Con sólo 197 geriatras registrados en el sector salud, 176 camas de hospitalización destinadas a geriatría en el país y 168 consultorios de geriatría a nivel nacional, 90 de ellos bajo el control de la Secretaría de Salud y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), los servicios que se ofrecen en México a los adultos mayores se encuentran muy por debajo de los indicadores internacionales.

Así lo aseguró la maestra Miriam López Teros, académica del Departamento de Salud de la Universidad Iberoamericana, en el marco del Día del Nutriólogo, que se celebra este viernes 27 de enero.

En cuanto a servicios estatales, añadió la experta, sólo existen 11 consultorios de geriatría en el país, por lo que menos de una tercera parte de las entidades de la federación cuentan con uno. Esto se debe a que México, a diferencia de otros países, ha experimentado un envejecimiento acelerado de su población. Y aunque existen diversas iniciativas para mejorar la atención del adulto mayor, la cantidad de geriatras es mínima y en el área de nutrición la atención a este sector es todavía más insuficiente.

A la ausencia de servicios especializados se suma la escasa formación de equipos de trabajo competentes y eficaces en el área de geriatría, indicó la académica, quien señaló que todos los profesionales de la salud deberían capacitarse en el tema, a la vez que todas las universidades que imparten carreras de Nutrición deberían tener el tema como parte de sus planes de estudios. Como muestra de ello, desde hace año y medio la IBERO ya imparte la materia Nutrición geriátrica como parte de su Licenciatura en Nutrición, y tiene planeado lanzar una especialidad en el tema, la cual se encuentra bajo análisis de la Secretaría de Salud.

La maestra López Teros indicó que aunque la esperanza de vida se ha incrementado considerablemente en México, eso no significa que los adultos mayores vivan mejor, ya que entre 60 y 70% de esta población padece sobrepeso u obesidad. Otros males comunes que presentan son enfermedades crónicas, diabetes, hipertensión arterial, discapacidad física, sarcopenia y fragilidad.