Óscar Chávez, quien falleció este jueves a causa de una neumonitis por COVID-19, fue parte de la banda sonora de muchas generaciones, un artista que integraba distintos géneros, desde un bolero, un son huasteco, cantaba a la Revolución, al amor o a las protestas, señaló la Dra. Julia Palacios, académica del Departamento de Comunicación de la Universidad Iberoamericana.

Para la académica, Óscar Chávez fue un artista polifacético. Compositor, poeta, pero también una de sus grandes virtudes fue ser intérprete, porque tomaba canciones de otros autores, de distintos géneros y hacia sus propias versiones, las hacia propias y les daba un estilo peculiar, con un timbre de voz muy interesante.

La doctora en historia por la IBERO recordó que Macondo no es de su autoría (es del peruano Daniel Camino), pero se la apropió e hizo suya. De hecho, cuando falleció Gabriel García Márquez todo mundo cantaba la versión del mexicano.

“Tiene una prolífica producción musical. Con más de 60 años de carrera, grabó en todos los formatos y en diferentes etapas de su vida. Su primer disco fue de canciones tradicionales mexicanas, grabó boleros, un género que le gustaba. A lo largo de su trayectoria musical, incursionó por muchos géneros”, señaló.

Destacó como actor, pues recibió un Premio Ariel en Los Caifanes, una película de culto de Juan Ibáñez, en donde interpreta a Estilos, el Caifán mayor. Además de actuar, cantó en la película. Poco tiempo después, vuelve a actuar junto con Julissa en la película Santa, así como con María Félix en La Generala (1971). Otra película de culto en la que participó fue María de Mi Corazón, a lado de Mará Rojo (1979). Esta etapa ha sido una parte importante de su legado.

La especialista en música djio que Chávez fue parte de la banda sonora del Movimiento Estudiantil de 1968, pues se unió a él con canciones como 30-30, que empezaban a estar en el ambiente.

“De hecho, su disco sobre el Movimiento Estudiantil aparece hasta 1994. Compuso varias canciones y se convirtió en el cronista de esos años, pero ya grabando tiempo después. Esto le da un papel muy importante en lo que es la protesta”, explicó.

En el libro “Doutono” que publicó la IBERO, la Dra. Palacios escribió el capítulo de la música en donde menciona a Óscar Chávez porque él y Margarita Buche fueron los cantantes de folclor de esa época.  

“Fue alguien que cantaba en todas partes, solidario con las causas sociales, con quien lo invitaba a movimientos y festivales. Él siempre estaba presente con su voz y canciones. Recordó que el año pasado cantó en el Vive Latino, un festival de rock con generaciones jóvenes que quizá no lo habían escuchado y su participación fue un éxito”, dijo.  

Asimismo, la académica recordó que hace poco, tras la muerte de Luis Eduardo Aute y de Ernesto Cardenal, quienes estuvieron en la IBERO, Chávez les dedicó un poema .

Julia Palacios lamentó la muerte del cantautor sobre todo en esta coyuntura del COVI-19, en la que no se puede realizar un funeral ni preparar homenajes. “Perdemos a un ser excepcional, una voz coherente y comprometida con las causas sociales”.

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Valentina González/IBERO