El Centro Astronómico Clavius de la Universidad Iberoamericana participará en la Noche de las Estrellas de la Universidad Nacional Autónoma de México, a realizarse este sábado 3 de diciembre, de 12:00 a 20:00 horas en la explanada de la Rectoría de la UNAM, el Planetario Luis Enrique Erro del Instituto Politécnico Nacional y el Museo de Historia Natural.

La IBERO estará presente en la sede de la UNAM con una exposición fotográfica, así como con telescopios para observación solar y nocturna, señaló la doctora Lorena Arias, académica del Departamento de Física y Matemáticas e investigadora del Centro Astronómico Clavius, quien comparte el siguiente texto acerca de la contaminación lumínica y la importancia de la observación astronómica:

Desde que en 1609 Galileo Galilei usó un telescopio construido por él mismo, la astronomía se ha basado en el uso de esta herramienta observacional para estudiar los objetos de nuestro sistema solar, de la galaxia y del universo hasta donde lo conocemos.

Una de las regiones del cielo hacia donde Galileo apuntó su instrumento fue la Vía Láctea, y se dio cuenta que la conforman una enorme cantidad de estrellas.

Ahora sabemos que esa banda brillante que cruza por completo el cielo y que en la mitología griega simboliza la leche derramada cuando Hércules es amamantado por la diosa Hera, es el disco de la galaxia que habitamos, visto en perspectiva desde el lugar que ocupa nuestro sistema solar, a 30 mil años luz del centro de la galaxia.

Con el crecimiento de las ciudades ha surgido un problema para los amantes de la observación astronómica: la contaminación lumínica, que hace cada vez es más difícil presenciar un cielo estrellado. Debido a esto, se estima que a nivel mundial una de cada tres personas jamás ha visto la Vía Láctea.

El exceso de iluminación no sólo afecta a los astrónomos aficionados, pues los grandes observatorios empiezan ya a reportar un decremento en la oscuridad del cielo. Caso particular es el de nuestro Observatorio Astronómico Nacional en la Sierra de San Pedro Mártir, Baja California, donde las luces de ciudades como Mexicali, San Felipe, Tijuana y Ensenada, se pueden distinguir por su brillo en el horizonte.

Pero más aún, se trata de un problema que impacta la ecología del planeta, ya que afecta los hábitos de algunas especies y, si bien la iluminación es necesaria, se podrían implementar medidas para que fuera efectiva y menos invasiva a la oscuridad del cielo.

En 2009, como parte del Año Internacional de la Astronomía, al conmemorase los 400 años del uso del telescopio, se realizó por primera vez en México la llamada Noche de las Estrellas.

Desde entonces, año con año, es un encuentro que tiene más de 70 sedes en el país, y que en cada edición reúne a miles de asistentes, los cuales tienen la oportunidad de participar en talleres, exposiciones, conferencias, actividades artísticas y observaciones con telescopio. 

JTGI/ICM