La forma de las ciudades (trazo de sus calles, tamaño de manzanas, altura de edificios y su relación con la calle) influye e impacta la calidad de vida de sus habitantes, desde el punto de vista económico, ambiental y de movilidad, dijo la maestra Elizabeth Mancera Lozano, académica del Departamento de Arquitectura de la Universidad Iberoamericana.

Económicamente las urbes se organizan con base en la ubicación de las zonas de fuentes de trabajo, que en el caso de la ciudad de México han pasado de tener una alta concentración en el corredor Reforma-Centro a contar en la actualidad con un gran nodo laboral en Santa Fe, lo que ha impactado el transporte citadino.

Otro ejemplo de transformación de la morfología urbana se ve en aquellos puntos de la ciudad que eran zonas industriales, en su mayoría con una población flotante, y ahora son colonias habitacionales (como el que se ha dado por llamar Nuevo Polanco), donde los investigadores estudian si hay o no un crecimiento inteligente, desde un enfoque sustentable.

Mancera señala que asimismo los ciudadanos tienen su propia percepción del Distrito Federal, que en general ven como una ciudad caótica, por su enorme extensión territorial y densidad demográfica; empero, también le reconocen una alta riqueza reflejada en sus distintos tipos de barrios y lugares para realizar actividades diferentes, que le evitan ser aburrida y homogénea.

La primera imagen que nos crea la ciudad de México es de una urbe muy caótica, pero conforme entendemos su desorden “se va volviendo hasta cierto punto ordenada”, pues funciona a pesar de su densidad de población, de su tamaño y de su administración pública, apuntó la arquitecta.

Calidad de vida y forma urbana

La docente de la Ibero explicó que en la relación entre la morfología urbana y la calidad de vida ésta depende de qué tan cerca se encuentren de donde viven las personas, sus centros de trabajo, comerciales, recreativos y educativos.

Esas necesidades que deben poderse cubrir “en una escala local” son una realidad en colonias céntricas como la Del Valle, Roma, Narvarte y Condesa, donde los servicios básicos están cubiertos “en una distancia caminable”.

Caso contrario es el de entidades que quedan como satélites del Distrito Federal, como Coacalco, Estado de México, una especie de ciudad dormitorio que carece de suficientes ofertas de empleo y educativas dentro de su espacio municipal, lo que obliga a sus habitantes a trasladarse a diario a otros lugares de la zona metropolitana del Valle de México, sea para estudiar, trabajar o incluso divertirse.

Estudiarán la morfología urbana en la Ibero

Ya que el estudio de la morfología de las ciudades es útil para su planeación, el Departamento de Arquitectura de la Universidad Iberoamericana, mediante su Maestría en Proyectos para el Desarrollo Urbano, impartirá el curso El análisis contemporáneo de la forma urbana. Aproximaciones interdisciplinares a la morfología urbana.

Por medio del estudio de las ciudades desde su forma los asistentes podrán saber hacia dónde va el crecimiento en la ciudad de México y hacia dónde debería ir para tener un buen desarrollo. Se impartirán los temas: Clasificación morfológica, Historia y patrimonio, Economía, Calidad de vida, Cambio climático y riesgos, Movimientos sociales, Movilidad y Diseño urbano. Las clases serán del 22 de mayo al 3 de julio, todos los jueves, de 16:00 a 19:00 horas. Mayores informes con la Mtra. Elizabeth Mancera al teléfono 5950 4000, Ext. 7801 y/o al mail elizabeth.mancera@ibero.mx

PRL/ ah