#OPINIÓN ¿Es acaso que AMLO puede pasar de leño tranquilo a serpiente activa?
El fin de semana, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, hizo gala de su cultura universal al invitar a leer, vía Twitter, una fábula del escritor griego Esopo (¿?- 565 a.C.) 'Las ranas pidiendo rey'.
El primer mandatario relacionó su recomendación con una supuesta amenaza velada de golpe de Estado en función de las declaraciones del general en retiro Carlos Gaytán Ochoa, quien el 22 de octubre, en un desayuno encabezado por el secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval González, afirmara que “(…) la sociedad está polarizada políticamente porque la ideología dominante, que no mayoritaria, se basa en corrientes pretendidamente de izquierda que acumularon durante años gran resentimiento (…) es también una verdad inocultable que los frágiles mecanismos de contrapeso existentes han permitido un fortalecimiento del Ejecutivo que viene propiciando decisiones estratégicas que no han convencido a todos, para decirlo con suavidad (…) Ello nos inquieta, nos ofende eventualmente, pero sobretodo nos preocupa”.
Ante tales declaraciones cabe preguntarse si la fábula recomendada oculta una advertencia.
Previo al análisis es necesario mencionar que, el 2 de noviembre, el presidente de la República escribió 3 tuits como respuesta a la pretendida amenaza: 1. “Aquí no hay la más mínima oportunidad para los Huertas, los Francos, los Hitler o los Pinochet. El México de hoy no es tierra fértil para el genocidio ni para canallas que lo imploren. Por cierto, les recomiendo leer la fábula de Esopo «Las ranas pidiendo rey»”. 2. “Ahora es distinto. Aunque son otras realidades y no debe caerse en la simplicidad de las comparaciones, la transformación que encabezo cuenta con el respaldo de una mayoría libre y consciente, justa y amante de la legalidad y de la paz, que no permitiría otro golpe de Estado.” 3. “¡Qué equivocados están los conservadores y sus halcones! Pudieron cometer la felonía de derrocar y asesinar a Madero porque este hombre bueno, Apóstol de la Democracia, no supo, o las circunstancias no se lo permitieron, apoyarse en una base social que lo protegiera y respaldara.”
Estos tuits fueron recogidos el domingo 3 de noviembre en las primeras planas de algunos de los principales periódicos a nivel nacional. Por ejemplo, Excélsior consignó “Aquí no caben golpistas: López Obrador”; El Universal, por su parte “AMLO, soy inmune a un golpe de Estado”; Milenio, “AMLO: No hay oportunidad de que prospere un golpe de Estado”; La Jornada, “El pueblo no permitirá otro golpe de Estado: López Obrador”. Uno Más Uno, “Transformación tiene respaldo de una mayoría libre y consciente: Andrés Manuel López Obrador”.
En el primer tuit, López Obrador menciona a dictadores que llegaron al poder justo mediante el uso de las armas, Huerta, en México, Franco, en España y Pinochet, en Chile. Aquí se sostiene que Hitler es un caso que se “cuece aparte”, a pesar de haberse autoproclamado jefe de Estado y haberse convertido también en dictador de Alemania. Es en este primer tuit donde recomienda la fábula de Esopo, que a la letra dice:
Cansadas las ranas del propio desorden y anarquía en que vivían, mandaron una delegación a Zeus para que les enviara un rey. Zeus, atendiendo su petición, les envió un grueso leño a su charca. Espantadas las ranas por el ruido que hizo el leño al caer, se escondieron donde mejor pudieron. Por fin, viendo que el leño no se movía más, fueron saliendo a la superficie y dada la quietud que predominaba, empezaron a sentir tan grande desprecio por el nuevo rey, que brincaban sobre él y se le sentaban encima, burlándose sin descanso. Y así, sintiéndose humilladas por tener de monarca a un simple madero, volvieron donde Zeus, pidiéndole que les cambiara al rey, pues éste era demasiado tranquilo. Indignado Zeus, les mandó una activa serpiente de agua que, una a una, las atrapó y devoró a todas sin compasión.
En el segundo, hace notar, por si fuera necesario, que no está solo y cuenta con el apoyo de una mayoría que no permitirá un golpe de Estado.
