¿Existió la Estrella de Belén?: una explicación desde el Clavius de la IBERO

Mar, 24 Dic 2024
El Mtro. Jorge Piedad Sánchez explica el fenómeno desde el punto de vista bíblico
El Centro Astronómico de nuestra Universidad cerró el 2024 con la conferencia “La Estrella de Belén”

Por décadas, los aficionados del cielo se han preguntado cuál fue la estrella de Belén que guió a los Reyes Magos al lugar del nacimiento de Jesús. ¿Habrá sido el cometa Halley?, ¿quizá Júpiter?, ¿o Sirio, la estrella más brillante en invierno?, ¿a lo mejor se trató de una nova, el nacimiento de una estrella?, ¿o de la muerte de una; es decir, una supernova?

El Centro Astronómico Clavius de la IBERO inició hace más de 20 años la tradición de, año con año, invitar especialistas para explicar qué pudo haber sido la estrella de Belén desde el punto de vista astronómico.

Este cierre de 2024 no fue la excepción; sólo que esta vez se optó por una interpretación bíblica, a cargo del Mtro. Jorge Piedad Sánchez, del Instituto de Formación Teológica Intercongregacional de México (IFTIM) y profesor de asignatura en el Departamento de Ciencias Religiosas de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, quien ofreció la última conferencia del año de Clavius, titulada “La Estrella de Belén”.

A partir de fragmentos bíblicos, el experto ofreció una explicación exegética de lo que representa la estrella de Belén, con base en el evangelio de Mateo:

“Cuando nació Jesús, en Belén de Judea, bajo el reinado de Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén y preguntaron: “¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos su estrella en Oriente y hemos venido a adorarlo”

En una charla moderada por el Dr. Gerardo Martínez Avilés, de Clavius, el filósofo y teólogo Jorge Piedad afirmó que el evangelista Mateo no estaba pensando en un fenómeno de tipo natural al mencionar la estrella de Belén. Aquí puedes ver la conversación completa:

 

“El tema de la estrella hay que verlo desde la fe. No perdamos tiempo buscando una estrella en el cielo“, aseguró. Más bien, invitó a reflexionar “¿qué función narrativa tiene que Mateo la haya mencionado?” y durante la conferencia ahondó en los simbolismos hebreos implicados.

El exégeta explicó que el propósito de la Biblia no es hablar de ciencia, sino que para el evangelista “la estrella era otra cosa; es un asunto bíblico, telológico; es una estrella enigmática”.

Mateo se refiere a ella con la difundida idea de que cada ser humano tiene su estrella, como aseguraba Platón, quien decía que los importantes y ricos tienen una estrella clara y los otros una estrella opaca que surge con el nacimiento y se apaga con la muerte. Esta es la idea en la que se basa la astronomía popular de aquella época.  

“Hay unos que nacen con estrella y otros nacen estrellados”, recordó el Mtro. Piedad, como se dice popularmente. El símbolo de la estrella, refirió, viene desde los persas, para quienes un gran rey era coronado con una estrella y si era “excelentísimo”, entonces se le daban dos estrellas; de ahí viene que ahora pongamos estrellas a los hoteles o restaurantes.   

En la comunidad judeocristiana que originalmente leyó el evangelio este lenguaje era comprendido sin ninguna dificultad, ya que se usaba para recordar a las personas su destino, su estrella, señaló. En el mundo judío, “una estrella aparece en el momento de nacer un gran hombre”, como César, Alejandro Magno o, en este caso, Jesucristo.  

La estrella se trata de un “midrash”; es decir, de la relectura de un texto para actualizarlo y explicar algo presente. En literatura antigua y en un sentido teológico, se refiere a un rey, a la guía, a la rectitud. “La Estrella de Belén está hablando del mesianismo y del reinado de Jesús”, concluyó el teólogo.

La conferencia “La estrella de Belén” es una tradición de más de dos décadas, que siempre lleva el mismo título. Fue iniciada por Alejandro León de la Barra y del Río, fundador del Clavius de la IBERO.  

Clavius es un espacio pensado para los amantes de la astronomía, coordinado por astrónomos profesionales, cuyas actividades están dirigidas a aficionados de todas las edades: niños, jóvenes y adultos. No necesitas saber de astronomía, sólo ganas de aprender y compartir tu entusiasmo. Si quieres conocer más sobre el universo que te rodea, visitar su observatorio, aprender a usar un telescopio o practicar la astrofotografía, no dudes en buscar y sumarte a sus actividades en 2025. Consúltalas en su página o en sus redes sociales.

 

Texto: Mariana Domínguez Batis / Imagen: creada en Firefly

Notas de interés:   

 

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