OPINIÓN | Carlos III abre un nuevo panorama en el Reino Unido

Mar, 13 Sep 2022
El nuevo rey y la recién nombrada primera ministra, Liz Truss, deberán trabajar de la mano para estabilizar las esferas política y económica
  • El rey Carlos III llega al trono con un estándar muy alto dejado por su madre, la reina Elizabeth II (Wikicommons/Korona Lacasse).
Por: 
Dra. Rosy Arlene Ramírez Uresti*

Elizabeth II asumió el trono a los 25 años, se ganó el mayor respeto de propios y extraños y en su largo reinado fue una mujer de Estado ejemplar. Hasta sus últimos días cumplió estoicamente con sus deberes como monarca, recibiendo a su decimoquinta primera ministra, Liz Truss.

Fue una mujer de profundas convicciones, firmeza y sólido compromiso con su nación. La reina deja un gran sentido de humildad, lealtad y fortaleza como ejemplo para el mundo.

El reinado de Elizabeth II largo y complejo, con altas y bajas, pero siempre con la certeza de que la mirada de la reina les confortaba y daba rumbo. A sus noventa y seis años miró con prudencia la convulsión política y la inestabilidad económica que dan contexto a una Inglaterra afectada por el Brexit, la crisis de los energéticos y el problema de los territorios de la Commonwealth.

Como lo indica la tradición monárquica británica, Carlos, el nuevo rey de Inglaterra, será coronado en un año, pero desde ahora los medios, el Palacio de Buckingham y los oficiales del gobierno deben decir: God save the King!

La nueva era que ha iniciado en el Reino Unido tiene un panorama poco alentador, nuevo rey y la nueva primera ministra, Liz Truss, deberán trabajar de la mano para estabilizar las esferas política y económica, pero también deberán trabajar en conjunto para definir de la mejor forma los asuntos de Irlanda, Escocia y Australia.

El rey Carlos III, como nuevo símbolo de Estado, llega al trono con un estándar muy alto y será muy importante ver la estrategia para sortear los movimientos antimonárquicos que presionan cada vez más para eliminar los presupuestos que siguen manteniendo de pie a la familia real.

Elizabeth II murió en paz, con la tranquilidad del deber cumplido, del amor entregado y de las certezas compartidas. Ante cada reto vivido a lo largo de los 70 años de su reinado, siempre tuvo empatía, solidaridad y un sentido humano que hicieron de su liderazgo algo único.

Las páginas de la historia tienen cientos de anécdotas del reinado más largo de la historia, de su monarca, sus viajes, sus participaciones en momentos clave de la historia y de la importancia de su activo rol en el escenario internacional. Las nuevas generaciones necesitan aprender de liderazgos positivos, que verdaderamente ponen el bien común por encima del bien personal, hoy se necesitan héroes y heroínas verdaderas y la reina Elizabeth II es ejemplo de ello.

Ahora toca a los nuevos liderazgos trabajar de conjunto para sortear la incertidumbre que se asoma en el panorama local y regional, y buscar la estabilidad posterior a los ajustes de esta histórica transición.

Más allá de las construcciones de marcas personales, líneas discursivas y protocolos estudiados, el Reino Unido buscará en Liz Truss y el rey Carlos III empatía, claridad, eficiencia y eficacia, elementos que sólo la planeación estratégica puede abonar para desarrollar un clima de certidumbre y crecimiento.

*La Dra. Rosy Arlene Ramírez Uresti es profesora de asignatura del Departamento de Estudios Internacionales y de la Coordinación de Negocios Internacionales de nuestra IBERO

 

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