La noche de este jueves 20 de octubre los diputados votaron y aprobaron - con 266 votos a favor, 211 en contra y cero abstenciones- la ley de ingresos para el ejercicio presupuestal del 2023.

En números, la estimación gubernamental pretende generar un ingreso total de 8.29 billones de pesos, contra los 7.44 estimados para este 2022, lo que representa un incremento del 11.5% en comparación con el mismo ejercicio anterior en donde el incremento estimado fue de solo 4.2%.

Lo anterior coloca a este presupuesto como el segundo mas elevado en los últimos 12 años, considerando que el ejercicio de 2009 presentó un crecimiento de 14% comparativamente con 2004, pero con un presupuesto de tan solo 5.96 billones, lo que representa un crecimiento estimado en comparación con ese dato de 39% total.

Esto sonaría lógico sin considerásemos que la estimación de crecimiento global del país para este presupuesto, que es de poco mas de 3%, coincidiera con la proyección de crecimiento que para 2023 generó Banxico, la cual está sobre 1.2%.

Esto, además de volver irreal la estimación de crecimiento gubernamental nos hace generar una serie de preguntas alrededor de esta cifra, siendo la principal ¿Sobre qué bases espera el gobierno generar este crecimiento? ¿Cuáles serán los elementos con los que el gobierno generará los 8.29 billones de pesos que estima como ingreso?, ¿Conlleva esto un incremento en los impuestos que afecte nuevamente a los causantes cautivos – primordialmente los trabajadores  asalariados- y que provoque una mayor distensión social en lugar de generar condiciones más equitativas e igualitarias?

Hablando de esto último, impuestos, y considerando que no contamos con miscelánea fiscal ni con claridad en una modificación de ley, este presupuesto de ingresos prevé recaudar de esos 8.29 billones, 4.6 billones a través de impuestos. La pregunta es cómo, ya que los diputados de Morena indican que esto se hará con base en las modificaciones de ley ya planteadas y sin caer en terrorismo fiscal, con lo que no queda por supuesto claro qué harán para poder obtener dicho ingreso.

Adicionalmente, este presupuesto prevé techos de endeudamiento interno y externo más altos – esto con el objeto de obtener recursos adicionales y complementar estos ingresos – lo cual no denota un gobierno en búsqueda de proteger a los más desamparados ni mucho menos que intente generar condiciones de crecimiento para las pequeñas y medianas industrias o que contribuya de forma clara a la traslación de quienes participan en la economía informal hacia la formalidad.

La inflación en México podría alcanzar dos dígitos este año, lo que significaría una contracción para la economía, ya que inflación no solo significa precios más elevados, sino menor consumo y en una economía como la nuestra el consumo es primordial para el mantenimiento de las condiciones económicas en general.

Hay que considerar también las condiciones globales que vivimos, con una Europa dañada sustancialmente por el conflicto ruso-ucraniano, lo cual trae efectos a la cadena productiva por el incremento de precios en granos y aceites vegetales, así como el desabasto previsto de gas al continente.

A lo anterior debemos sumar los embates que aún sufre la cadena de suministro global por los atrasos en entregas y traslado de mercancías por el atraso en descarga de buques en los puertos a nivel mundial, con énfasis en la industria automotriz, la cual sigue con retrasos en producción debido al desabasto de semiconductores (chips) que requieren para los sistemas electrónicos de los autos que fabrican.

Considero que el presupuesto planteado por la federación, así como el crecimiento estimado son irreales, no acompañan la realidad económica que vivimos y no muestran la capacidad real de la infraestructura nacional para generar el próximo año un crecimiento sostenible.

Es muy probable que nuestro gobierno genere en los próximos días una serie de anuncios relativos a la recaudación fiscal que espero no presenten cambios que afecten de forma sustancial a empresas y personas por tasas de recaudación más altas o la disminución de elementos deducibles que afecten de forma tangible el ingreso de las personas.

El maestro José Luis Vásquez Costa es coordinador de la Licenciatura en Finanzas.