#OPINIÓN | ¿OTAN podrá desestabilizar poderío de Rusia en Asia central?

Lun, 4 Jul 2022
Académico explica que Putin se ha encargado de sacar a Rusia de Europa en el corto y mediano plazo. Será un país solitario: ni de Europa ni de Asia
  • Reunión de líderes de la OTAN, celebrada en Madrid, España.
Por: 
Dr. Erasmo Zarazúa Juárez, académico del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México

Los cambios en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ya se habían dado en el terreno, pero no es sus lineamientos. En toda su historia, no se había visto a los aliados como en esta última reunión en Madrid

En su origen, la OTAN tenía principalmente una tarea de defensa, pero a ésta le siguió una de disuasión frente al bloque oriental. El extinto Pacto de Varsovia y el enemigo de clase, la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS), nunca entraron en operaciones bélicas: realizaron ejercicios conjuntos, venta de armas, asesoría militar y otras actividades, pero nunca se jalo el gatillo o se presionó el botón. 

Después de finalizada la Guerra Fría y de la desintegración de la Unión Soviética, fueron muchos los que veían en la OTAN un ente que no debería existir. Las amenazas a los países aliados y su estilo de vida estaban en ruinas, el éxito del liberalismo era la teoría de moda.  

En los años 90, la OTAN entró en un periodo de acción, el continente europeo se vio ensangrentado con las guerras balcánicas y la muerte de Yugoslavia. Después de mucho ver y no hacer, la OTAN entró en acción tanto en Bosnia como en la defensa de Kosovo. Los analistas decían que la OTAN buscaba enemigos para seguir existiendo, los Estados Unidos estaban pasando por una etapa de policía mundial y la OTAN ayudó a que se movieran en conjunto y al mismo tiempo se extendieran. El miedo, por el pasado reciente en Europa oriental, seguía existiendo, y varios países del antiguo bloque socialista fueron los nuevos aliados. 

La OTAN actuaba en su región del mundo y siempre como acción y no reacción, hasta la primera década del siglo XXI, cuando los EU activaron el Artículo 5 de la Carta del Atlántico con el mecanismo de defensa mutua, pues la Unión Americana había sido atacada el 11 de septiembre. Con una serie de adecuaciones, la OTAN entró en acción nuevamente, pero ahora fuera del continente europeo, en Afganistán, y bajo el actuar de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pues no todos los países estaban del todo de acuerdo.

En Irak, las acciones fueron de asesoramiento, pero no involucrándose directamente. La OTAN pasaba al mismo tiempo una expansión al este de Europa e incluso viejas repúblicas soviéticas, pero no con todo el apoyo de los miembros originarios; no se ponían del todo de acuerdo en cómo actuar, dónde y en qué medida.  

En la segunda década del siglo, la OTAN continuó con nuevos miembros y en el terreno con menos acciones en Asia, pero con operación en África, específicamente en Libia, apegados a la ONU. En este caso, el protagonismo lo llevó más Francia, mientras las solicitudes de nuevos miembros se acumulaban.  

Desde el fin de la Guerra Fría la expansión de la OTAN al este comenzó. Rusia como sucesor de la URSS, no tuvo el mismo trato. la Alianza tenía mecanismos de diálogo. La Rusia de Yeltsin no fue como la de Putin que, al sentirse amenazado por la cercanía, comenzó a buscar alianzas con sus antiguas repúblicas; con algunas sí lo logró y con otras impuso su influencia económica o política. Ucrania tenía gobiernos a favor y en contra, pero con estos últimos decidió actuar.  

Desde el siglo pasado las fronteras de Europa no se habían movido. Al caer el bloque oriental no hubo más acomodos, sólo Yugoslavia, que no era parte del todo de los bloques -recordemos que fue de las cabezas del movimiento No Alineado-, así como la pacífica separación de checos y eslovacos. Pero quedaron varios faltantes.

