Maestría en Desarrollo Humano de la IBERO promueve potencialidades de las personas
Promover las potencialidades de las personas es lo que se enseña en la Maestría en Desarrollo Humano de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México. Este posgrado lo puede cursar quien tenga interés en su desarrollo personal y en el de otros, que sea flexible, sin posturas extremas y sensible a la vulnerabilidad de la gente.
La Dra. Silvia Sánchez Ochoa, académica del Departamento de Psicología, dijo que en el ámbito educativo-racional se adquieren muchos conocimientos, pero no hay una formación sobre quiénes somos como personas y, “no entendemos por qué hacemos lo que hacemos o por qué nos sentimos como nos sentimos”.
Comprender lo anterior es lo que se aprende en la maestría mencionada, donde se “trabaja con las personas desde lo que es ser persona, en todas sus dimensiones”; lo que ha facultado a egresadas y egresados de este programa a trabajar, por citar algunos casos, con bebés, con mujeres en el posparto, con violencias y hasta con rivalidades fraternas -por celos o envidia-.
El docente del Departamento de Reflexión Interdisciplinaria (RI), Dr. Sergio Molano Romero, comentó que la maestría -con 50 años de existencia- “ha sabido responder a las necesidades contemporáneas”, a las coyunturas y complejidades, al proporcionar el desarrollo humano espacios para el diálogo y para incidir en muchos problemas actuales.
Molano añadió, parafraseando a los doctores José Gómez del Campo y Juan Lafarga, pioneros del desarrollo humano en México, que éste tendría que ser el horizonte ético de las profesiones, es decir, que éstas deberían promover el desarrollo humano, entendido como el bien común.
Saber desarrollar cada vez más la fidelidad con uno mismo, con respecto a la naturaleza individual, interpersonal y social, para “saber cómo concretar la esperanza en un mundo mejor y para saber amar cada vez más y de mejor manera”, es lo que agregó respecto del desarrollo humano el Mtro. Alberto Segrera Tapia, también profesor en RI.
A la vez, el desarrollo humano puede facilitar el crecimiento en todas las etapas de la vida de una persona: antes del nacimiento, en el nacimiento, primera infancia, infancia, adolescencia, juventud, adultez, ante la cercanía de la muerte -acercamiento tanatológico- y en el acompañamiento a quienes le permanecen a una persona finada.
Y qué ha permitido a la Maestría en Desarrollo Humano de la IBERO perdurar 50 años; la doctora Sánchez señaló que formar en habilidades no específicas, que las personas pueden aplicar en cualquiera que sea el campo profesional donde se desenvuelven, en calidad de promotores del desarrollo humano.
Para el maestro Segrera, “la permanencia de la maestría responde a su vigencia, porque la esencia de lo humano sigue siendo la misma, la potencialidad de lo humano sigue siendo la misma, y las necesidades de lo humano siguen siendo las mismas, sólo que en diferentes contextos y respondiendo a diferentes problemáticas”.
Molano completó que lo que da pertinencia al desarrollo humano es su flexibilidad, su capacidad de adaptarse a los tiempos; y permitir a cada cual observarse, “en esta idea del autoconocimiento, para poder tomar decisiones de manera libre y consciente, respecto de lo que esté sucediendo en el mundo”. El desarrollo humano “le da poder a la persona para hacerse cargo de su propia vida, en relación con la circunstancia en la que esté”.
Y qué caracteriza a las y los egresados de este posgrado. Silvia mencionó que: un profundo conocimiento de sí mismos, el desarrollo de las actitudes centrales para promover procesos de desarrollo humano -empatía, aceptación positiva incondicional y congruencia- y poder trabajar a nivel individual y grupal.
Segrera amplio que, las personas egresadas de la maestría han sabido desarrollar un gran impulso fraterno de búsqueda del bien de los otros y del bien común, con el fin de contribuir a la justicia social y al desarrollo sustentable.
Así como son sensibles consigo mismos, quienes egresan del programa son sensibles con las realidades que tienen a su alrededor, al trascender el egoísmo para observar los problemas de ciertos grupos y personas, añadió Molano, quien señaló que hoy en día la maestría busca que quienes la cursan lo hagan para incidir en realidades caracterizadas por la violencia y las injusticias.
Texto y foto: PEDRO RENDÓN
Nota relacionada:
Maestría en Desarrollo Humano de la IBERO cumple 50 años
Las opiniones y puntos de vista vertidos en este comunicado son de exclusiva responsabilidad de quienes los emiten
y no representan necesariamente el pensamiento ni la línea editorial de la Universidad Iberoamericana.
Para mayor información sobre este comunicado llamar a los teléfonos: (55) 59 50 40 00, Ext. 7594, 7759
Comunicación Institucional de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México
Prol. Paseo de la Reforma 880, edificio F, 1er piso, Col. Lomas de Santa Fe, C.P. 01219