IBERO entrega reconocimiento por antigüedad laboral a 102 trabajadores

Vie, 14 Dic 2018
El Rector David Fernández Dávalos agradece a sus colaboradores compartir “ruta” trazada por la institución
Los invita a portar la camiseta y empatar el proyecto de vida con la propuesta de la Universidad
  • Mtro. David Fernández Dávalos, S. J., Rector de la IBERO (Alberto Hernández/ IBERO).
  • A la ceremonia asistieron la Mtra. Araceli Tellez, directora del Medio Universitario; el contador Leopoldo Nava, director general administrativo; Dr. Alejandro Guevara, vicerrector académico; Mtro. Jorge Meza, director de Vinculación (Alberto Hernández/ IBERO).
  • Colaboradores que trabajan en la IBERO desde hace 10 años (Alberto Hernández/ IBERO).
  • Rodolfo Gavilán López se desempeñó durante 35 años como personal de seguridad (Alberto Hernández/ IBERO).
  • Ernesto Ocejo Colín cumplió 35 años en la IBERO (Alberto Hernández/ IBERO).
  • Pedro Rendón, reportero adscrito a la Dirección de Comunicación Institucional (Alberto Hernández/ IBERO).
  • A la ceremonia acudió el Padre Carlos Vigil, exrector de la IBERO (Alberto Hernández/ IBERO).
  • Colaboradores con 20 años trabajando en la Universidad (Alberto Hernández/ IBERO).

La Universidad Iberoamericana Ciudad de México, a través de la Dirección de Recursos Humanos, reconoció a 102 de sus colaboradores por su trabajo e identificarse con el proyecto de hacer un mundo mejor que tanto ha impulsado nuestra casa de estudios.

En un mensaje dedicado al personal administrativo y de servicio por su antigüedad laboral, el Rector David Fernández Dávalos, S. J., agradeció la labor y dedicación que desempeñan en favor de la comunidad universitaria y celebró que compartan la ruta de esta institución confiada a la Compañía de Jesús. Los invitó a mejorar cada día, a seguir creciendo como personas, a solidarizarse con los demás y a profundizar su compromiso con la Iberoamericana.  

El Rector dijo a los trabajadores que cumplieron 10,15, 20, 25, 30, 35 y 40 años de labor que, con esta celebración, se reconoce su identificación y adhesión con la IBERO, con su trayectoria, filosofía, con su ideario y con la misión educativa y social que tiene esta casa de estudios.  

"No se trata de premiar solamente la permanencia sino el esfuerzo realizado conjuntamente, adherirse a una causa, a una institución. Identificarse con ellas, supone exigencias claras y supone buscar el bien de la institución y de la colectividad por encima del bien individual. Implica ceder el propio interés en la búsqueda del interés común”, dijo el Mtro. Fernández Dávalos.

Añadió que en el bien de todos se juega el propio bien “porque todos vamos en el mismo barco”. Esto implica asumir los objetivos institucionales como propósitos de la actividad profesional y supone amar los valores que la Universidad enarbola.

“No sólo se trata de ponerse la camiseta, sino saber para qué se la pone y jugar hasta entregar el alma. Supone sudar la camiseta sabiendo por qué se juega. Implica querer que mi proyecto principal de vida empate con el proyecto universitario”.  

Recordó que vivimos tiempos difíciles, de cambio, pero también esperanzadores. Enfatizó que en la IBERO hemos querido hacernos presentes en estas nuevas situaciones que nos retan desde lo que somos, desde nuestros valores y propuestas, a través de medidas diversas y de la mejor manera posible.

“La IBERO es generosa porque se pone a la disposición de la colectividad para aportar lo que tenemos: nuestro conocimiento, nuestro espíritu de servicio, nuestros talentos. Recuerdo la parábola del Evangelio: 'no queremos enterrar lo que somos y lo que tenemos, sino que queremos ponerlo a producir para que nos dé frutos en abundancia'”.

Señaló que ésta es una época de oportunidades y que la celebración de Navidad y Fin de Año permiten revisar el modo en que hemos servido a nuestros alumnos y alumnas, compañeros y compañeras, y a las y los usuarios en general.

“La oportunidad que tenemos adelante es la de refrendar nuestra adhesión e identificación con un proyecto universitario que existe para hacer un mundo mejor para todos. Es una oportunidad para revisar el modo en el que me relaciono con la institución que hoy me reconoce”, resaltó el Rector.

35 años de servicio

Los colaboradores hombres más antiguos que tiene la IBERO son Rodolfo Gavilán López y Ernesto Ocejo Colín. Los dos iniciaron su vida laboral en esta institución educativa hace 35 años, cuando las instalaciones estaban en Cerro de la Torres, en la colonia Campestre Churubusco, en Coyoacán.

Rodolfo Gavilán López platicó que se desempeñó como personal de seguridad en el turno de la noche hasta octubre de este año cuando se jubiló. “La IBERO es mi hogar, mi segunda casa, porque aquí viví. Fue una gran satisfacción servir a esta Universidad que fue testigo de varios momentos de mi vida. Gracias a Dios y a la IBERO soy una persona feliz”, dijo.  

Ernesto Ocejo Colín empezó a trabajar a los 24 años de edad en el laboratorio de Psicología, pero al poco tiempo se incorporó a la Biblioteca Francisco Xavier Clavigero (BFXC). Recordó que el cambio de las antiguas instalaciones de la IBERO a Santa Fe fue muy bonito, pues le dejó varias anécdotas, una de ellas es que cuando les confirmaban el traslado, al poco tiempo lo cancelaban y tenían que desempacar.

“La IBERO me ha dado muchas cosas que he valorado y yo también le he dado mucho. Estoy muy agradecido con esta institución. Coincido con lo que dijo el Padre en la ceremonia: no sólo se trata de usar la camiseta, sino sudarla, portarla bien. Es un orgullo para mi decir que soy IBERO”, dijo.

Valentina González/ICM

 

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