Durante el proceso de montaje de la exposición Bestiario; diálogo íntimo e impredecible con restos rescatados de la muerte, una de las figuras se descabezó y tuvieron que aplicarle “cirugía reconstructiva”. Así, esta pieza tiene su propia historia en el Centro de Exploración y Pensamiento Crítico (CEX) de la IBERO, el cual alberga la muestra. “Aquí se descabezó, aquí llegó sanita y curada, aquí resucitó”, relató el 31 de mayo durante la inauguración el Mtro. José Luis Gutiérrez Brezmes, creador de las figuras fantásticas que componen esta exposición.

De alguna manera, este suceso capturó la esencia del Bestiario: “A veces se trata de la muerte, a veces de lo no vivo --que no es lo mismo y poco se le parece--”, se lee en la cédula inicial de la primera sala. Por eso fue la pieza elegida para ser colocada en su sitio durante la inauguración para completar la colección. Ésta es la manera en que el CEX hace el “corte de listón” para sus exposiciones, en sintonía con el espíritu de libertad y reflexión que caracteriza a este centro, tal como lo explicó su director, Dr. Juan Carlos Henríquez Mendoza, quien también dirige el Departamento de Comunicación de nuestra IBERO.

A decir del Dr. Eduardo Gamaliel Hernández Martínez, Director de la División de Ciencia, Arte y Tecnología (DiCAT) de la Universidad Iberoamericana, el Mtro. Gutiérrez Brezmes “combina sus habilidades de arquitecto con su lado artístico y es muy hábil con sus dibujos y su obra plástica”. Este académico suele trabajar en varias piezas al mismo tiempo, procesos en los que lo difícil es saber cuándo terminar, contó. “Son como encuentros en el momento, como las relaciones humanas, que se van dando de una u otra manera inesperada”, explicó. Al ver el conjunto de las piezas, se dio cuenta de que había conformado un Bestiario: seres, creaciones, descubrimientos fantásticos.

Las tres salas se recorren en penumbra, enciendes la lámpara de tu celular y, al hacer bailar las sombras de las figuras, continúas con el juego con el que comenzó su creador al armarlas. José Luis, también Director del Departamento de Arquitectura, Urbanismo e Ingeniería Civil de la IBERO, va por la vida recogiendo objetos -en este caso, huesos de aguacate, de durazno o de pollo, entre otros-, los limpia, se los pone en frente y juega con ellos, dialoga con ellos, y ve no lo que son, sino lo que pueden llegar a ser al momento de ser ensamblados, como un Geppetto moderno.

“Cuando trabajaba en sus proyectos, Geppetto se sumergía en su trabajo como si nada más existiera. Era su manera de conectarse con el mundo y de dar forma a su propia realidad”, dice un fragmento de Le avventure di Pinocchio, de Carlo Collod, en otra de las cédulas. El arquitecto y artista resumió esta muestra como “estos momentos que uno se regala, que uno tiene que robarle a la vida para abstraerse de la cotidianidad, de la vorágine de lo diario”.

Miguel Ángel Ortiz Bonilla, quien se encargó de la museografía de la exposición -y de buena parte del resto de las exposiciones del CEX-, refirió que se trata de “una obra muy sencilla, muy accesible, pero que al mismo tiempo te puede tocar muchas fibras”. Contó que él y su equipo se encargaron de agrupar las criaturas en familias y de distribuirlas, en un espacio que José Luis reconstruyó con textos que escribió en las paredes, “con lo que le dio un sentido más de libro antiguo, de códice”.

Estas figuras, dijo, hilan narraciones que debemos descubrir, que no están dadas, “tenemos que esforzarnos por verlas, y al mismo tiempo tenemos que relajarnos para poder construir ese espacio en nuestra imaginación con nuestra experiencia de primera mano”. El primer recorrido fue acompañado por una intervención sonora de Valeria Dávila y Adán Fajardo, que contemplaba la atmósfera mística e inmersiva del Bestiario.

Ésta es la primera vez los cuatro espacios del CEX, con sus diferentes exposiciones, “dan un discurso entretejido de creadores que pertenecemos a la Universidad” Iberoamericana, dijo Juan Carlos Henríquez, y agregó que se puede sintetizar a las cuatro bajo el concepto de descubrimiento, que puede apreciarse con la vida en la muerte, en los objetos muertos, con Bestiario; el descubrimiento de la belleza en la vida cotidiana, con Róbame una foto. La máquina fotográfica de Mariana Yampolsky, que fue curada por personal de la Biblioteca Francisco Xavier Clavigero (BFXC) y de los departamentos de Historia y de Arte de la Universidad; el descubrimiento del origen en la Creación, a través de Eclosión, de Miguel Ángel Ortiz Bonilla; asimismo, “podríamos aproximarnos a Metro y medio como el descubrimiento del otro, de nosotros mismos en el otro”, concluyó Juan Carlos.

Se prevé que estas cuatro muestras permanezcan todo el año, no pierdas la oportunidad de visitarlas en el CEX, en Av. Revolución 1291, colonia Alpes, a una cuadra del Metro Barranca del Muerto.

Texto y fotos: Yazmín Mendoza

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