Estos son los proyectos con sello Ibero que verás en Zona Maco
Zona Maco, la Feria de Arte más importante de Latinoamérica, reunirá este año a más de 210 expositores, de los cuales 51% son nacionales y 49% son internacionales, provenientes de 26 países, entre ellos Australia, Austria, Alemania, Canadá, China, Dinamarca, España, Estados Unidos, Francia, Israel, Italia, Reino Unido, Rumania y Turquía, entre otros.
La Semana del Arte, que abarca del 8 al 12 de febrero de 2023 en las salas A, B y C del Centro Citibanamex, estará dividida en cuatro plataformas: Zona Maco México Arte Contemporáneo, Zona Maco Diseño, Zona Maco Salón del Anticuario y Zona Maco Foto.
Este año, las y los alumnos del Departamento de Diseño de la Universidad Iberoamericana participarán con 35 proyectos que tendrán como hilo conductor las tradiciones mexicanas. En particular, la tradición oral es una de las formas más antiguas de expresión cultural, por medio de ésta se transmiten conocimientos, experiencias y valores de generación en generación.
Para estas propuestas, las y los estudiantes retomaron mitos, leyendas y dichos de la cultura mexicana para desarrollar piezas acordes a los usos y costumbres del mundo contemporáneo. A continuación te compartimos algunos de los proyectos de la Ibero que podrás encontrar y comprar en el booth DS20 de Zona Maco.
Ak’en. Es una pipa, que toma como inspiración la utilización de plantas medicinales en rituales de sanación y plasma la dualidad de la conexión del ser humano con la naturaleza, lo espiritual y lo terrenal. Alumnas y alumnos: Paola Cuevas, Erick Montañez y Andrea Reyes.
Unitá. Esta pieza es un botanero inspirada en el refrán “siempre hay un roto para un descosido”; cada uno de sus elementos es único, pero a su vez crean una unidad. Alumnas: Alyn Hop y Cristy Galindo.
Umé. El proyecto fue desarrollado por Armando Salazar, Rodrigo Zenteno y María José Méndez.
Zallot. Se trata de un fogatero inspirado en la leyenda y arquitectura de las pirámides del Sol y la Luna. La palabra Zallot es un diminutivo de Tlecuezallotl, que significa "llamas de fuego" en náhuatl. Alumnado: Regina Zapan, Mauro Santoyo y Diego Carmona.
Lapso. Esta colección de joyería escultórica está compuesta por piezas que representan a los 12 signos zodiacales. Alumnos: J. Federico Krebs y Sebastián G. Ramos.
Ixa. La propuesta, que incluye bandejas giratorias y bowls, se inspira en el movimiento que ocurre en la Tierra durante los temblores, los cuales han tenido grandes implicaciones en la historia de México. Alumnas y alumnos: Xóchitl Cruz, Irene Dichi y Alejandro Hollander.
Xoco. Conjunta la tradición del chocolate y la lectura de la suerte. La jarra representa una abstracción de la semilla, la taza semeja un cantarito y el plato, cuyo centro contiene una elevación con el grabado de una flor del cacao, que guía el juego. Equipo: Sofía Zavala, Ximena Asali y Bruno Calderón.
Volcánica. Esta lámpara se inspira en la leyenda del Popocatépetl e Iztaccíhuatl, cuya fuerza y pasión traspasó la muerte y su amor quedó inmortalizado en la unión de estos dos volcanes. Alumnas y alumnos: Ana Martínez, Emilio Hernández y Orly Kisel.
Mitla. Pensado para honrar y compartir mezcal y otros destilados de agave, es un juego conformado por cinco piezas, que hacen alusión a las alas de la mariposa monarca. Estudiantes: Atziri Guzmán, Ximena Gamboa y Natalya Meneses.
Luum. Se trata de una lámpara arbotante inspirada en la tradición de los Voladores de Papantla. El elemento central representa el tronco que utilizan para el ritual y las hélices que lo rodean, a los hombres que caen y giran simbolizando la lluvia. Alumnas: Ariela Schneeweiss, Monserrat Cruz y Paulina Contreras.
Ingona. Estas tazas de cerámica con base de cantera, disponibles en blanco, negro y rosa mate, surgen de la historia de la Malintzin, conocida popularmente como la Malinche, así como del ensayo “El laberinto de la soledad” de Octavio Paz. La propuesta explora la identidad mexicana y el papel de la mujer en la historia del país. Estudiantes: Cedric García y Natalia Herrero.
Cuenca. El diseño de esta lámpara de mesa se inspira en el mito de Aztlán, la tierra de donde provienen los aztecas, la cual habría estado ubicada en una cuenca hidrológica rodeada por montañas. Alumnos: Daniel Lara R., Erick Hernández y Daniel Lucas.
