IBERO realiza 'Ceremonia de Acción de Gracias' por la vida del Rector
La tarde de este jueves, en la explanada central de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, se llevó a cabo la Ceremonia de Acción de Gracias por la vida de nuestro Padre Rector, Dr. Saúl Cuautle Quechol, S. J.
El Padre Daniel Stevens, S. J., quien encabezó la misa, dijo al comienzo de la misma: “Nos reúne hoy la vida; el sentido de vida que nuestro hermano Saúl transmitió siempre, la esperanza con la que caminó y el deseo profundo de servir a sus prójimos”.
Comentó que, en medio de sentimientos encontrados, es difícil para él y sus hermanos jesuitas poder compartir su esperanza, al perder la comunidad educativa de la IBERO a su cabeza, la comunidad religiosa a un hermano “y personalmente pierdo un amigo”. Pero, desde este sentimiento de pérdida, en estas circunstancias especiales, “creo que podemos abrazarnos con la mirada, pero, sobre todo, abrazarnos con la esperanza”.
Rogó a Dios todopoderoso que el alma de su siervo Saúl, “que por amor a Cristo recorrió la senda de la perfecta caridad, se alegre a la llegada de tu gloria y goce en unión de sus hermanos de la bienaventuranza eterna de tu Reino”.
Mencionó que los hijos de Dios, ahora y para siempre, los que verán a Dios y poseerán su herencia de paz y de felicidad, son los que vivieron con hambre y sed de justicia, los que supieron amar en su vida de cada día, los limpios de corazón, los que comunicaron a Dios. Y Saúl vivió esto, “y eso es lo que, hermanos, importa, al fin y al cabo, porque el Señor recibe como hijos suyos a los que buscan su verdad”.
Después de que le fuera cedido el uso de la palabra, el Padre Juan Carlos Henriquez, S. J., reconoció que éste ha sido un día muy triste, de mucha consternación para todos, pero en el que no ha habido más que palabras de cariño, solidaridad, apoyo y unión para la familia de Saúl, para la Compañía de Jesús, para la Universidad Iberoamericana y para cada uno/a de los que forman esta comunidad.
Desde esa solidaridad, desde esa unión, “desde ese cariño que se ha expresado desde el primer segundo por la muerte de Saúl”, manifestó su deseo de que “podamos ir tejiendo la esperanza y la consolación, el reconocimiento del amor, del bien recibido, que se convierta en esperanza y que se convierta en restauración de nuestros corazones”.
El Padre José Humberto Sánchez, S. J., destacó que Saúl, a quien quiso mucho, era realmente un hermano y una persona que sabía escuchar y trabajar en equipo, que contó con los jesuitas y sus equipos de trabajo para irlo acompañando.
Para él, estas enseñanzas de Saúl “se me hacen muy importantes para nuestra vida y para nuestra misión de la Universidad. Que descanse en paz y que pida por nosotros para que podamos continuar el proyecto que él quiso emprender aquí”.
En tanto el Padre David Velasco, S. J., compartió que a la fecha le siguen impresionando las palabras de San Pablo, cuando dijo que la muerte es la Pascua, el paso, el encontrarse con Dios, el percibirlo cara a cara. Así que, dijo el jesuita, “la muerte, la resurrección, nos da esta alternativa, nos da esta posibilidad, encontrarnos frente a frente, encontrarnos en las manos de Dios”.
Mas señaló: “Nuestro Dios, no es un Dios de muertos; nuestro Dios es un Dios de vivos, es el Dios de Abraham, es el Dios de Isaac, es el Dios de Jacob, es el Dios de Saúl, es nuestro Dios”. Porque la muerte es como la encargada de practicar en el fondo de las personas la abertura requerida para vivir, para caminar hacia la auténtica vida plena.
En la misa, se pidió a Dios, “recuerda a tu hijo Saúl, a quien llamaste hoy de este mundo a tu presencia. Concédele que, así como ha compartido ya la muerte de Jesucristo, comparta también con Él la gloria de la resurrección”.
Agradecimiento
El Padre Stevens agradeció a toda la comunidad educativa de la IBERO haberse unido para consolarse mutuamente, “para juntos vivir este trance como un paso de esperanza y un paso a la vida. Gracias por su asistencia, la Compañía de Jesús agradece la colaboración, pero también la cercanía y el cariño que hoy nos demuestran”.
Asimismo, extendió el saludo y el agradecimiento del Padre Luis Gerardo Moro, S. J., Provincial en México de la Compañía de Jesús, que estuvo representado en la misa por la Mtra. Lorena Giacomán, asistente de Educación de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús. Y también agradeció a la comunidad del Instituto Oriente de Puebla -en la que el Padre Saúl Cuautle fue Rector- y de algunas otras instituciones de esa entidad, por acudir a la ceremonia.
Tras esto, concluyó la misa diciendo: “Después de recibir el sacramento de la salvación, imploramos, Señor, tu amor, para que tu siervo Saúl, a quien constituiste dispensador de tus ministerios en la Tierra, pueda gozar en el cielo de la plenitud de su verdad. Por Jesucristo nuestro Señor, amén”.
La Ceremonia de Acción de Gracias por la vida de nuestro Padre Rector, Dr. Saúl Cuautle Quechol, S.J. fue concelebrada por los jesuitas Daniel Stevens, Fernando de la Fuente, José Humberto Sánchez, Héctor Estrella, David Velasco y Juan Carlos Henríquez.
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