Vincenzo Piscopo, director de Relaciones Institucionales para The Coca-Cola Company, señaló que el gran trabajo que tienen las personas con discapacidad, así como sus aliados, es educar a las comunidades y a las empresas sobre el valor que generan, el cual se extiende a todos.

El directivo explicó que al lograr que todas las personas con algún tipo de discapacidad trabajen y activen su talento genera crecimiento en el país, pues reciben un sueldo, se convierten en consumidores, los negocios crecen, pagan más impuestos y el país se beneficia; ya que cuando un país tributa más, tiene la posibilidad de hacer más carreteras, colegios y universidades. 

Piscopo, quien gestiona relaciones con las organizaciones de discapacitados, veteranos e hispanos, así como con United Way y Hands-On Atlanta, visitó la IBERO para impartir la conferencia 'La fuerza de la inclusión', organizada por el Departamento de Educación, a través del Programa Somos Uno Más (programa de inclusión social y educativa para jóvenes con discapacidad intelectual), en donde advirtió sobre el problema de los estigmas, percepciones  y juicios sociales. 

“La gente no conoce el valor que las personas con discapacidad pueden llevar a las comunidades. Inmediatamente, piensan que si una persona tiene capacidades diferentes, son una carga y necesitan caridad. Pero, en esta lucha, en este proyecto de estar con personas que tienen algún tipo de discapacidad he aprendido que no necesitan caridad, sino oportunidades y cuando se las damos no sólo ellos ganan, sino las comunidades, las familias, el gobierno, así como el país”, dijo.

El presidente y miembro fundador de This-ABILITY BRG para The Coca-Cola Company y titular de la 'Wheels of Happiness Foundation' habló de la necesidad de educar a las empresas, que sepan que no tienen que hacer una gran inversión. A veces, refirió, piensan que deben hacer muchos cambios dentro de una organización para contratar a una persona que tiene discapacidad. Sin embargo, estudios muestran que la inversión de una empresa, en promedio, es de 500 dólares para contar con las condiciones necesarias para incluir a estas personas a su estructura.

En ese sentido, llamó a las personas que tienen alguna discapacidad a estar orgullosos de lo que lo pueden hacer, porque al mostrarse de esa manera ayudan a eliminar los estigmas. “Nosotros pertenecemos a una comunidad resiliente, perseverante y creativa porque vivimos en un mundo que no está hecho para personas con alguna discapacidad. ¡Qué mejor empleado que una persona que ha sido perseverante!”, apuntó.

“Las compañías se están dando cuenta del valor que tienen las personas con discapacidad, de que emplearlas no es cuestión de caridad, sino un negocio. Les conviene, por lo cual tenemos que trabajar duro para las próximas generaciones, pero valdrá la pena. Hay un mundo lleno de oportunidades esperando que ustedes los conquisten sin miedo”, dijo a los presentes. 

Valentina González/ICM