Las personas jóvenes tienen un rol estelar en el diseño y construcción del bien común y de un verdadero desarrollo sostenible, afirmó el Ing. Nicolás Mariscal Torroella durante la bienvenida al ‘3er Simposio Innovación para el Bien Común y el Desarrollo Sostenible’, que se realiza en la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.

El congreso, que se llevará a cabo hasta el miércoles 15, contará con 15 paneles y conferencias virtuales, modalidad que permitirá tener ponentes de otras partes del mundo, entre gente de la academia, los sectores público y privado, cámaras empresariales y organizaciones no gubernamentales.

El ingeniero egresado de la IBERO destacó que el simposio, que forma parte de la cátedra ‘Construir para el bien común y el desarrollo sostenible Nicolás Mariscal Torroella’, busca ser un nodo con capacidad de generar redes de colaboración, un espacio para inspirar y generar resiliencia, y poner los reflectores en las oportunidades y en la innovación.

“Creemos en la interdependencia, en el cuidado de la Casa Común, en el desarrollo responsable no a costa de los demás, sino para beneficio de todos. Estamos aquí con el propósito de reflexionar y de generar diálogos que abran posibilidades y se concreten en propuestas de valor y acciones concretas.

Y es que, como informó el Dr. Alberto Irezabal Vilaclara, director del Centro Internacional de Investigación de Economía Social y Solidaria de la Iberoamericana, el simposio está ligado al llamado a dar una respuesta, como universidad, sociedad y país, a una crisis global sin precedentes, caracterizada por una creciente desigualdad y pobreza, la exclusión sistémica de las y los vulnerables, la erosión de la democracia, la pérdida de la biodiversidad en el planeta y las brechas de género.

Esta crisis se debe atender desde una perspectiva radical, que implica ir a la raíz del problema. Y apostar por el bien común en la sociedad, primordialmente individualista, implica asumir y responsabilizarse colectivamente del reto que enfrentan todas y todos en este momento de crisis.

Hablar del bien común tiene que llevar a las personas a cuestionar sus disciplinas, trabajos y relaciones. “Implica reflexionar y preguntarnos si lo que hacemos verdaderamente está contribuyendo al bienestar de todas y de todos, o realmente está respondiendo a mi interés individual, el de mi pequeño grupo u organización”. Si además se asume un enfoque ecocéntrico, éste puede ayudar a romper el patrón de crisis, para encontrar caminos de vida para todas y todos.

La Mtra. Mónica Maccise Duayhe, directora general de Vinculación Universitaria, invitó al estudiantado a participar en el simposio, a pensar, dialogar, reflexionar y a ser críticas y críticos. Resaltó la importancia de volver el centro de las cosas al cuidado --de la comunidad y de la naturaleza--, pues lo que ocurre en un lugar repercute en todos y todas.

Señaló como segundo punto la importancia de considerar que los saberes están en todos lados --no sólo en la academia--, y hay que ver cómo valorar ese círculo de saberes, “lo que hemos aquí en la IBERO conocido como la transdisciplina”.

Por último, consideró como algo valioso del simposio el compartir las experiencias, hablar desde diferentes ámbitos, salir de los círculos en los que uno, una, siempre se mueve, y aprender de las experiencias de todas las personas participantes.

Texto: PEDRO RENDÓN Fotos: Alberto Hernández

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