La implosión de la URSS en un inicio parecía estar bien, pero más de 30 años después vemos que no es así, se requería un ajuste y se hizo. El primero, la rápida anexión de Crimea, cuya consecuencia fue la salida del G-8 y sanciones económicas. Con la segunda acción, que fue la bélica, las consecuencias las estamos pagando todos. 

En los 90, cuando estudié la carrera de Relaciones Internacionales, mis docentes declaraban que el futuro de Europa estaba en la balanza: o se inclina más con EU como hasta ese momento o se incluiría a Rusia en la Unión Europa; obviamente, cualquier decisión sacaba a la otra potencia con sus recursos naturales, militares, económicos, etcétera.

Churchill, al final de la Segunda Guerra Mundial, declaró que tenemos que crear a los Estados Unidos Europeos. Entendíamos que quería decir que para que la URSS no nos conquiste y no tener a los estadounidenses aquí más que por amistad. En esta tercera década del siglo XXI tenemos la respuesta: Rusia es la nación que hace que Europa se reúna junto con estadounidenses y canadienses, Putin y su actuar se ha encargado de sacar a Rusia de Europa en el corto y mediano plazo. Rusia será un país solitario: ni de Europa ni de Asia, como le ha pasado en su historia.  

El actuar de Putin vuelve al origen a la OTAN, una alianza para defenderse de otro Estado. Putin actúa para quitarse a la OTAN de las fronteras, pero dos países más se integrarán, Suecia y Finlandia, y harán más difícil su actuar en el Báltico y en su puerto de San Petersburgo.  

La reunión en Madrid nos da una OTAN que vuelve a sus orígenes: unirnos para ser más fuertes y defendernos porque ahora el supuesto ataque a un miembro es más factible que antes. La entrada de Ucrania a la OTAN se mantuvo en espera demasiado tiempo. La OTAN avanzó en el este, pero aun así Ucrania fue atacada previo al ingreso a la Alianza. Bajo este supuesto de que la OTAN o la UE harían miembro a Ucrania, Rusia decidió actuar y quedarse con aún más territorio y hacer más distancia, como lo ven ellos, hacer más rusa su zona de seguridad

La OTAN responde en Madrid declarando de manera reiterada la amenaza rusa, pero no sólo ello, ya habla de China. Se ve en otro continente, más allá de Turquía y por mucho, en Asia-Pacifico; y en una zona que está por cambiar fronteras. Ve el hoy y el mañana de la zona, y esto coincide con el aniversario de la devolución de Hong Kong a China. Entonces, los cambios fronterizos en la zona no son de hoy o de mañana, sino desde hace 25 años. El tiempo nos dirá si la OTAN está actuando a tiempo o no.  

La OTAN aprovecha el clima actual y los países actúan más al mismo paso que en otras ocasiones, pero esto ¿cuánto durará? Uno de los problemas que tienen y tendrá la Alianza es como los que tiene la Unión Europea, que llegó a buscar la expansión, pero sin cuidar el ser de cada Estado nuevo y su encuadre con los principios y valores. 

Recordemos que España no fue miembro de la OTAN por ser una dictadura, la OTAN buscaba miembros democráticos. Los nuevos aliados del este no son del todo democráticos; entonces, las preguntas son: ¿aplicarán los principios y valores como en el caso español?, ¿expulsarían a un miembro si no cumple los requisitos?, ¿la OTAN actuaría dentro de sus mismos miembros?, ¿cuáles requisitos?

Y preguntas más allá, al mencionar tanto a Rusia como a China, y hacer ya de ellos prácticamente una alianza opositora a la OTAN: ¿la OTAN saldrá de Europa con alianzas en otros continentes?, ¿la OTAN entraría al delicado desequilibrio de Asia Central, donde Rusia lleva 30 años de actuar, así como en el Cáucaso?, ¿Rusia buscará alianzas directas o un bloque?, y ¿qué pasará con Serbia, Europa o Rusia? 

PRL/ICM

 

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