OPINIÓN | La quiebra de los bancos de Silicon Valley, ¿Antesala de una crisis mayor?

Mié, 22 Mar 2023
Los tres bancos que esta semana anunciaron quiebras sustentan gran parte de su crecimiento en valores fundamentados en compañías tecnológicas, apunta el Mtro. José Luis Vásquez
Fueron afectados por el desplome del precio de mercado de instrumentos como valores gubernamentales y de renta fija en los que tenían fuertes inversiones, luego de los ajustes de la FED
Aunado a la primera crisis, los retiros de sus clientes llevaron a estos bancos a falta de liquidez
  • La Reserva Federal de Estados Unidos incrementó la tasa de los bonos del tesoro a un año en más de 4.5 puntos porcentuales.
Por: 
Mtro. José Luis Vásquez Costa*

En el panorama financiero global, las empresas de tecnología como META (matriz de Facebook), Twitter, Amazon, Netflix, Alphabet (matriz de Google) y por supuesto Apple venían registrando ganancias en los últimos años --incluyendo los dos años de pandemia--, con lo cual se daba la impresión de una especie de bonanza, esto debido a que el crecimiento parecía no detenerse y soportaba prácticamente cualquier embate por parte del propio mercado bursátil. 

Este proceso de crecimiento concluyó en los primeros cinco meses del 2022, cuando el índice NASDAQ, principal bolsa de valores que agrupa a las empresas tecnológicas, registró una caída por un porcentaje cercano a 23%, lo que dejó en entredicho el crecimiento de dichas empresas y que además afectó a distintos mercados de otros ramos que de una u otra forma estaban relacionados con los mercados de tecnología. La caída, aunque más controlada, se ha mantenido. 

Esta referencia viene a colación ya que son tres bancos relacionados con Silicon Valley los que esta semana anunciaron quiebras y que sustentan gran parte de su crecimiento en valores fundamentados en este tipo de compañías.

Lo más usual, desde la perspectiva de operación y para que un Banco considere declararse en quiebra, se basa principalmente en el riesgo de quebranto o impago, es decir, que los deudores de la institución se declaren en imposibilidad de cubrir sus adeudos contratados con la institución y dejen de pagar sus adeudos. Las otras dos causas probables de quiebra de un banco se darían fundamentalmente por cambios abruptos en las tasas de interés y fundamentalmente por falta de liquidez, es decir, que el incapaz de pagar a sus acreedores sea el banco, lo cual puede ser por causas muy diversas.

En el caso particular actual que atiende a los bancos de Silicon Valley y que representa el mayor riesgo financiero desde la crisis inmobiliaria de 2008, involucra al Silicon Valley Bank (SVB), al Signature Bank y ahora al First Republick Bank se trata de un doble impacto generado particularmente por el ajuste en las tasas de interés provocado por efecto de la inflación mundial que nos aqueja y para la que los bancos centrales solo tienen normalmente un camino para tratar de frenarla, el aumento abrupto de dichas tasas.

Esto es precisamente lo que estas instituciones enfrentan; como respuesta a la alta inflación generada a partir del primer trimestre de 2022, la Reserva Federal de los Estados Unidos se ha visto obligada a incrementar la tasa de los bonos del tesoro a un año en más de 4.5 puntos porcentuales, provocando que el rendimiento de los bonos alcanzara su máximo histórico en 17 años a tasas del 5.25% a inicios de este mismo mes de marzo. Consideramos que el movimiento es abrupto si pensamos que en marzo del año pasado se registraban para el mismo bono tasas de ganancia del 0.5%. Lo anterior se ve reflejado en otro instrumento que es el bono a 30 años, el cual ha incrementado su rendimiento en casi 2 puntos porcentuales en el mismo periodo, siendo este instrumento la base referencial para proyecciones financieras de largo plazo.

Podemos pensar que, si la tasa de interés que un valor ofrece sube, el rendimiento es mejor y debería generar ganancias y, en estricto sentido es así, pero lo que ocurre a la par de que el rendimiento se incrementa es el que el valor del instrumento en el mercado disminuye, lo cual repercute en los instrumentos colocados previamente a un valor más elevado, haciendo que el valor de estos se desplome. Para darnos una idea, el crecimiento en las tasas del bono de 30 años por casi dos puntos porcentuales significa un desplome en su precio de mercado de aproximadamente un 32%.

El Silicon Valley Bank tenía aproximadamente un 55% de los 209,000 millones de dólares de activos que lo conformaban invertidos en valores gubernamentales y de renta fija como bonos del tesoro, lo que explica el desplome en su valor y su consecuente quiebra.

A esto hay que sumar la recomendación que hicieron a inicios de la semana pasada el Founders Found de Peter Thiel (dueño y administrador de diversos fondos de riesgo por mas de 2,275 millones de dólares y gurú financiero) y otras empresas de capital de riesgo para que retirasen sus inversiones del banco a la mayor celeridad, previendo precisamente la caída del mismo por el enorme riesgo que asumieron sus activos financieros por el efecto inflacionario.

Esto provocó el segundo tipo de riesgo que un banco no quiere correr y que puede quebrarlo, el riesgo de liquidez. Al confrontarlo los inversores y exigir el retiro de su dinero, el banco se ve obligado a liquidar inversiones buscando generar el flujo de efectivo requerido para poder pagar los retiros de sus clientes, con el riesgo de que dicha liquidación, al realizarse de forma anticipada, se hace a valor de mercado y si dichos valores se han desplomado, quien liquida pierde dinero en el proceso, lo que implica que el banco no cuente con la liquidez suficiente para cubrir dichos adeudos, ya que estos superan sus reservas de efectivo y las liquidaciones de instrumentos realizadas tampoco son suficientes para cubrir el déficit que se genera. Los analistas han estimado que SVB buscó liquidar valores por mas de 21 000 millones de dólares con una pérdida implicada por efecto anticipado de 1 800 millones de dólares, dejando un déficit por cubrir de cerca de 2 000 millones sin considerar el agotamiento del flujo de reserva de la institución. Esto llevó a SVB a solicitar capital adicional en el mercado por casi 2 000 millones de dólares adicionales, lo cual generó una conmoción entre los clientes que, al ver comprometida su inversión, decidieron exigir la liquidación de sus inversiones por falta de confianza, agravando la situación del banco.

En los Estados Unidos, los depósitos están protegidos hasta por 250 000 dólares por la Federal Deposit Insurance Corp. Cualquier inversión superior no queda cubierta y por supuesto es susceptible de pérdidas, lo cual para SVB representa cerca del 88% de sus inversiones, lo que implica un desastre financiero en toda la norma. Los otros dos bancos en riesgo son un reflejo de lo que ocurre con el Silicon Valley Bank y el efecto aún no acaba. El gobierno federal de los E.E.U.U. está dispuesto a respaldar y rescatar a los bancos involucrados con la promesa de que los contribuyentes no pagarán dicho rescate, lo cual la mayor parte de la gente sabe que no es real. Se habla de más de 1 billón de dólares en depósitos sin asegurar, lo que hace que esto no haya terminado aún y pueda permear hacia cualquier institución financiera de Latinoamérica o del mundo que haya decidido colocar inversiones en estos bancos y no las haya liquidado a tiempo. Los efectos finales de esto estarán por presentarse en las próximas semanas.

*José Luis Vásquez Costa es coordinador de la Licenciaturas en Finanzas y Contaduría y Dirección de Negocios de la Universidad Iberoamericana

 

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