La Universidad Iberoamericana Ciudad de México socializará su modelo de incidencia, con el fin de compartir con colectivos, activistas y docentes algunas herramientas y estrategias que le han servido para denunciar y combatir problemas comunes a México y otros países de América Latina, por ejemplo, la migración, la inseguridad y la desaparición forzada.

El objetivo de esta socialización es ir armando una Red Iberoamericana de Incidencia -en vinculación con la Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina, AUSJAL-. Para tal efecto, se impartirá un curso gratuito, destinado a colectivos, activistas, docentes y público en general, interesados en consolidar procesos de incidencia que detonen redes de organización y gestión social de abajo hacia arriba.

Este curso en línea, Transformar la realidad desde la acción: la incidencia como herramienta, iniciará el 16 de mayo, será gratuito, durará 10 horas y tendrá el siguiente contenido:

1. Punto de partida: situarnos en la realidad (análisis de contexto).
2. Democracia, participación ciudadana, derechos humanos e incidencia política.
3. Incidencia ignaciana universitaria.
4. Estrategia 1: incorporación de la perspectiva de género.
5. Estrategia 2: incorporación de la perspectiva de interculturalidad.
6. Estrategia 3: documentación e investigación para la incidencia.
7. Estrategia 4: acción local para la incidencia.
8. Estrategia 5: articulación y creación de redes.
9. Estrategia 6: educación para la sustentabilidad.
10. Cierre: desafíos para la incidencia en México y América Latina.

Además del curso, otros dos momentos conformarán la estrategia de socialización del modelo de incidencia de la Universidad: un encuentro internacional sobre incidencia y un diplomado de incidencia, detalló el Mtro. Raúl López Aranzábal, director general de Formación e Incidencia Ignacianas de la IBERO.

El modelo de incidencia de la IBERO

El maestro abundó que el modelo de incidencia de la Universidad -que es el modelo de incidencia ignaciana de la Compañía de Jesús, a la cual se encuentra confiada la IBERO- tiene como punto de partida “la realidad que queremos transformar”, y tiene como centro de su misión a las personas marginadas y desfavorecidas, porque son ellas a las que se quiere ayudar a transformar su vida, su entorno. Otras características del modelo son: su trabajo comunitario y colaborativo, su metodología interdisciplinar y su perspectiva de reconciliación de todos los sujetos.

El modelo de incidencia también atiende, denuncia y genera procesos frente a problemas estructurales que generan violencia, marginación y desigualdad.

La socialización del modelo consistirá entonces en recuperar, para que puedan ser replicadas ciertas estrategias de atención y acompañamiento que se han dado a ciertas problemáticas, por ejemplo, la documentación y registro de fosas clandestinas que han sido encontradas en distintos territorios de México.

Como la crisis civilizatoria actual -provocada por el deterioro del medioambiente, la violencia de género, la militarización de la seguridad pública, el extractivismo, entre otros problemas- trasciende fronteras, la IBERO apostó por socializar, con la ayuda y aval de la AUSJAL, su modelo de incidencia, pues las herramientas de éste pueden servir para cualquier latitud.

López Aranzábal apunto que, al tener esos problemas una implicación global, pero que desde las perspectivas locales se ven de manera muy diferente, “no queremos perder metodológicamente, ni analíticamente, las visiones locales, pero tampoco las visiones globales”.

Y es que, la situación de un migrante de San Pedro Sula, Honduras, tiene algo que ver con la del migrante de Michoacán o con la del ecuatoriano que migró a Europa. Luego entonces, sus visiones locales ayudan a ver causas comunes a favor de las que se puede luchar.

Es por eso que en la socialización del modelo de incidencia de la IBERO hay una apuesta por abrir un debate, por generar procesos de intercambio con aquellos territorios donde se pueden encontrar mayores coincidencias, que son los países de Latinoamérica y los del sur global.

A través de la socialización de su modelo de incidencia, la Universidad Iberoamericana Ciudad de México “quiere ser espacio de encuentro, de diálogo, de análisis, de debates, de coordinación de acciones que puedan desarrollar estrategias y proyectos concretos que hagan incidencia a favor de las clases desfavorecidas, a favor de la creación de mejores condiciones de vida para las grandes poblaciones latinoamericanas abandonadas”, concluyó el maestro Raúl López Aranzábal.

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PEDRO RENDÓN/ICM