Gizaba. Juego para disfrutar de un buen gin tonic, que se inspira en la leyenda de la guerrera Nahuani y su águila Ahuilizapan, que relata que al morir ella en una batalla, su fiel ave decidió volar lo más alto y dejarse caer contra la tierra, formando así el volcán más alto de México: el Pico de Orizaba, cuyo interior resguarda el espíritu de Nahuani. Alumnas y alumnos: Camila Moreno, Jimena Moreno-Lacalle y Joaquín Barrera.
Koralle. Se trata de una pieza decorativa inspirada en el coral mexicano, que representa la segunda barrera de arrecifes más grande del mundo y que es de gran importancia para la biodiversidad subacuática. Alumnas: Ana Jauregui y Mariana Rivero.
Cucur. Estas macetas de cerámica complementadas con un tejido de palma realizado por artesanas de Puebla fueron diseñadas por Diana López y Garé Parra.
Penca. Esta lámpara arbotante está inspirada en la piñata como eje conceptual. Alumnos: Andrés Quintana Meureh y Bruno Gallegos Ortiz.
Patolli. Este antiguo juego mesoamericano de azar y apuestas era practicado por teotihuacanos, toltecas, mayas, aztecas y aunque su diseño podía variar según la región, su significado estaba relacionado con el calendario. Estudiantes: María Pérez, Ileana Neme y Manuel Viniegra.
Kosniin. Inspirado en la tradición oral mexicana de los Voladores de Papantla, este quemador de incienso le rinde homenaje a un ritual que celebra el saludo al sol y pide lluvia para fertilizar la Tierra. Sus elementos colgantes representan a los voladores y las ranuras simbolizan el espacio asignado a cada uno de ellos en el ritual. Alumnas: Lillian Nousairi Romano, Olga Mizrahi Cohen y Tamara Gamus Duek.
Alo. Bebedero para perros basado en la tradición oral de ahuizotl, considerado un monstruo de la mitología mexica, que es parecido a un perro con una mano en la cola, la cual servía a las divinidades acuáticas como Tláloc. Alumnas: María Elisa Sandoval Melgoza, Aitana Sofía Olarra Maldonado y Ayanna Paz y Puente Pellegrino.
Solé. Se trata de una lámpara arbotante que toma como inspiración la leyenda mixteca que describe a un guerrero que derrotó al sol lanzándole una flecha que lo hizo sangrar y así conquistó un territorio clave para su pueblo. Estudiantes: María Fuentes, Andrés Mangino, Miguel Naime.
Hueliá. Porta incienso inspirado en el simbolismo de la flor de cempasúchil, el cual también es un objeto decorativo. Alumnas: Mariana Terán Alvarez, María Martínez y Katia Kleinberg.
Bahui. Es una maceta cuyo diseño retoma la mitobotánica zapoteca, en la cual la naturaleza es sagrada, las plantas, los hongos, los animales y los fenómenos naturales. Asimismo, se inspira en la similitud que tienen las cascadas de Hierve el Agua en Oaxaca y la belleza del hongo Melena de León, uno de los más curativos del mundo. Alumnos: Manuel Álvarez, Ernesto Belchez y Diego Blanco.
Zontle. Pieza inspirada en el cenzontle, conocido como el pájaro de 400 voces, que brinda diferentes opciones para acomodar los portavasos y que se convierte en un objeto resistente, adaptable y que se convierte en una escultura armoniosa. Estudiantes: Daniel Castillo, Fátima González y Ximena Loza.
Yajtex. Son candelabros inspirados en la leyenda yucateca “El tigre y la escarabaja”, en la que un grupo de pequeños, pero bravos insectos, guiados por una escarabaja, se enfrentan a un ejército de enormes animales que comanda un tigre. El relato busca explicar el respeto y la armonía así como plasmar texturas y paisajes de Yucatán a través del hilo henequén y la madera de parota. Alumnas: Diana Fragoso y Montserrat Bisogno.
Nikté. Botanero decorativo que toma como inspiración la tradición oral de “las penas con pan son menos”, un dicho coloquial que muestra la importancia de la comida en la cultura mexicana. El nombre viene del maya “flor” que se refleja en el diseño de esta pieza 100% artesanal hecha en madera de nogal. Estudiantes: Frida Juárez, Mariana de Alba y Casandra Alanis.
Xolkan. Este contenedor de comida para perros tiene una base sólida de concreto que simboliza los nueve niveles del Mictlán, el inframundo en la mitología mexica, donde Xólotl guiaba las almas de los muertos. Alumnas y alumnos: Nicole González, Juan Pablo Moriyama y Valentina Peña.
Aún estás a tiempo de asistir a la Semana del Arte, recuerda visitar el booth DS20, donde podrás disfrutar y comprar los proyectos de las y los estudiantes del Departamento de Diseño de nuestra Ibero. Aquí el link para comprar los boletos: (Boletos Zona Maco).
Por: Laura Herrera Camarillo con información del Departamento de Diseño de la Universidad Iberoamericana / MYMV
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