#OPINIÓN | Nearshoring, ¿El futuro comercial de México?
Uno de los principales efectos que la industria resintió durante la pandemia por COVID-19 y que persiste hasta hoy es, sin duda, el problema que presenta la cadena de suministro a nivel global.
Este problema se genera a partir de los cierres de las plantas productivas, primordialmente en Asia, las cuales surtían de diferentes productos e implementos, primordialmente tecnológicos a diferentes sectores de la industria a nivel mundial. Aunado a los cierres temporales de las plantas, tenemos el cierre de puertos comerciales alrededor del mundo, los cuales continúan presentando problemas de forma esporádica por rebrotes de dicha enfermedad y que impiden la carga y envío de las diferentes mercancías --primordialmente materias primas o componentes electrónicos-– que frenan la fabricación de algunos productos a nivel mundial, favoreciendo con ello a aquellas empresas que por circunstancias distintas cuentan con los implementos para elaborar el producto y satisfacer la demanda del mercado.
Para la empresa, contar con mercancías y/o materia prima en tiempo y forma resulta de suma importancia pero, contar con ello al más bajo costo posible es quizá uno de los objetivos que la mayoría de las empresas persigue y que no resulta sencillo ya que hay que considerar elementos como los precios de las materias primas, la ubicación o ubicaciones geográficas de las plantas productivas y de los proveedores, las distancias a recorrer, factores de inseguridad en el traslado de las mercancías y, primordialmente, el tiempo y distancia que aunados a lo ya mencionado sobre la cadena de suministro hacen de este un objetivo que varia en posibilidad de cumplimiento y que obliga a las empresas a buscar otro tipo de soluciones y caminos que les permitan alcanzar la mayor rentabilidad posible.
Buscando esta viabilidad económica, muchas compañías mudaron sus operaciones productivas a otros países en donde la mano de obra y las condiciones productivas son mejores y mas económicas. Esta mudanza ha convertido a Asia, particularmente a China, en el principal productor de implementos electrónicos, textiles y muchos otros insumos del mundo con la problemática de la distancia y del tiempo de traslado, elementos que han demostrado que no necesariamente están generando en el mundo actual un beneficio real o tangible en la rentabilidad de la organización.
Las empresas comenzaron por tercerizar la fabricación de productos, después instalaron plantas en otros países y hoy se dan cuenta de la problemática que implica la distancia y, con una variable como el COVID 19, el panorama en muchos sentidos se complicó. Lo descrito previamente es lo que se conoce como Offshoring, el cual es un fenómeno comercial que ha demostrado no estar listo para hacer frente a una variable como la enfermedad ya mencionada y que ha representado enormes pérdidas por costo de oportunidad para muchas organizaciones a nivel mundial.
Hoy día surge un fenómeno, si podemos llamarlo de esta forma, que lleva por nombre Nearshoring.
El nearshoring se plantea como una solución a las cadenas de suministro mundiales ya que se presenta como la estrategia de externalización por la que una empresa va a transferir parte de su producción a terceros que, a pesar de estar ubicados en otros países, están localizados en destinos cercanos y, primordialmente, en zonas horarias semejantes[1].
De acuerdo a lo expresado, la oportunidad para países emergentes que se sitúan a muy poca distancia o que colindan con potencias económicas se presenta de forma clara y ofrece una salida hacia los problemas económicos y comerciales en un mediano plazo, siempre que los gobiernos de dichos países comprendan la situación y busquen atraer inversión extranjera directa bajo esta condición comercial.
En nuestro caso, México, somos precisamente un enclave que se presenta perfectamente descrito con las características del nearshoring.
- Colindamos con la economía mas grande del mundo y con mayor capacidad de compra.
- Geográficamente podemos enviar mercancías a Estados Unidos por cualquier medio de transporte.
- Aún cuando Estados Unidos tiene tres usos horarios principales, la mayor parte del país coincide con el horario del centro (GMT -5) en dicho país y la variación hacia el horario del este y del pacífico es solo de +- 2 horas.
Aunado a lo anterior, económica y comercialmente hablando, las relaciones comerciales entre China --principal proveedor-– y Estados Unidos son cada vez más tensas y complejas, lo cual presenta una oportunidad para México ya que, al contar con un tratado comercial establecido, con costos de manufactura bajos, con viabilidad para la transportación rápida de mercancías y particularmente debido a la calidad y buen desempeño de la industria nacional, particularmente en sectores como el automotriz, tecnológico y aeroespacial, hacen de esto una oportunidad para nuestro país, la cual hay que decirlo, solo podría verse opacada por errores en decisiones comerciales por parte del gobierno federal y por problemas de inseguridad.
Un claro ejemplo de que el nearshoring es una realidad es sin duda la construcción de la planta de TESLA en Nuevo León y la continua llegada de empresas estadounidenses medianas que buscan en México la ampliación de cadenas productivas o el crecimiento de la empresa mediante adquisiciones de compañías mexicanas que les permitan llegar a mercados de Centro y Sudamérica de formas más eficientes.
Al ser un fenómeno reciente, el nearshoring aún se esta gestando, habrá que seguir de cerca lo que este año represente comercialmente para México y como somos capaces de adaptarnos a esta nueva tendencia comercial global.
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[1] https://www.thomsonreutersmexico.com/es-mx/soluciones-de-comercio-exteri...
El maestro José Luis Vásquez Costa es coordinador de la Licenciatura en Finanzas en la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.
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