Este viernes 28 de abril no sólo se cosecharon zanahorias, acelgas, lechugas y rábanos durante la inauguración oficial del Huerto IBERO José de Acosta, sino los frutos de las semillas que se sembraron en 2016, con un invernadero de lechugas hidropónicas que comenzó en la azotea del Edificio S a iniciativa del Departamento de Arquitectura, Urbanismo e Ingeniería Civil.

La idea en aquel entonces fue hacer un huerto biointensivo, orgánico y que fuera un espacio de encuentro para toda la comunidad, dijo Juan Manuel Casillas, académico de este Departamento. “Se aprendieron estrategias inicialmente de agricultura urbana, pero también tocaba temas de medio ambiente, de cambio climático, del cuidado del agua y la seguridad alimentaria”.

Más tarde, un equipo multidisciplinario del huerto ganó una convocatoria del Instituto de Investigación Aplicada y Tecnología (InIAT) y en 2019 se mudó al espacio situado junto a la puerta 5 de nuestra IBERO; actualmente es coordinado por Miranda Ori Orlansino, egresada de Ingeniería Química. “Éste es un proyecto en el que ha habido muchas manos, muchos corazones sembrando semillas de esperanza para un futuro más justo y mejor”, agregó Juan Manuel; ya se han realizado tres ciclos de servicio social aquí.

Aquí puedes encontrar hortalizas como calabacita, pepino, fresa salvaje, lechuga, espinaca, rábano, poro, maíz, mostaza, zacate limón, panalillo, girasol, pensamiento, caléndula, cedrón, romero, salvia, toronjil, hierbabuena, lavanda, calabaza, cebolla, hinojo, ajo, cilantro y verdolaga.

Huertos para la suficiencia alimentaria y la inmunonutrición

El Dr. Jorge Ángel González Ordiano, Coordinador del InIAT, relató que durante la pandemia, el Huerto IBERO José de Acosta participó en la convocatoria #IBEROFRENTEALCOVID-19, con el proyecto Diseño y difusión de huertos familiares de bajo costo dedicados a promover la suficiencia alimentaria y la inmunonutrición ante situaciones de contingencia sanitaria, y tuvo como objetivo demostrar el potencial aplicable y replicable de los huertos urbanos como alternativa a la inseguridad alimentaria derivada de la crisis sanitaria.

Se obtuvo el diseño de un novedoso módulo de huerto familiar y una paleta vegetal enfocada en la inmunonutrición, así como la generación de más de 25 videos informativos. El equipo donó cinco de estos huertos a familias que forman parte de la comunidad del Centro Meneses para que los instalaran en casa. A la fecha, las familias siguen cultivando y cosechando alimentos nutritivos a partir de estos huertos familiares.

La calidad de este proyecto quedó claramente demostrada, agregó el doctor, al obtener un premio a la mejor presentación en un Congreso internacional de sustentabilidad en Barcelona.

El futuro, la automatización

Este espacio se ha consolidado como un laboratorio donde se llevan a cabo distintos proyectos interdisciplinares de investigación en sustentabilidad, todo un ejemplo de integración de técnicas agroecológicas tradicionales y tecnologías de automatización y ciencia de datos para la mejora en la producción de los alimentos, explicó el Vicerrector, Dr. Alejandro Anaya Muñoz.

Actualmente se trabaja en la implementación de un invernadero automatizado en algunas de las camas de cultivo. El Dr. González Ordiano, señaló que este proceso ha sido posible gracias a colaboraciones entre el InIAT, el Departamento de Ingeniería Química, Industrial y de Alimentos, el Departamento de Estudios en Ingeniería para la Innovación y la Universidad de Chapingo.

El objetivo es que se pueda controlar todo sin necesidad de que el ser humano intervenga, indicó Fernando Josué Pérez Rosales, estudiante de la Universidad de Chapingo que presentó junto con dos de sus compañeros el prototipo de este proyecto.

El sistema cuenta con sensores de temperatura y humedad, tanto de la tierra como del aire, conectados a una app, además de ventiladores y un sistema de riego por goteo, que consiste en mangueras que van liberando las cantidades de agua necesarias para cada planta y permiten un ahorro del líquido de 98%. Se plantea que en el futuro la cosecha y el cultivo se puedan hacer de manera automática también.

¿Por qué José de Acosta?

Este huerto fue nombrado en honor al misionero jesuita José de Acosta, que llegó en la tercera expedición a América, y fue quien hizo el primer libro de naturalismo en América, La historia natural de las Indias. Defendió el carácter humano de “los indios” valorando su sabiduría y relación con la naturaleza, concediendo gran importancia a la educación.

Texto y Fotos: Yazmín Mendoza

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