En el tercero, completa la idea haciendo acuse de recibo de la propia experiencia de Madero, quien no supo o no pudo, a diferencia suya, construir la base de apoyo que le hubiera salvado de un golpe de Estado.
Pero ¿qué es un golpe de Estado?
El rumor o la tentación de un golpe de Estado es común en regímenes que contravienen los intereses creados por grupos políticos o económicos. Las promesas de campaña y ciertas medidas tomadas por gobiernos recientemente instalados ponen en alerta a dichos grupos, los cuales se creen en la necesidad de “hacer algo” para defender sus privilegios.
Ese “algo” puede limitarse al señalamiento de políticas públicas mal orientadas, mala toma de decisiones, etc. Puede, igualmente, conllevar la creación de una serie de rumores en torno a la estabilidad del sistema, la seguridad de la población, la violación de sus derechos, y puede llegar incluso al boicot y, en un caso extremo, a la toma violenta de los poderes del Estado.
Cabe decir que “golpe de Estado” no era una expresión amplia que podía ser aplicada a cualquier situación de amenaza a la mayor institución política. Su uso se constreñía a la toma del poder por parte del Ejército; esto es, militares deponiendo civiles. Lo anterior ocurría cuando la cúpula de las fuerzas castrenses llegaba a la conclusión de que los civiles no estaban haciendo lo necesario para mantener al país en orden.
Ocurría también cuando los intereses de la élite económica coincidían con los de la cúpula militar y se aliaban para quitarle el poder a un presidente, sin importar que este hubiera sido elegido democráticamente, fue el caso de Salvador Allende en Chile, depuesto el 11 de septiembre de 1973 por el dictador general Augusto Pinochet, muerto el 10 de diciembre de 2006, cuando se encontraba bajo arresto domiciliario acusado, entre otras cosas, por desapariciones forzadas, ejecuciones y numerosas violaciones a derechos humanos.
En sentido estricto, entonces, un golpe de Estado se entendía como una acción militar violenta en contra de gobiernos civiles. Un caso más cercano históricamente fue el de Francisco I. Madero que, siendo presidente de México, fue depuesto y asesinado el 22 de febrero de 1913, igual que Allende, por el traidor y también general Victoriano Huerta. Con él fue asesinado también su vicepresidente José María Pino Suárez, quien se negó a huir y dejar sólo a Madero.
Sin embargo, así como la historia no es un proceso estático, la teoría tampoco lo es. Ha comenzado a usarse un nuevo concepto, “golpe blando”, “golpe suave” o “golpe encubierto”, para explicar la deposición de un gobierno elegido democráticamente vía métodos “menos violentos”, incluso con repercusiones menos dañinas, hipotéticamente, que las ocasionadas por una dictadura militar.
Al respecto puede consultarse el artículo de Raúl Rodríguez Cortés, publicado por El Universal, el 24 de julio de 2019, titulado “¿En marcha un ‘golpe blando’ contra AMLO?”. En este artículo el periodista cita al politólogo estadunidense Gene Sharp, quien explica que este tipo de golpes se da a través de armas psicológicas, económicas, sociales y políticas siguiendo un método de cinco pasos. Igual puede consultarse la rápida síntesis que hace RT (anteriormente Russia Today), tecleando en la barra de búsqueda de Google “Cómo derrocar a un Gobierno en cinco pasos”.
Los cinco pasos propuestos por Sharp en su libro De la dictadura a la democracia. Un sistema conceptual para la liberación, son los siguientes:
Uno, “ablandamiento”. Consiste en la creación de malestar y desesperanza en la población, a partir de reiterar, día tras día, la ineficacia del gobierno y sus medidas para cumplir lo prometido y resolver los principales problemas del país. Este primer paso parece estar ya en marcha en contra de AMLO, toda vez que un grupo de periodistas, comunicadores, intelectuales, se han encargado, desde el primer día de su gestión, no sólo a destacar sus errores o supuestas fallas, sino a restar mérito a lo bien hecho, como la lucha en contra del huachicol.
