IBERO cuenta con 300 productos de apoyo para personas con discapacidad
El Centro de Ingeniería y Tecnología de Rehabilitación (CITeR) de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México cuenta con una colección de productos -ayudas técnicas- que pueden apoyar a las personas con algún tipo de discapacidad en la realización de actividades de distinta índole, informó la Ing. Isabel Bolívar Tellería, académica del Instituto de Investigación Aplicada y Tecnología (InIAT).
En la conferencia Tecnología de asistencia en la educación, dictada en el Seminario Permanente del Instituto de Investigación Aplicada y Tecnología (INIAT), la ingeniera explicó que, con base en el capítulo de productos y tecnologías de la Clasificación Internacional del Funcionamiento, la Discapacidad y la Salud, los dispositivos con los que cuenta el CITeR se han clasificado en seis áreas funcionales.
Para seleccionar las ayudas técnicas que se colocaron en cada una de esas áreas funcionales se tomaron en cuenta las barreras que buscan eliminar, no las condiciones de salud o las deficiencias que presentan las personas, por lo que las ayudas técnicas pueden asistir a personas con diferentes características o necesidades a realizar actividades semejantes.
- Movilidad y posicionamiento. En esta área hay todo tipo de dispositivos que ayudan a las personas a desplazarse o adoptar una postura adecuada, como son: sillas de ruedas, muletas, cojines antiescaras y bastones blancos (usados por invidentes).
- Accesibilidad. Esta área contiene dispositivos como rampas y barandales, que ayudan a eliminar barreras del espacio físico.
- Comunicación. En ésta hay dispositivos que ayudan a las personas a transmitir o recibir información, lo que incluye todo tipo de sistemas de comunicación aumentativa y alternativa, como: auxiliares auditivos, tarjetas y tableros de comunicación.
- Vida diaria. Dispositivos sumamente versátiles, pues facilitan la realización de gran variedad de actividades cotidianas, como el aseo, la alimentación o la vestimenta. Algunos ejemplos de este tipo de ayudas técnicas son: corta uñas de mango largo, cubiertos adaptados, relojes táctiles y sistemas de alarma vibratorios.
- Educación y empleo. Tecnología que se utiliza en el ámbito educativo para adquirir conocimientos y en el ámbito laboral para aplicar esos conocimientos. Algunos productos en esta área funcional son: la máquina para escribir en braille y los teclados adaptados -que permiten usar computadoras y dispositivos electrónicos-.
- Recreación. Productos de todo tipo que facilitan la realización de actividades lúdicas, deportivas, culturales o de esparcimiento. Ejemplos de estos dispositivos son: barajas en braille, sudoku táctil y balones sonoros -permiten a las personas invidentes jugar futbol y básquetbol-.
En total, el CITeR cuenta con más de 300 productos de distinto tipo de tecnología, principio de funcionamiento y propósito, que se utilizan con fines de investigación y docencia, “y esperamos que nos permitan apoyar los esfuerzos de la Iniciativa GATE, para lograr que las ayudas técnicas lleguen a todas las personas que lo necesitan, y así lograr una sociedad más incluyente”.
La Iniciativa GATE
La ingeniera Isabel Bolívar señaló que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que mil millones de personas necesitan al menos una ayuda técnica, pero sólo el 10% tiene acceso a una, lo que propicia la exclusión, dependencia y rezago de quienes no tienen acceso a estas ayudas. Además, se estima que el 75% de los usuarios de ayudas técnicas terminan abandonándolas, entre otras cosas, por la falta de capacitación de ellos mismos y de las personas que recomiendan las ayudas.
Aunado a esto, se prevé que para el 2050 se va a duplicar la cantidad de personas que necesitarán ayudas técnicas, debido al envejecimiento poblacional y al aumento las enfermedades no transmisibles. Por esto, en 2014 la OMS estableció la Cooperación Mundial sobre Tecnologías de Apoyo, conocida como Iniciativa GATE.
La Iniciativa GATE tiene el propósito de asegurar el acceso de todos y todas a ayudas técnicas que sean asequibles y de alta calidad, y se basa en el trabajo conjunto de cinco áreas, que denomina las cinco P, por: persona, política, productos, personal y provisión.
- Persona. Es el centro del sistema, ya que todas las estrategias se deben desarrollar alrededor de la persona que utiliza la tecnología.
- Política. Uno de los puntos clave de la Iniciativa GATE es buscar que las ayudas técnicas formen parte de la cobertura universal de salud, por lo que es de vital importancia trabajar junto con los gobiernos en el desarrollo de políticas públicas que ayuden a cumplir este objetivo. Esas políticas públicas pueden tener como finalidades: encontrar distintos tipos de financiamiento que permitan asegurar la cobertura universal; crear estrategias que aseguren la calidad de los productos, mecanismos de producción y servicios de provisión; y motivar la colaboración internacional en la investigación y desarrollo de tecnología de asistencia.
- Productos. Las acciones que se desarrollan en torno a los productos se pueden resumir en dos estrategias principales: asegurar la calidad y reducir los costos. Para asegurar la calidad, se propone desarrollar estándares de manufactura y provisión; y para reducir los costos, se establecen distintas estrategias, como la producción y suministro local, la reducción de impuestos, y la implementación de estrategias de préstamo o reúso, para que las personas tengan acceso a las ayudas técnicas que necesitan.
- Personal. La Iniciativa GATE busca trabajar con el personal que va a recomendar y a ayudar en la provisión de estas ayudas técnicas, por lo que busca que la mayor cantidad de especialistas estén entrenados en la provisión de las ayudas técnicas, particularmente los de los servicios de salud primarios. Además, busca involucrar a las personas con discapacidad y a sus familias en este proceso, para obtener retroalimentación pertinente.
- Provisión. En este ámbito se busca establecer un sistema de provisión que llegue a todas las comunidades y que cuente con los productos necesarios que satisfagan las necesidades y características específicas de cada población.
La Organización Mundial de la Salud propone un sistema de provisión que cuente con estrategias específicas que aseguren la recomendación y el seguimiento, para evitar el abandono y asegurar el uso correcto de las ayudas técnicas. La metodología de provisión que propone la OMS cuenta esencialmente con cuatro pasos: selección, ajuste, entrenamiento y seguimiento.
PEDRO RENDÓN/ICM
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