La Universidad Iberoamericana Ciudad de México fue sede del ‘Foro Nacional sobre Seguridad en Trabajo de Campo en México’, el cual fue organizado por el Posgrado de Antropología Social de su Departamento de Ciencias Sociales y Políticas (DCSP).

El Doctor Alejandro Guevara Sanginés, vicerrector académico, dijo antes de inaugurar el foro, que éste fue convocado en un contexto difícil para México, en el que la violencia y la precariedad permean la sociedad, y peligra la realización de la investigación social, “labor que es más necesaria que nunca para identificar, describir y entender las problemáticas fundamentales de nuestras realidades, además de proponer alternativas y diseñar soluciones para su transformación”.

Un acercamiento profundo y crítico a las múltiples realidades de nuestro entorno es fundamental para la Universidad Iberoamericana, pero cada vez se ve más complicado realizar dadas las condiciones que se presentan en campo.

Dentro de este marco es que en el foro se discutieron temas de ética, empatía, violencia, riesgo y diversidad, “en nuestros ambientes de trabajo; sea el trabajo de actores sociales en comunidades, en nuestros propios contextos institucionales o con otros actores importantes, ya sea de gobierno o de organizaciones de la sociedad civil”.

El foro, que se realizó con el fin de reflexionar acerca de esas problemáticas y de hacer propuestas concretas para enfrentarlas, es el resultado de una serie de preocupaciones surgidas de las inquietudes de estudiantes, docentes y activistas, dentro y fuera del ambiente académico, que han encontrado eco en un conjunto de propuestas y proyectos institucionales.

“La presencia del Colegio de Etnólogos y Antropólogos Sociales, con la cual nos sentimos muy honrados, el Foro Latinoamericano de Antropología del Derecho, Bitácora Social y otras instituciones aquí dignamente representadas, dan cuenta del interés que este foro ha despertado”, destacó Guevara.

El doctor Fernando Salmerón Castro, vicepresidente del Consejo Directivo del Colegio de Etnólogos y Antropólogos Sociales (CEAS), añadió que hay una necesidad no sólo de discutir estos temas, sino además de avanzar realmente hacia una protocolización de lo que se quisiera que sucediera.

“Nos parece que es algo que debemos tomarnos muy en serio no solamente en la parte académica, no solamente en las instituciones dedicadas a la investigación y a la formación, sino también las instituciones que están trabajando cada vez más en el mundo profesional”.

Y es que en México, Argentina, Brasil, Chile, Estados Unidos, Europa, en todas partes, los antropólogos están trabajando en condiciones de riesgo que exigen poner mucha atención a los lugares donde están y a las personas con las que trabajan. “Esto va mucho más allá de las responsabilidades tradicionales que uno tenía como académico, y cada vez más va a nuestras habilidades ciudadanas y de convivencia”.

Una tercera preocupación compartida por el Dr. Salmerón es que se debe avanzar hacia la creación de instrumentos que permitan tener una idea de en dónde están estos temas, de cuál es la mejor manera de trabajarlos, cuáles son las mejores prácticas y observarlas. Además se debería avanzar “hacia tener protocolos bien establecidos que en un momento se pueden incorporar no solamente en reglamentos institucionales o corporativos, sino también en condiciones generales de trabajo; reglamentos que puedan ser válidos para todos”.

Como antecedente del foro, María del Carmen Macías González, estudiante del Doctorado en Antropología social de la IBERO, explicó que éste se organizó para debatir distintos temas que atraviesan su seguridad, y también la ética, la cual se ha puesto en duda cuando algunas empresas contratan antropólogos, para que, abusando de las precariedades laborales a las que se enfrentan cuando salen de estudiar, los llaman para hacer investigaciones que después, y desafortunadamente, son utilizadas para justificar despojos a las comunidades.

“Entonces nos damos cuenta que los riesgos a los que nos enfrentamos son aún mayores, pues estamos ante contextos mucho más complejos donde intervienen diversos actores sociales. Desde estas situaciones ha surgido el tema de seguridad, atravesado por nuestra ética, y también nuestra responsabilidad”.

Con este foro da inicio un nuevo ciclo ritual, donde principalmente “queremos seguir haciendo trabajo de campo y generar conocimiento antropológico, sin poner en riesgo nuestra persona ni a las comunidades que nos acogen, pues son ellas nuestras principales aliadas en esta labor”.

Por su parte, la doctora Anne Johnson, coordinadora del Posgrado de Antropología Social de la Iberoamericana, resaltó que el tema de la seguridad es de tal grado de interés y preocupación, que al ‘Foro Nacional sobre Seguridad en Trabajo de Campo’ acudieron representantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM),  el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el Instituto Mora, entre muchas otras organizaciones civiles y no gubernamentales.

El ‘Foro Nacional sobre Seguridad en Trabajo de Campo’ se dividió en siete sesiones: Ética y buenas prácticas en la antropología; Sujetos de estudios: ¿cómo los define la antropología y cuáles son sus derechos?; Violencia en instituciones de educación superior y en el ámbito laboral; Trabajo de campo en situaciones de riesgo; Implicaciones de género en trabajo de campo; Identidades y sexualidades en trabajo de campo; y Revisión del protocolo.

Texto y fotos: PEDRO RENDÓN/ICM