”.  

Un giro hacia los negocios 

Tras concluir la licenciatura en 2007, Miguel Omar se dedicó a desarrollarse profesionalmente, pero siempre tuvo la inquietud de cumplir un sueño: emprender y convertirse en dueño de su destino. Los negocios siempre han sido parte de su vida y por fin en este año logró abrir Mi-ró. 

“Desde pequeño tuve la inquietud por los negocios, mis papás son comerciantes, crecí inmerso en el mundo de los negocios. Siempre tuve la inquietud, y a pesar que mi formación va hacia el campo de las políticas públicas y sector gubernamental, no desconozco el mundo empresarial”. 

Por ello, ha tomado algunos diplomados en su alma máter de alta dirección y liderazgo organizacional; además de un curso sobre desarrollo de negocios en el Centro de Emprendimiento y Desarrollo Empresarial (CEDE) de la IBERO. A la par, también entró a clases de técnicas de cabildeo y negociación política. 

Relató que Mi-ró le permite tener ingresos extra y, por otra parte, aportar sobre un tema de salud pública que se ha convertido en una preocupación: “México ocupa el segundo lugar en obesidad y es un tema de cultura de los postres, de la mala alimentación y tengo esa inquietud de que mi negocio aporte algo para la sociedad”. 

Y su vocación de ayuda la desarrolló en la IBERO, “un parteaguas en mi formación porque me desarrolló la sensibilidad por las acciones en el ámbito profesional. Me crearon ser más consciente y estar más sensible y perceptivas a ellas. Estoy agradecido con la Universidad porque fomentan la cultura de aportar algo a la comunidad”. 

Dijo que la IBERO es un buen lugar para los estudiantes que buscan continuar con sus estudios de educación superior. “Hay una gran diversidad de catedráticos que les pueden dar distintas visiones; su formación, independientemente la carrera que elijan, será integral. Les recomiendo que conozcan la IBERO y se inscriban”. 

Respecto a los proyectos que tiene en puerta, Miguel comentó que buscará que Mi-ró crezca, se convierta en una cadena de renombre, con más sucursales y, en un punto, que la marca sea una franquicia.  

Pero también quiere “trabajar en la iniciativa privada, en un área de asuntos gubernamentales, ser un vínculo entre privados y gobierno, he trabajado en ello, creo que es un buen momento porque las empresas no tienen las redes para acercarse con la nueva administración”, concluyó.

Iván Cabrera

 

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