La estudiante de décimo semestre de la carrera de Sustentabilidad Ambiental en la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, Fernanda Muraira Puentes, fue seleccionada para integrar la Delegación de la Alianza Juvenil por la Sostenibilidad (Ajuves) que participará en la COP30 de la ONU sobre Cambio Climático, a realizarse en Belém do Pará, Brasil, del 10 al 21 de noviembre.

“Desde enero estuve buscando cómo acceder a estos espacios de incidencia internacional”, relata. La oportunidad llegó cuando encontró en redes sociales la convocatoria de Ajuves, con apenas cuatro días para postularse. “Llené el formulario en la biblioteca de la IBERO y a los dos días me entrevistaron. Esa misma semana me confirmaron que había quedado seleccionada”.

Preparación y respaldo académico

Muraira ya se prepara con capacitaciones internacionales, como el Global Training de la Universidad de Oxford, y participa en reuniones con la Secretaría de Relaciones Exteriores para articular el trabajo de sociedad civil y la delegación oficial mexicana.

También mantiene diálogo permanente con sus profesores Francisco Padrón Gil, Eugenio Fernández Vázquez, José Alberto Lara Pulido (Director del Centro Transdisciplinar Universitario para la Sustentabilidad, Centrus), Juan Manuel Nuñez, María Zorrilla, Adriana Flores Díaz (integrantes de Centrus) y Astrid Puentes Riaño, Relatora Especial sobre el Derecho Humano a un Medio Ambiente Limpio, Saludable y Sostenible de la ONU y académica de nuestra Clínica Jurídica para la Justicia Ambiental Berta Cáceres.

“Me he sentido muy acompañada; me han dado consejos vitales. Este logro es reflejo de la formación que recibí en la Universidad”, afirma Fernanda, en entrevista con Prensa IBERO.

La estudiante reconoce que uno de los principales retos es el financiamiento, pues cada integrante de la delegación deberá cubrir sus propios gastos. Sin embargo, asegura que eso no la detendrá: “Es una experiencia invaluable para aprender, incidir y abrir camino a otras juventudes”.

Juventud y justicia climática

Para Fernanda, la presencia juvenil en foros globales es indispensable. “Podemos llevar preocupaciones que no están sobre la mesa y aportar una visión crítica, porque no estamos ligados a un puesto gubernamental. Nuestro papel también es exigir rendición de cuentas”, sostiene.

Su preocupación principal es que las soluciones climáticas suelen ser técnicas y dejan de lado la justicia social y los derechos humanos. “Quiero que las acciones estén dirigidas a las personas afectadas, no solo a intereses de países del norte global o grandes empresas”, subraya.

Antes de partir a Brasil, envía un mensaje a otras juventudes: “Que no se dejen vencer por la desesperanza. Hay grupos trabajando en la primera línea de defensa contra el cambio climático; necesitamos más voces que se animen a participar en estos espacios”.

Texto y fotos: Mariana Domínguez Batis

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