Dos, “deslegitimación”. Se facilita haciendo correr burlas y noticias falsas (fake news) en torno al gobernante y su gestión. En ambos casos, el del “ablandamiento” y el de “deslegitimación”, las redes sociales desempeñan un papel crucial y en México existen infinidad de ejemplos de memes, escritos y noticias falsas a partir de los cuales se “informa” a la población de los supuestos errores y fallas del actual gobierno.
Memes como aquel en el que se afirma que AMLO era mejor como opositor, pues así no tendríamos a un “pendejo” de presidente. Un mejor ejemplo, es la afirmación de que, en el caso fallido de Culiacán en el arresto a Ovidio Guzmán, hijo del Chapo, al presidente le faltaron “huevos” para someter al narco, enfatizando no sólo una falta de valor sino de hombría, cualquier cosa que eso signifique, por parte de López Obrador. Llegando al exceso de afirmar que este gobierno había puesto de rodillas al Estado frente al narco y que la estrategia de seguridad era ya un fracaso total, sin tener en cuenta que el sexenio recién comienza.
Tres, “calentamiento”. Basado en movilizaciones callejeras y exigencias de renuncia, mismas que ya comenzaron, aunque con poco éxito, en contra de AMLO. La primera tuvo lugar al segundo día de la toma de posesión, el 2 de diciembre. En esta, que se calcula congregó a 6 mil participantes, se leyeron consignas como: "¡AMLO no es mi presidente!", "¡AMLO, el ladrón de la esperanza!", "Sin oposición no hay democracia, no a un gobierno dictatorial. Así no, AMLO". Demasiado temprano se diría, sin dar la mínima oportunidad al gobernante de sentarse en la silla presidencial y dar muestras de lo que sería su gobierno.
El domingo 5 de mayo tuvo lugar la segunda, llamada la “Marcha del Silencio”, convocada por la organización Chalecos Amarillos MX, en la que se afirma poco más de 15 mil personas protestaron en contra de la política del presidente López Obrador. Esta marcha fue replicada en las ciudades de Guadalajara, Saltillo, San Luis Potosí, León, Toluca, Querétaro y Aguascalientes.
La tercera, se llevó a cabo so pretexto de los primeros 100 días del gobierno de AMLO. La idea era que “millones de personas portando chalecos amarillos” marcharan del Ángel de la Independencia hasta el Monumento a la Revolución, tal como hicieron algunos franceses contra Emmanuel Macron, para hacer patente su inconformidad ante las promesas no cumplidas por López Obrador. Esta marcha no logró, ni por asomo, convocar a los millones de personas que pretendía.
La cuarta fue convocada para el 30 de junio, entre otros por el expresidente Vicente Fox Quesada, quien intentó marchar en León, Guanajuato, asegurando que lo hacía cómo un ciudadano común y no por un partido. Basta recordar que Fox fue increpado durante “su marcha” por verdaderos “ciudadanos comunes”, que le pidieron se retirara pues no querían figuras políticas. Ante los gritos de “fuera, fuera” Fox se negó a retirarse, luego de decirle a otro “ciudadano común”, que le pedía se fuera a la retaguardia con los chalecos amarillos, “ni madres, guey”. Dicha marcha, al igual que la anterior, tuvo una presencia moderada en la Ciudad de México y en otras localidades del país.
La quinta, ocurrió el 1 de septiembre, en respuesta al Primer Informe de Gobierno, fue convocada nuevamente por Chalecos México, Futuro 21 (antes PRD), así como Pro NAIM, Observatorio Ciudadano y Las Voces del Contrapeso. En ella participaron figuras de la escena política nacional como el excandidato presidencial Gabriel Quadri y los dirigentes del PRD Camerino Márquez y Fernando Belaunzaran, entre otros. Durante la marcha se lanzaron consignas como: “Fuera López” y “Andrés Manuel Mentiroso”.
Como acción de “calentamiento” puede muy bien incluirse el llamado del mismo Fox, hecho el 22 de septiembre durante los festejos de los 80 años de vida del PAN, para “darle en la madre a la 4T (Cuarta Transformación)”.
