“Emojis, como la vuelta al jeroglífico”: Luis Fernando Lara, connotado lingüista IBERO

Lun, 2 Ene 2023
El también creador del Diccionario del Español de México (DEM) nos dice que las abreviaturas en los chats “son una nueva taquigrafía”
  • Aunque son una forma divertida de comunicarnos, el Dr. Luis Fernando Lara nos dice que “no todos los sentimientos se pueden representar con una carita". Foto: Unsplash.

LOL, ASAP, BTW, OMG… son sólo algunas de las abreviaturas que usualmente utilizamos para comunicarnos a través de chats, mensajes de texto y redes sociales. Con la democratización de internet y de los teléfonos móviles, que comenzó en la década del 2000, el uso de palabras en inglés, siglas y emojis se volvieron de uso cotidiano.

Sobre este tema conversamos con el Dr. Luis Fernando Lara, uno de los lingüistas más connotados del país, quien es egresado de la carrera de Letras de la Universidad Iberoamericana, profesor investigador emérito del Colegio de México (Colmex) y del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

¿Cómo se convirtió el inglés en el protagonista de la web?

Con el boom de internet surgió una industria tecnológica que incluyó hardware (computadoras, teléfonos celulares, tablets), software (componentes intangibles, como programas y aplicaciones, que permiten el funcionamiento de los dispositivos) y actualmente suma realidad virtual y redes sociales, entre otras. 

Aunque la tecnología avanza en muchas regiones del mundo, Silicon Valley, un lugar al sur del Área de la Bahía de San Francisco, en California, se convirtió en el emblema de las industrias tecnológicas y ahí se ubican las oficinas de empresas como Google, Apple, Cisco Systems, Ebay y Facebook. 

No es de extrañar que siendo Estados Unidos el país con la mayor influencia en esta industria, muchos términos utilizados en el ámbito tecnológico provengan del inglés y en todo el mundo sean de uso común palabras como software, app, browser, follower, selfie, hacker, gamer, updates, etcétera. 

Al respecto, el Dr. Luis Fernando Lara, creador del Diccionario del Español de México (DEM), opina que “la influencia de lenguas extranjeras es un hecho natural que ha sucedido siempre en la historia de la humanidad”.

¿La tecnología nos hace escribir peor?

“El uso de abreviaturas y contracciones que se utilizan ahora en los chats son una nueva taquigrafía, la cual pasó a la historia porque ahora todo se trabaja directamente con la computadora, pero antes, para las secretarias era una manera rápida de tomar nota de lo que les estaban dictando”, menciona el Dr. Lara.

Para el también Miembro del Comité Internacional Permanente de Lingüistas de la UNESCO, tanto el uso de palabras en inglés como el uso de las abreviaturas son el resultado natural de la evolución de la tecnología en los últimos años; sin embargo, reconoce que “lo que a mí sí me viene preocupando cada vez más es que en muchas personas hay un muy reducido dominio de la capacidad para escribir una oración bien construída y para conocer el vocabulario pertinente”.

“Eso lo vemos en el caso de Twitter, en el momento en que los políticos tratan de resolver los asuntos públicos con un tweet, lo que nos están quitando es la argumentación, lo que esperaríamos de un político es que argumentara lo que está haciendo”, señala el egresado de nuestra Ibero. 

Sobre los emojis, el Dr. Lara, opina que “son como la vuelta al jeroglífico, pero, claro, es una capacidad muy limitada de expresión, que también es porque a mucha gente le da flojera escribir, es algo que también me ha venido interesando mucho, hace falta educar a la juventud en las pasiones”.

“¿Qué pasa cuando muere un amigo, un familiar o sucede una situación trágica?”, se pregunta el ganador del Premio Nacional de Ciencias y Artes, en la rama de la Lingüística, “no todos los sentimientos se pueden representar con una carita echando lágrimas, ¡cuántos poetas han escrito precisamente sobre esas complejidades!”. 

El abuso de internet y sus riesgos

La democratización de internet y el uso de teléfonos celulares, que se ampliaron en la década del 2000, abrieron los horizontes del conocimiento e hicieron posibles investigaciones científicas como la decodificación del ADN; asimismo, permitieron que comunidades remotas pudieran comunicarse con mayor facilidad a través de los teléfonos móviles y nos dieron la oportunidad de conocer lugares que por motivos económicos, geográficos o sociopolíticos nos sería imposible visitar físicamente. 

En la actualidad, se calcula que a nivel mundial cinco mil millones de personas tienen acceso a internet. En el caso del continente americano, en EU y Canadá el servicio llega al 94.6% de la población, mientras que en América Latina el promedio es 68.9%. En México, existen 84.1 millones de internautas y 88.2 millones de usuarios de teléfonos celulares, según datos de la “Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares” (ENDUTIH) 2020, realizada por el  Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en colaboración con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).

En su informe sobre “Los niños en un mundo digital”, publicado en 2017, Unicef explica que el entorno digital forma parte de la realidad de las nuevas generaciones y es prioritario que todas y todos tengan acceso a esta herramienta que es indispensable en su vida académica y en su futuro entorno profesional.

Sin embargo, Unicef menciona que además de los peligros tradicionales (como por ejemplo la intimidación), las y los niños enfrentan “nuevas formas de abuso y explotación, como el material de abuso sexual infantil”, la pérdida de privacidad y problemas para limitar su tiempo en línea. 

En este sentido, la preocupación del Dr. Lara sobre la “pérdida de las pasiones”, adquiere sentido si tomamos en cuenta que las y los mexicanos dedicamos casi 5 horas al día conectados a internet, de acuerdo con la “Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la información en los Hogares” (ENDUTIH) 2021, elaborada por Inegi

La encuesta revela además que, en México, el grupo de edad que pasa más tiempo en línea es el de 18 a 24 años con 6.3 horas diarias, seguido del de 25 a 34 con 5.6 y el de 12 a 17 con 5.5. ¿Ese tiempo conectados nos permite cultivar otros hobbies como la lectura, el cine o el deporte?

Ante lo apabullante de los datos, Unicef recomienda a las madres y padres no alarmarse y recordar que “las niñas y niños con relaciones sólidas utilizan internet para reforzarlas, mientras que las y los pequeños que sufren a causa de depresión, estrés o problemas en el hogar pueden encontrar que la experiencia digital agrava sus dificultades existentes”; por lo tanto, es importante monitorear las actividades y el tiempo que nuestras y nuestros infantes le dedican a la web. 

¿Qué opinas sobre cómo la era digital cambió nuestra forma de comunicarnos y sus implicaciones en nuestra vida cotidiana? 

Por: Laura Herrera Camarillo

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Luis Fernando Lara, creador del Diccionario del Español de México, es egresado IBERO

 

 

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