La periodista Carmen Aristegui señaló que el ánimo de la sociedad mexicana está deteriorado y hay millones de personas enojadas, lo cual provoca que la población haya perdido el impulso transformador.

Así lo dijo durante la conferencia inaugural del tianguis de libros ‘Para leer en libertad’, denominada ‘En qué estado está la nación’, evento organizado por la ‘Brigada para leer en libertad’ y la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.

Frente a estudiantes, académicos e integrantes de la sociedad civil que se dieron cita en el Auditorio José Sánchez Villaseñor de la IBERO, la periodista explicó que tenemos un aparato de Estado con malas calificaciones y, al mismo tiempo, una ciudadanía que tiene como principal motor el enojo, el disgusto y la desazón, por lo que “nos toca reinventarnos como sociedad y recuperar lo que hemos perdido en términos de impulso”, señaló.

Aristegui, quien estuvo acompañada por el Rector de la IBERO, Mtro. David Fernández Dávalos, S. J.; el escritor Paco Ignacio Taibo II; y el padre Alejandro Solalinde, aseguró que la corrupción política en este sexenio ha dado una gran cantidad de casos y recordó a los exgobernadores procesados.

Expresó que detuvieron a unos cuantos pero no creemos estar “frente a una maquinaria de procuración e impartición de justicia eficiente que de pronto empezó a procesar los casos de corrupción. Más bien creo que estamos frente a un desbordamiento de los procesos de corrupción que la gente ha colocado como un tema inaceptable".   

Al respecto, dijo que se alimenta la idea de los pactos políticos, es decir, estar unos años en la cárcel para no contar lo que ha pasado en México, sobre todo en materia de financiamiento de campañas, negocios compartidos o de asuntos que se conocerían si realmente se abrieran procesos judiciales como ha ocurrido en otros países.

Carmen Aristegui comentó que un ingrediente fundamental para entender la situación del país es el asunto de los medios y la libertad de expresión. Al respecto, reconoció que se siente afectada al haber sido censurada tras salir de la radio en 2015.

Sin embargo, llamó a los asistentes a ponerle dimensión a los asesinatos de periodistas. A lo que significa que alguien pueda ser asesinado por informar. “Que nos caiga ese veinte, en este país donde llevamos mas de cien periodistas asesinados, muchos censurados e inhibidos, pero el extremo es que se mate por informar”, dijo

La periodista señaló que el bombardeo de la campaña de Peña Nieto a todas horas, en todos los lugares del país, en cadena nacional, no es sólo una autopromoción desmedida, habla de que se necesita un reforzamiento de la figura presidencial porque los niveles de popularidad están bajos.

“En esas campañas, además del rostro de Peña multiplicado, hay mucho dinero público utilizado no sólo para la autopromoción, sino para distribuir recursos públicos a una estructura mediática que lo recibe a raudales. Recurso que se distribuye discrecionalmente, a manera de precio y castigo que puede modular la línea editorial de los medios en función de recibir cantidades millonarias por estas campañas”.

Recordó que en la IBERO se detonó el movimiento estudiantil #YoSoy132, que dio una sacudida a una campaña político-electoral que estaba montada en la estructura mediática de la principal televisora de México. Ahora que se va, hay que recordar cómo llegó Peña Nieto a la Presidencia.

“Esta Universidad y las demás del país están llamadas, por su razón de ser y por su naturaleza, a invitar a la sociedad a ese ejercicio crítico, activo, que estimule una transformación de la sociedad”, puntualizó Aristegui.

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Valentina González/ICM