Cuatro, “rumores” de falsas carestías y de incompetencia gubernamental. Caben aquí los rumores lanzados en contra de AMLO y la 4T en torno a supuestos gasolinazos y desabasto de medicamentos, mismos que nos llevarían a ser como Venezuela. En el segundo, el mal operativo de Culiacán en contra de Ovidio Guzmán, que en un exceso se asume como evidencia del “fracaso total” de la estrategia de seguridad del actual gobierno, a escasos 11 meses de haber comenzado, como ya se dijo.
Cinco, “fractura institucional”. Primero de la presidencia, y luego de aquellas instituciones que la soportan como el Ejército y la Guardia Nacional, para construir la necesidad del arribo de una nueva autoridad (civil o militar) que vuelva al país “al orden”.
Lo irónico aquí, es que se busca aplicar uno de los métodos propuestos por Sharp, en 1993, para derrocar dictaduras, contra un gobierno votado democráticamente, como se hizo en Brasil con Vilma Rousseff y como supuestamente se pretende también en países como Argentina, Venezuela, Bolivia, El Salvador y Ecuador.
Pero, sea verdad o no que se pretende un golpe de Estado en México, duro o blando, es un hecho que el presidente de la República “no se chupa el dedo”, para usar una frase coloquial al nivel de algunos de sus detractores como los expresidentes Fox y Felipe de Jesús Calderón Hinojosa. Lo expresado en sus tuits y en la lectura sugerida parecen confirmarlo.
La fábula de las ranas que pidieron un rey “a modo” parece ocultar la advertencia: “cuidado con lo que desean que se les puede conceder”, después del evidente reproche en relación con una supuesta pasividad de su parte.
La metáfora del “leño tranquilo” trae a la memoria una expresión utilizada por Antonio Solá, el estratega español que ideó la campaña de “AMLO es un peligro para México”, y que el 29 de marzo de este año, declaró a Nación321 que en torno a las provocaciones de Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, AMLO navegaba “‘con bandera de pendejo’” en sus primeros meses de gobierno, aunque continuó “Yo creo que, como decía el filósofo de Güemes, no hay nada mejor que navegar con bandera de pendejo, y si no es navegar con bandera de pendejo, al menos parecerlo”.
Las declaraciones del presidente en Twitter y la fábula de las ranas inconformes dejan ver que “una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa”, como se diría en México, y que no hay que estar tan confiados con la apariencia de “leño tranquilo” del presidente o de “pendejo”, como se pretende en el meme reproducido y en alusión a lo dicho por Solá.
En este caso, las palabras del presidente indican claramente no sólo que no están dadas las condiciones para un golpe de Estado, sino que él no está dispuesto a permitir que algo así ocurra, que la historia que “es la maestra de la vida”, como él mismo afirmó recientemente, sirve para evitar que una traición semejante se repita. Más aún, enfatiza el respaldo de un pueblo libre y consciente, al que acude cada fin de semana precisamente para mantener el nexo que los une y con ello mantener su principal fuente de legitimidad y poder fáctico, lo que en caso de ser necesario le permitiría resistir un intento de golpe de Estado.
Pero no sólo a sus enemigos políticos ha enviado AMLO un mensaje esta semana. Lo ha hecho también con los periodistas que cubren la fuente cada mañana al recordar la frase de Gustavo Madero “muerden la mano a quien les quitó el bozal”, haciendo referencia a los periodistas que atacaron ferozmente a Madero después de que él mismo se negará a imponer la ley mordaza como hiciera el dictador Porfirio Díaz.
En este punto, podría interpretarse que el presidente está dispuesto a someterse cada día a las preguntas de las y los periodistas en un ambiente de respeto sin que se abuse de la confianza otorgada. Esta es por supuesto, una posible lectura.
Para terminar, cabe decir que con la fábula de las ranas y del rey que se comporta como un leño tranquilo a quien nadie respeta y del rey que es una serpiente activa capaz de tragarse a sus irrespetuosos gobernados, López Obrador busca mostrar a sus opositores que más vale un presidente moderado que uno capaz de todo exceso.
En resumen, que no necesariamente AMLO está advirtiendo que podría dejar de ser un “leño tranquilo” para convertirse en una “serpiente activa” capaz de devorar a sus opositores políticos, en especial a aquellos que día a día “rezan y actúan” para que su gobierno fracase. ¿O sí?
*La Dra. Ivonne Acuña Murillo es académica del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la IBERO
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