La Universidad Iberoamericana Ciudad de México, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, por sus siglas en inglés) y Shottama A.C, impartieron gratuitamente, a 24 mil 500 docentes de escuelas públicas de educación básica y media superior de todos los estados del país, el Curso de apoyo psicosocial para el regreso a clases, informó la doctora Cimenna Chao Rebolledo, coordinadora de la Especialidad en Educación Socioemocional de la IBERO y líder de este proyecto.

El curso, diseñado por académicos del Departamento de Educación de la Iberoamericana, universidad jesuita de la Ciudad de México, tuvo como objetivo general brindar a las y los profesores herramientas para desarrollar su propio sentido de autocuidado y bienestar socioemocional en el marco de la pandemia de COVID-19, que ocasionó el cierre de las escuelas, la impartición de clases a distancia y que ha generado un incremento en la carga laboral para algunos maestros(as), en particular las mujeres con hijos(as) en edad escolar.

Chao Rebolledo abundó que en este proceso formativo las y los maestros también recibieron información integral sobre el fenómeno socioafectivo que vive la población, en particular estudiantes y los propios docentes, para que cuenten con recursos pedagógicos que le permitan lidiar con los fenómenos psicoafectivos en el regreso a las clases presenciales.

Las estrategias pedagógicas aprendidas en el curso, que podrán utilizar en la presencialidad o desde ahora, mientras siga la enseñanza en la virtualidad, permitirá a las y los docentes co-construir con el alumnado de sus grupos un clima de bienestar socioemocional.

La doctora precisó que el Curso de apoyo psicosocial para el regreso a clases se dio a distancia, con el uso de LMS (plataforma de gestión de aprendizaje) y se compuso de cinco módulos, en los que se abordaron temas estratégicos para trabajar en este contexto de contingencia sanitaria las problemáticas más importantes desde el punto de vista socioafectivo y psicosocial.

1.- Miedo al contagio y percepción de incertidumbre. Este tema está presente en la vida de todas y todos, y como lo estará también cuando se reabran los planteles educativos, se trabajó con herramientas para lidiar, desde el punto de vista socioafectivo, con el miedo al contagio, “de manera que podamos regresar a la presencialidad cuidando de los efectos psicoafectivos que pudieran generar la inseguridad del contagio, dentro de un marco estratégico de organización en las escuelas que vele por la protección sanitaria”.

2.- Estrés. Provocado por la sobrecarga de trabajo que en la actualidad viven los académicos(as), quienes se han tenido que adaptar de forma inmediata a impartir educación a distancia. Para lidiar con este estrés se ofrecieron estrategias de autorregulación emocional y de comunicación efectiva, que permitirán al profesorado generar cercanía con los educandos, a pesar de la distancia.

3.- Resiliencia y empatía para la readaptación. Este tema fue uno de los más apreciados por las y los docentes que tomaron el curso, pues consideraron que cultivar la empatía es relevante para afrontar la pandemia de forma colectiva. Así como aprender a construir resiliencia desde la comunicación empática, y a tener una relación de empatía afectiva y cognitiva entre pares docentes, con los estudiantes y con las familias de los estudiantes.

En este módulo de resiliencia y empatía también se abordó el tema del duelo, presente en la pandemia ante la pérdida de la cotidianidad, las restricciones en la movilidad, la socialización, y en algunos casos, la pérdida del empleo, y sobre todo de seres queridos.

Como esta sensación de pérdida en algunas ocasiones es difícil de comprender y de sobrellevar, trabajar el duelo entrañó aprender a transitar de un momento de pérdida hacia la reconstrucción del bienestar y de la comunidad, y dar un nuevo significado a las personas ausentes que, “aunque ya no están físicamente, nos acompañarán a lo largo de nuestras vidas”. Al capacitarse en este tema, el profesorado sabrá cómo actuar, o a cuáles instancias recurrir, en caso de que alguno de sus alumnos(as) haya tenido una pérdida de gran magnitud y esté transitando por un proceso psicológico sensible.

4.- Violencia y maltrato intrafamiliar. De acuerdo con encuestas del gobierno, la violencia en los hogares en México ha aumentado alrededor del 20% (la padecen mayormente las mujeres y también de manera directa o indirecta las niñas y niños), por lo que es necesario detectarla y detenerla antes de que se desencadenen situaciones más agraviantes.

Al haber estudiado este tema desde un enfoque preventivo, los maestros(as) podrán reconocer si alguna o alguno de sus alumnos está viviendo violencia en su familia. En caso de identificar una situación de este tipo, el profesor(a) cuenta ahora con información y recursos para canalizarla, para su atención, a las autoridades apropiadas, acorde con los protocolos que existan en su centro escolar y en el país.

5.- Estigma alrededor de los enfermos. Es importante que, en el regreso a la socialización presencial, cuando las personas se vuelvan a encontrar en la escuela, no haya prejuicios contra quienes padecieron COVID-19, que viven con personas que padecen COVID-19 o personas que trabajan en la primera línea de atención, por ejemplo, el personal de salud.

El tema del estigma fue tratado en el curso desde un pensamiento crítico y reflexivo, desde el cultivo de una mirada empática y la construcción de una conciencia social bien informada, para poder interactuar con estudiantes y docentes que pudieran estar viéndose afectados por dicha enfermedad o que vivan con familiares expuestos al virus.

“Necesitamos trabajar desde la inclusión, desde una mirada empática que nos deje ver que tal vez algunos de nuestros estudiantes, de nuestros docentes, y sus familias, pudieran estar pasando momentos difíciles, en términos de padecer o haber padecido la enfermedad, de tal suerte que la comunidad actúe como tal, no como un grupo de personas que excluyan o aparten a quienes atraviesen momentos de salud delicados”.

Curso útil y pertinente

La Dra. Cimenna Chao destacó que, de acuerdo con encuestas de salida realizadas a las y los profesores que tomaron el curso, la mayoría consideró que éste les resultó muy útil, por la pertinencia de los temas respecto al momento que se está viviendo; conocimientos adquiridos que podrán llevar a la práctica en su vida personal y en su trabajo como docentes.

La mayoría también expresó la necesidad de trabajar las habilidades socioemocionales en ellos mismos, los propios maestros(as), y con los estudiantes, pero no sólo ahora en el tiempo de pandemia, sino durante toda su carrera como maestros, para que su labor docente tenga una mayor efectividad, reconociendo que estas habilidades son para la vida, no sólo para la escuela.

Y finalmente, la mayoría refirió a las autoridades educativas (en el curso estuvieron involucradas las subsecretarías de Educación Básica y de Educación Media Superior) la necesidad de generar más cursos como éste, para favorecer su formación y poder tener acceso a estrategias pedagógicas efectivas para su autocuidado y para dar mejor atención al alumnado en situaciones de emergencia como la que se está viviendo.

Chao Rebolledo agregó que, debido a la gran aceptación que tuvo entre maestros(as) y autoridades de educación, se hará una segunda edición del Curso de apoyo psicosocial para el regreso a clases, que ampliará su cobertura, al ofrecerse ahora también a profesorado de educación preescolar.

“Hicimos una actualización del curso tras adaptar los materiales a la atención socioemocional en preescolar, de tal suerte que tenga una mayor cobertura, no sólo en términos del número de docentes que van a tomar esta capacitación, sino también desde el punto de vista de una ampliación en los niveles escolares a los que está dirigido”.

PEDRO RENDÓN/ICM