El viernes 23 de agosto la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, mediante su Dirección de Educación Continua, y en coordinación con la  Cámara de Senadores, clausuraron el programa ‘Argumentación jurídica’, que se llevó a cabo en sus instalaciones.

Las teorías de la argumentación jurídica han ocupado durante los últimos años un lugar central en las investigaciones de la filosofía del derecho, debido a que las técnicas y modos del razonamiento jurídico se han erigido en el método mismo de la filosofía del derecho, antes que en su objeto.

Plantear la argumentación jurídica en el plano práctico requiere identificar el ámbito de aplicación material, que implica la revisión de la estructura, organización y funcionamiento de un discurso jurídico específico.

Se distinguió argumentación jurídica de diversa naturaleza, merced el proceder práctico del operador jurídico, pues: I) en el ámbito de la administración pública, precisa de herramientas para argumentar la de toma de decisiones políticas y de gobierno; II) en las diversas etapas procesales en el ámbito forense y jurisdiccional, tocante a las valoraciones, pretensiones y decisión judicial; así como, III) las formas de razonamiento que justifican la negociación de los diversos puntos de vista jurídicos en sede parlamentaria, para la creación, reforma o derogación de una norma legislativa.

El reto más importante del curso fue mostrar a los asistentes de una manera panorámica y muy sintética todo este espectro de conocimiento, más aún, cuando provienen de formación profesional diversa a la jurídica.

Para atender esto, en Argumentación Jurídica se recurrió a las fuentes de la doctrina; Atienza, Alexy, Toulmin; Perelman, Hart, Dworkin, Viehweg y para dibujar apenas las materias afines a la argumentación; retórica, lógica, dialéctica, y hermenéutica.

Estas disciplinas permitieron valorar los diferentes tipos de argumentos, a fin de tomarlos como base para analizar tópicos de mayor complejidad, como: el silogismo jurídico; la interpretación de los textos; la jurisprudencia del derecho mexicano; la jurisprudencia del derecho internacional; los principios generales del derecho; y, las formas de los argumentos especiales -derechos humanos-.

La experiencia de grupo resultó profundamente enriquecedora y retroalimentadora, pues en la medida que la participación fue abierta, espontánea e inteligente, se consolidó una atmósfera de confianza y holgura que permitió abordar temas tanto teóricos como prácticos.

Los comentarios de los asistentes al cierre del curso coincidieron en el éxito de nuestra propuesta académica, pues despertó inquietudes para transitar -mediante otros cursos- temas argumentativos en sede parlamentaria de mayor complejidad que en resumidas cuentas redundan en la ciencia y técnica legislativas.

PRL/ICM