El Dr. José Manuel Fajardo Salinas, egresado del Doctorado en Filosofía de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, recibió un patrocinio de la fundación alemana Stiftung Omnis Religio, gracias a su proyecto Perspectivas hermenéuticas para la Justicia Intercultural en el Proyecto Educativo Centroamericano Escuela para todos.

Fajardo relató que desde que se graduó como doctor en Filosofía ha estado escribiendo, para revistas científicas y periódicos, diversos artículos acerca de Escuela para Todos, y se he acercado bastante a la Escuela Internacional de Filosofía Intercultural, que tiene un nexo cercano con Stiftung Omnis Religio.

La fundación se enteró de lo anterior, y como está promoviendo el diálogo intercultural e interreligioso, le pareció meritorio dar un apoyo de cinco mil euros a Fajardo Salinas para que continúe investigando el proyecto Escuela para Todos, ya a nivel posdoctoral.

Sobre Perspectivas hermenéuticas para la Justicia Intercultural en el Proyecto Educativo Centroamericano Escuela para todos, dijo que es una aproximación desde la filosofía a un evento de tipo educativo-cultural, de carácter fundamentalmente popular, donde se está tratando de llevar la justicia al terreno de la educación.

La clave que da un tono de justicia, equidad y solidaridad a este evento educativo es llegar al conocimiento de la verdad sin imponer formas culturales, sino por el propio deseo de aprender, es decir, una motivación intrínseca que es gestionada al darle el protagonismo a los seguidores del proyecto, que en el caso de Centroamérica han sido los campesinos, quienes comúnmente han sido bastante olvidados o dejados fuera de los sistemas de educación formal.

Este proyecto educativo trata de descubrir, hermenéuticamente, cómo se cultiva y celebra la justicia intercultural, en el sentido de que las personas se sienten conducidas por su propia motivación, no a través de imposiciones exteriores de paradigmas o parámetros ya preconcebidos, sino que ellas mismas van creando su propia posibilidad de conocimiento.

“Mi idea ahora es hacer un posdoctorado donde yo pueda realizar una investigación de archivo del lugar donde el proyecto Escuela para Todos tiene su sede, que es en Costa Rica, para tratar de descubrir a través de las fuentes que hay ahí -el archivo El Corazón- cómo la gente vive la justicia, cómo ha dado seguimiento a Escuela para Todos y cómo a más de 50 años sigue muy vivo”.

El egresado de la IBERO opinó que, si en América Latina se pudiera inyectar el espíritu de Escuela para Todos, donde primero se daba la voz a los oyentes, “podríamos tener una renovación de nuestras posibilidades identitarias, de esa liberación que proponía (Paulo) Freire, pero partiendo de nuestros propios intereses, no de intereses ajenos”.

Y es que resulta que, casualmente, Freire visitó Costa Rica en los años 60, cuando estaba naciendo Escuela para Todos, proyecto que trató de entender y visualizar desde la pedagogía de la liberación. Freire alabó el proyecto, y dijo que, si bien no estaba directamente orientado hacia la liberación política, sí estaba en la línea de preparar a las personas en el conocimiento de sus derechos, de su historia, de sus raíces culturales y de todo lo que está en el centro de su dignidad como seres humanos.

Un estudiante internacional

Acerca de su formación, José Manuel Fajardo Salinas narró que escogió México para estudiar su doctorado porque considera a este país el idóneo para profundizar en la identidad mesoamericana, ya que comparte con Centroamérica una raíz cultural común, ya que, “Mesoamérica es una zona que viene más o menos desde el paralelo correspondiente a la Ciudad de México hasta la zona de los grandes lagos en el golfo de Nicoya, en el límite de la frontera de Costa Rica con Nicaragua”.

De hecho, uno de los capítulos de su tesis se refirió propiamente a cómo esa raíz histórica y cultural que parte desde México y llega hasta los límites del istmo centroamericano, es una juntura de creencias, costumbres y visualizaciones de otros espacios, de tiempos venidos desde lo precolombino.

Pero México es sólo uno más de los lugares en donde José Manuel ha dado cabida a su formación e investigación académica pluricultural, pues la primera vez que salió de su natal de Honduras fue cuando tenía 21 años y se fue a Guatemala, donde convivió con gente de Panamá, Costa Rica y de toda Centroamérica cuando cursó los profesorados en Filosofía y Pedagogía, y la licenciatura en Teología, en la Universidad Francisco Marroquín. Esa fue, durante casi 10 años, su primera experiencia intercultural.

Luego estudió la Especialidad en Docencia Superior en Panamá, en el Centro Regional Universitario de Coclé. A continuación, gracias a la beca Adveniat de Alemania, estudió el Magíster Ética Social y Desarrollo Humano en la Universidad Alberto Hurtado de Santiago de Chile -donde tuvo un crecimiento intercultural tras conocer a brasileños, mexicanos, colombianos y bolivianos-, y de donde se graduó con la tesis Los fundamentos del proyecto Escuela Para Todos en el área de Mesoamérica desde una lectura filosófica intercultural.

Y tras obtener la beca de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID), estudió el Doctorado en Filosofía en la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, donde sustentó la tesis Relación filosófica entre justicia e interculturalidad en Mesoamérica: el paradigma del proyecto Escuela Para Todos de Centroamérica.

PEDRO RENDÓN/ICM