La Universidad Iberoamericana Ciudad de México tomó el liderazgo de la ‘Iniciativa Íñigo de Loyola’, proyecto internacional dedicado a la competitividad al servicio del bienestar y la sustentabilidad, en el que participan 17 instituciones de educación superior de México, Latinoamérica y España.

Este nuevo ciclo de la Iniciativa -cuyo liderazgo es rotativo-, correspondiente al periodo septiembre de 2022 a septiembre de 2023, será coordinado por la Dra. Odette Lobato Calleros, académica-investigadora del Departamento de Ingeniería Química, Industrial y de Alimentos.

El Dr. Luis Arriaga Valenzuela, Rector de la IBERO y presidente de la Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina (AUSJAL), de la que 14 de sus instituciones participan en la Iniciativa, dijo que ésta plantea trascender la lógica económica de la competitividad, para pensarla desde una perspectiva territorial que integre las políticas sociales asociadas a dinámicas sustanciales para la calidad de vida, como trabajo y salud.

“Esta competitividad territorial es también un marco que adopta como elemento fundamental la contribución de todos los actores y procesos económicos en la búsqueda de un bienestar social más inclusivo y sostenible”.

Las universidades que forman parte de la Íñigo de Loyola, agregó, están llamadas a ser iniciadoras de procesos de diálogo con los agentes del territorio y a detonar reflexiones sobre los propios roles en la consecución de una competitividad al servicio del bien común.

El Dr. Alejandro Anaya Muñoz, vicerrector académico de la IBERO, expuso que la construcción colectiva e internacional que la Iniciativa realiza, con respecto a la conceptualización de la competitividad para una sociedad de paz, es sumamente relevante y pertinente, pues pues “permite que las universidades jesuitas hagamos propuestas significativas y busquemos de manera activa y creativa incidir en la construcción de alternativas que respondan a los retos que nos imponen la pobreza, las distintas violencias y la escasez de recursos naturales”.

Desde su visión multidisciplinaria y multinacional, prosiguió, la Iniciativa construye soluciones o alternativas de transformación social, con base en lecciones aprendidas y la identificación de nuevos desafíos.

En ese sentido, es esperanzador que redes de incidencia como la Íñigo de Loyola convoquen a participar en proyectos de investigación-acción para construir una competitividad local y global, que den fundamento y contenido a la paz, igualdad y reconciliación que tanto se anhelan.

PEDRO RENDÓN/ICM